- Jorge Reyes, de 27 años, se mudó de Bogotá, Colombia, a Helsinki sin siquiera conocer Finlandia.
- Él tenía curiosidad por saber qué es lo que hace que la gente describa a Finlandia como el lugar más feliz de la Tierra.
- A Reyes le encanta cómo los finlandeses se conectan con la naturaleza y se apoyan unos a otros.
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Este artículo se basa en una conversación con Jorge Reyes, un profesionista de 27 años de Bogotá, Colombia, que se mudó a Finlandia hace menos de un año. Fue editado por extensión y mayor claridad.
Desde que estaba en la preparatoria, mis profesores me dijeron que Finlandia era un gran país, seguro, con sistemas educativos sólidos y un gobierno y una sociedad que coexisten bien.
Finlandia era lo opuesto a mi ciudad natal: Bogotá, Colombia. También es completamente diferente a mi origen caribeño, donde los 40 ºC, las playas y el sol son la regla.
Sin embargo, yo quería un cambio.
Vi en las redes sociales que Finlandia estaba clasificado como uno de los países más felices del mundo. Necesitaba saber por qué. Irónicamente, Colombia estaba en los primeros lugares de esta lista, pero sentí que necesitaba experimentar Finlandia por mí mismo.
Encontré trabajo en Helsinki en LinkedIn e hice las maletas
A pesar de tener un excelente trabajo en la empresa de software HubSpot en Bogotá, inicié sesión en LinkedIn y busqué oportunidades laborales en Finlandia en mi campo. Encontré trabajo como ejecutivo de cuentas en una startup finlandesa llamada Supermetrics.
En marzo de 2023, hice las maletas en Colombia y me mudé a pesar de no conocer a nadie allí. Mi nueva compañía pagó mi reubicación y el vuelo de ida desde Bogotá por 1,200 dólares.
Hablo inglés y español con fluidez, por lo que al principio temía no poder comunicarme con los demás, pero aquí la gente habla inglés muy bien.
Mis amigos y familiares no se sorprendieron cuando les dije que me mudaría, porque había vivido en el extranjero en España y he viajado mucho.
Los últimos nueve meses han sido una experiencia que me ha cambiado la vida.
Logísticamente, fue sencillo navegar por el proceso de visa. Para trabajar, firmé un contrato de habilidades profesionales y califiqué para una visa de especialista.
Cuando llegué, pude conseguir fácilmente una identificación, abrir una cuenta bancaria y encontrar un departamento. Rento un estudio cerca del centro de Helsinki y pago por él unos 1,050 dólares al mes.
Hacer amigos en Finlandia toma tiempo
Al principio, me tomó algo de tiempo hacer amigos y encontrar mi comunidad. Los finlandeses necesitan tiempo para simpatizar contigo, pero una vez que lo hacen, las relaciones son duraderas.
Incluso el panorama de las citas aquí es sencillo. Existen las aplicaciones habituales como Tinder, Bumble y Hinge. La gente está dispuesta a salir a caminar o a tomar un café, aunque al principio cenar puede ser demasiado para un finlandés.
Me siento seguro y conectado con la naturaleza en Helsinki
Las familias dejan a sus hijos solos para que duerman afuera y se aclimaten. Nunca me he sentido inseguro caminando solo, sin importar la hora que sea.
También podría dejar mi laptop o mis pertenencias personales en una cafetería y regresar horas más tarde, y todavía estaría allí.
Aquí existe una cultura de caminar en la naturaleza. Hay muchos bosques abiertos (gran parte de Finlandia está dominada por coníferas) y la gente pasa mucho tiempo dando largas caminatas o paseando sin temor a su entorno.
Esta inmersión en la naturaleza supone una desconexión total del ajetreo de la vida urbana. A diferencia de los parques, los bosques nunca cierran realmente. Me ayuda a sentirme con los pies en la tierra y a aliviar el estrés del estilo de vida acelerado que implica trabajar en tecnología.
Aquí, en invierno, cuando empieza a oscurecer a las 3 p.m., las personas se ayudan entre sí vigilándose más a menudo, organizando sesiones de sauna y haciendo más planes juntos.
La mentalidad es “somos nosotros contra la oscuridad”, lo que ayuda a construir un sentido de comunidad.
Tengo más ingresos disponibles y soy respetado en el trabajo
Gasto unos 220 dólares al mes en comida. Pago alrededor del 35% de mis ingresos anuales en impuestos. Mi salario está gravado al 25% más otras deducciones, pero varían dependiendo de cuánto ganes. Tengo más ingresos disponibles aquí que en casa.
Trabajar en Finlandia ha sido más fácil que otros puestos que he desempeñado porque aquí hay menos burocracia. No necesito pedir permiso para hablar con diferentes personas de la empresa y se respetan mis valores y opiniones sobre mi trabajo.
Extraño mi hogar, pero me estoy acostumbrando a los gestos finlandeses
Nunca he experimentado racismo. Estoy seguro de que las ciudades más pequeñas de Finlandia tal vez no sean tan receptivas a los extranjeros como las más grandes, pero se están volviendo cada vez más inclusivas.
Además, es fácil viajar dentro de Europa. Hasta ahora he visitado Suecia, Londres, Estonia, Ámsterdam, Italia, París y España.
Mi mayor desafío es extrañar a mi familia y amigos, la música y la comida de casa. Sin embargo, poco a poco me estoy acostumbrando al entorno de aquí y aprendiendo sobre los gestos finlandeses.
Vivir aquí ciertamente ha superado mis expectativas. Vine con la mente abierta y ganas de enriquecerme con nuevas experiencias.
Estoy documentando mi viaje en TikTok porque quiero mostrarle al mundo lo poderoso que es mudarse a un país desconocido y llegar a casa.
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