Ivonne Vargas

Ivonne Vargas

Laberinto Laboral

¿Con dolor de cuello y de cabeza?, ¿Incapaz de concentrarte? ¿Quién lo puede hacer trabajando desde casa, con niños de regreso a clase y/o juntas virtuales? Y teniendo como highlight del día cocinar o poner la lavadora, ¿se puede tener empleados felices durante y posterior a la pandemia?

La respuesta es sí y hay ejemplos de ello en México, 64% de las empresas refiere que previo al Covid-19 y con refuerzo durante la pandemia, ofrece algunas actividades para incidir en el bienestar del colaborador, claro, con el fin de mejorar su productividad, según la Encuesta Tendencias de Honestidad 2019, realizada por Deloitte.

La línea entre el trabajo y la vida personal está difuminada

Y es que resulta que esta pandemia nos ha dejado otra lección: comprender que la línea entre el trabajo y la vida personal está difuminada.

De ahí que las organizaciones aumenten sus ofertas de beneficios, como una estrategia para retener a las personas y una manera de incrementar la productividad, por ejemplo, al ayudar al empleado a enfrentar el estrés en estos momentos de pérdida de empleo, sobresaturación laboral, ajustes salariales, etcétera.

El asunto es ¿cómo ser una empresa positiva, que se preocupe por tener empleados física y psicológicamente saludables?

Ya habíamos encendido motores sobre el tema con la implementación de la Norma 035 (enfocada a identificar los factores que provocan estrés laboral en las empresas y las enfermedades relacionadas), cuando de repente nos llegó la pandemia, teniendo como prioridad habilitar el trabajo desde el hogar.

¿Cuál es la primer clave de los empleados felices?

Para que un enfoque de felicidad y bienestar en el trabajo funcione, una de las claves, muy básica, pero difícil de desarrollar entre los jefes, es ayudar al colaborador a redescubrir su propósito en el lugar de trabajo.

¿Se imaginan las maravillas que hoy se puede hacer para ayudar a alguien a entender qué lo vincula a su trabajo, cuando hemos estado en un proceso de adaptación cotidiano?.

En México, por ejemplo, Volkswagen tiene un recurso llamado “Caja de Herramientas Emocionales”, que diseñaron entre todos los empleados para aplicar ciertas técnicas cuando la empresa tiene un periodo de crisis o simplemente, quiere mejorar el estado de ánimo de los empleados.

El tema en esta pandemia es que yo, como empleado, pueda responder a la pregunta: “¿Qué de lo que hago en la empresa me ayuda a trascender?”. Teniendo esto en claro, el nivel de retención incrementa y, de paso, ayuda al empleado a renovar su sentido de pertenencia o no a un empleo.

México, como en otros indicadores, no reporta cifras contundentes sobre la correlación que existe entre bienestar y productividad de los empleados.

Sin embargo, la Asociación Norteamericana de Programas de Asistencia al Empleado calcula que los empleados infelices representan un costo promedio de 13,000 millones de dólares anualmente, ya que tan solo recontratar y entrenar a un nuevo colaborador implica una inversión de 50,000 dólares o más, al año.

Saca cuentas y estima si vale la pena o no promover acciones de bienestar en un momento en que el empleado se siente ‘cansado y golpeado’.

¿Cómo lograr tener empleados felices?

¿Hablar de un liderazgo positivo, centrado en dotar de escenarios para crear felicidad en los empleados resulta fácil? La respuesta es que no resulta sencillo hablar de este estilo de dirección porque los directores lo ven como algo esotérico.

Estas acciones, pueden ayudar a dar un empujón al tema:

1. Utilizar herramientas como la psicología positiva, un enfoque mediante el cual se estudia científicamente la felicidad y está orientado a construir en las personas cualidades como optimismo, ética laboral, capacidad de disfrutar y responsabilidad social.

Tal Ben Shahar, conocido por tener una de las clases con más alumnos en Harvard, enfocada al estudio de la felicidad, es uno de los pioneros en el tema Actividades como fortalecer el feedback del empleado al jefe y tener unos minutos de mindfulness diario, son ejemplos útiles de este enfoque.

2. Uno de los liderazgos más conocidos en América Latina se relaciona con la idea de gritar, del jefe autoritario que dice “más vale que te tengan miedo, pero que te respeten”.

Esta forma de trabajar no ayuda, muchos menos en estos momentos, a mejorar indicadores de productividad o a tener empleados genuinamente comprometidos y felices.

Por el contrario, ir a los gritos, priorizando los resultados, sin retroalimentaciones sobre lo positivo y subrayando las fallas, tiene consecuencias graves y una muestra de ello es el burnout (o desgaste laboral), problema que afecta a 43% de los trabajadores en México, de acuerdo con estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

3. Otro ejercicio básico es entender qué da motivación e impulso a largo plazo en el empleado, y ubicar actividades donde el colaborador obtenga ‘un pedacito más’ de aquello que lo haga sentir pleno.

Estas son tan solo algunas acciones, que no tendrán mayor impacto, si por su mente pasa la idea de crear medidas solo por la pandemia y casi de manera obligada.

Para tener a gente feliz, con bienestar, debe darse un plan de largo plazo para que la persona realmente se relacione con la idea de que su empresa se preocupa por él o ella.

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Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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