• El aikido verbal es una técnica cuyo objetivo es ayudarte a llevar de la mejor forma posible una situación tensa.
  • Su finalidad es derivar las agresiones verbales hacia un resultado positivo en el que no se necesite encontrar una solución al problema, sino pasar de la tensión a la calma.
  • Esta técnica puede ser muy útil en las relaciones profesionales, donde te enseña a reaccionar ante conflictos o reproches.

El aikido verbal es una técnica inspirada en el arte marcial del mismo nombre; su objetivo es ayudarte a llevar de la mejor forma posible una situación tensa. 

En esta técnica de comunicación no se identifica a las partes involucradas como adversarias, sino como aliadas. Es por ello que no se analiza la situación en términos de ganador y perdedor, tal y como recoge Welcome to the Jungle. 

De hecho, todo lo contrario, ya que la finalidad es derivar las agresiones verbales hacia un resultado positivo en el que no se necesite encontrar una solución al problema, sino pasar de la tensión a la calma para conversar tranquilamente.

Así, el aikido persigue un enfoque pacífico para hacer frente a los ataques y a la negatividad de los demás, tanto en la vida personal como profesional.

En sus ‘dojos verbales’, los espacios donde se practica esta disciplina, los usuarios de esta técnica desarrollan sus reflejos ante situaciones comunes. Entre ellas, un jefe que los reprime por llegar tarde, un compañero que critica su trabajo o que alguien se queje de sus habilidades en la cocina.

Un ataque verbal puede desencadenar una serie de emociones en la persona agredida que le impiden reaccionar de la manera adecuada. Así, este arte te enseña a mantener la calma para gestionar mejor la situación. 

El formador y especialista de esta práctica, Luke Archer, explica que el Aikido verbal se compone de tres movimientos 

En primer lugar, debes aprender a recibir el ataque «sonriendo por dentro», es decir, ganando confianza que te permita evitar el conflicto. El segundo paso es seguir el hilo de la agresión hasta que se desestabilice; aquí debes ponerte en el lugar de la otra persona para aprehender su punto de vista y analizar la situación de forma objetiva.

Por último, debes volver a equilibrar la conversación, iniciando un diálogo más constructivo, proponer pasos en común, alcanzar un compromiso o solucionar el problema inicial. 

Esta técnica no solo es útil en las situaciones cotidianas, sino que también se puede utilizar en el mundo profesional. 

Así, por ejemplo, si un compañero se queja de una nueva medida adoptada por la dirección, Archer explica que se debe animarlos a continuar, escucharlos y ofrecerles comprensión porque, una vez que terminen, vas a poder identificar la raíz del problema y buscar una solución.

Otra situación posible es que algún responsable critique tu trabajo; en este caso debes hacer una pausa, confirma su punto de vista desde la humildad y añade que te esforzarás más la próxima vez, incluso puede ser útil que le pidas su opinión para saber cómo mejorar.

El aikido verbal neutraliza a tus enemigos

Si la situación va demasiado lejos y se convierte en un conflicto con violencia, el aikido verbal propone confrontarla de forma que se neutralice al enemigo, haciéndole entender que quizás tenga razón pero que no usa las formas adecuadas. 

La situación actual relacionada con la crisis sanitaria, donde priman la incertidumbre y el miedo, puede generar que este tipo de situaciones aumenten; recurrir a esta técnica te ayudará a responder de forma calmada como si fueras el maestro Yoda. 

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