Hace cinco años hubo un avance importante en el reconocimiento de los factores psicosociales que impactan a los colaboradores en su lugar de trabajo. En los pasillos de las empresas se escuchaban frases como “¿sabes cómo se regulará la NOM35?”.
Esa preocupación por identificar y analizar las condiciones que afectan el desarrollo del trabajo se potenció y hubo ‘fuegos artificiales’ con el posterior lanzamiento de la NOM37, está enfocada en la organización del entorno laboral en el teletrabajo.
Pero la realidad es que la ‘pirotecnia’ en torno al tema debe dimensionarse. Así como hay empresas que aún no comprenden el alcance y la implementación de estas normas, y no las han cumplido, hay organizaciones para las que el bienestar es un tema relevante que avanza, mas no como quisieran.
Qué le preocupa al empleador
Además de contar con directrices sobre cómo implementar una norma, entendiendo qué factores afectan la salud mental, me parece que la preocupación está en atraer a las personas indicadas. En que el talento, de por sí escaso, no se vaya una vez contratado. Preocupa la rotación y el hecho de que una persona esté horas en el centro de trabajo pero de plano no genere valor para la empresa.
Esta premisa no es mera intuición. Revisando las encuestas que refieren este fenómeno tuve acceso al documento Experiencia Wellbeing, que se desprende de la Encuesta de Compensación AON 2023. De acuerdo con este reporte, 52% de los ejecutivos entrevistados en 66 empresas del país, refieren como prioridad en la agenda de trabajo ‘Atracción y Retención’.
En segundo lugar, con 47% de las respuestas, se encuentra cuidar del bienestar de los empleados (su salud física, emocional, social y financiera).
Son cinco puntos porcentuales de diferencia, pero al final detona una perspectiva de lo que valoran los empleadores. Y hay razón de ser, pongo un dato sobre la mesa: 61% de los empleadores siente que no están listos con una estrategia para hacer coincidir el talento y las habilidades con las necesidades comerciales futuras. México, además, tiene una de las tasas de rotación de personal —sobre todo en puestos digitales— más significativas de América Latina.
No hay que ser mago para descubrir que el costo de la rotación puede impactar los esfuerzos de implementar más prácticas de salud. Pero también hay que seguir con cierta frecuencia, al instinto laboral: si no hay bienestar, ¿qué hará que la gente quiera estar en una organización? La era del compromiso por billetazo sigue, pero no será eterno.
Conversando con Israel Ramos, head of Wellbeing Mexico en Aon, habla sobre esta evolución que vive el mercado laboral. “En México, el bienestar se ha vuelto mucho más importante en comparación con años anteriores. 82% de las empresas participantes en nuestra encuesta está de acuerdo en ello. Un porcentaje bajo considera que estas actividades no adquieren mayor relevancia, pero es una cuestión cultural y con el tiempo se alineará con el resto del mercado”, cuenta.
Cultura y bienestar laboral
Alinear es una palabra que trae impactos más allá de comprometer al empleado. Ramos precisa que implementar estos programas permite contener los gastos en salud, desarrollar un mayor control de la siniestralidad, evitar complicaciones de padecimientos crónicos y disminuir el ausentismo. Lo resumen como aquellos elementos que dan pertenencia a la organización
El ‘foco’ para el 2024 y lo futuro se encuentra, por supuesto, en tener un ambiente emocionalmente estable. A nivel global se reconocen más de cinco formas de riesgo para los colaboradores en este ámbito, entre las que destacan el acoso y la agresión, las altas cargas de trabajo y el conflicto de roles.
En México, de acuerdo con la Encuesta de AON, la preocupación se centra en:
- Salud mental y emocional (70%)
- Agotamiento – estrés laboral crónico (58%)
- Ambiente laboral (38%)
- Diversidad e inclusión (36)
- Salud física (33%)
- Apoyo al trabajo virtual e híbrido (33%)
- Riesgo y estrés financiero (32%)
Contar con regulaciones permite a las empresas promover un entorno laboral favorable, en especial a nivel psicosocial.
Pero avanzar en la carrera requiere un monitoreo constante del bienestar de los colaboradores. Esto puede lograrse a través de herramientas —como las encuestas de clima laboral—.
También se pueden incorporar medidas que por básicas que pudieran parecer, permiten favorecer un entorno de seguridad emocional, empezando desde algo tan sencillo como desarrollar esquemas sanos y abiertos de comunicación.
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