Pasó otro 8M y dado que el mes aún no concluye, me animé a escribir —de manera simbólica— para ese 43% de la contratación registrada durante el año pasado, y que representa a mujeres en el mundo.
En estas fechas se enfatiza el contenido sobre la brecha entre géneros en el terreno laboral. Sin duda una ‘batalla’ que debe continuar en pro de la equidad, pero también resulta interesante conocer que sí están haciendo algunas organizaciones para aprovechar las cualidades únicas del talento femenino.
Esto no solo es cuestión de equidad, al final es una estrategia inteligente para promover éxito empresarial de largo plazo y para mejorar la marca empleadora.
El informe ‘El futuro pasa por el liderazgo en femenino’, más allá de enfatizar las diferencias, se centra en el estilo de gestión con un ‘acento’ femenino y de cómo aprovechar sus skills a favor de impulsar una estrategia de negocios de inclusión y de cerrar la escasez de colaboradores; se apunta que en México es de 69%, mientras que a nivel global 77% de los empleadores a nivel global informan que tienen dificultades para cubrir los puestos, según registros de ManpowerGroup.
La alternativa es poner ‘el foco’ en las mujeres, por las cualidades que desarrollan
El estudio efectuado por Acción Preventiva, la Asociación de Profesionales para el Desarrollo Organizacional (APDO)y el organismo Instituto de Análisis e Intangibles, a más de 2,000 empresas con la participación de 20 mil trabajadores de diferentes jerarquías, se centró en las virtudes y en las carencias intrínsecas de las mujeres.
Encontró que 67% de las entrevistados opina que la mujer interpreta mejor las necesidades de sus compañeros, pues sabe leer mejor ‘entre líneas’ y es más realista que el hombre en la cuestión de resultados. Otro hallazgo es que 73% opinó que ellas practican más la escucha activa y de esta manera consiguen captar lo que precisan los equipos de trabajo.
Si me pregunta el el factor diferencial, diría que las mujeres aportan la visión de lago plazo y no cortoplacista. Eso suma puntos al planteamiento de las empresas de ser sostenible”, me dice Xavier Plavedall Molina, CEO de Acció Preventiva, empresa especializada en prevención de riesgos.
Para las empresas en vía de impulsar políticas de equidad, o que se cuestionan en qué puestos tiene un aporte diferencial la mujer, les puede resultar de interés que cada vez son más los estudios refiriendo la capacidad de ellas para gestionar el riesgo, así como tener una mayor conciencia del cuidado propio y de sus equipos, evitando con ello accidentes, por ejemplo.
¿Ellas trabajan mejor la seguridad?
Una fortaleza innata de las mujeres, aunque no se pueda generalizar, es la escucha activa, así lo reconoce 74% de los participantes en el informe sobre liderazgo femenino. Desarrollar esta habilidad hace que ellas gestionen el riesgo desde el convencimiento y no desde la imposición, identifica Plavedall.
Me resulta interesante que cada vez más investigaciones correlacionen mujer con seguridad.
Otro análisis, pero éste de la firma MIDOT, orientada a desarrollar evaluaciones de riesgo, encontró que un porcentaje menor de mujeres en México se pone en riesgo en su lugar de trabajo, concretamente, solo 9% de ellas está en la llamada «zona riesgo».
Esto significa que tienen mayor conciencia del autocuidado porque suelen documentar las experiencias que han tenido -por lo menos- en los últimos tres años, y que pudieran haber puesto en riesgo así mismas o a sus equipos de trabajo, comparte Iraís Ortiz, especialista en Ciencias en Salud Ocupacional, Seguridad e Higiene, y consultor Safety Test en Midot México.
Entonces, no es que se trate de evitar la contratación de hombres, sino de que se incluya a más mujeres en actividades estratégicas sobre prevención de riesgos. Eso puede generar un valor hoy poco explorado, una mina de oro, para la prevención de accidentes, afirma la especialista.
Puntualmente 49% de las mujeres en este país hoy están listas para cumplir funciones con un enfoque en el cumplimiento de protocolos, generando una conciencia de seguridad a largo de todos los procesos en una organización. A esto se le denomina estar una «zona de seguridad». Sobresalen porque continuamente manifiestan comportamientos de mejora continua en el autocuidado, según identificó MIDOT.
Con un mercado con escasez, en el que los esquemas laboral están en continuo movimiento, “no es inteligente despreciar la aportación activa de las mujeres’, con conciencia de aquellas habilidades, que bien desarrolladas, se convierte en fortalezas y en una aportación para el negocio, deduce Plavedall.
72% opina que en las empresas gestionadas se observa lo siguiente: ellas son capaces de poner límites a su tiempo, impulsando que la cultura de tenerse que hacer cargo de todo en el hogar, cambie. Es una cifra a la cual prestar atención, y quizá ‘pulir’ con entrenamientos, porque estamos hablando de una economía en la que las mujeres hace el triple de trabajo doméstico: 24.4% frente a 8.8% de lo realizado por los hombres, según reporta el Inegi.
Evaluando las necesidades con enfoque de género, entendiendo las virtudes y las carencias intrínsecas en los diferentes grupos que conforman la fuerza laboral, se puede decidir sobre qué situaciones de vida y de carrera incidir para realmente impactar. Hay que evolucionar: podemos decir que ya se es “equitativo’ pero con cero entendimiento de las características de la fuerza laboral. Estaríamos ahí en un momento de revolución por el cambio, no de evolución.
A manera de resumen, el informe enlistó las principales habilidades y carencias de ellas en el ámbito laboral:
Virtudes
- Mayor estrategia
- Son más intuitivas y rápidas detectando amenazas y oportunidades
- Son más organizadas, estructuradas y constantes en el trabajo
- Mayor capacidad de análisis
- Tienen más espíritu de investigación y búsqueda de información
- Mayor capacidad para hacer varias cosas a la vez
- Persuasivas
- Mejor práctica de la inteligencia emocional
Carencias
- Menor movilidad geográfica, tienen menos disponibilidad para viajar
- Horario de trabajo más marcado por temas de conciliación laboral
- Sus «armas de mujer» se vuelven a veces en su contra
- Escuchan más, pero tienden a anteponer las necesidades de los demás
- Mayor complejidad psicológica e inseguridad
“En ellas suele haber una capacidad de gestionar la complejidad muy alta, y esto les da cierta ventaja en momentos específicos: cuando no es fácil saber qué camino seguir, en los momentos de transición y de cambio. Además, tienen la capacidad de organizar equipos con matices y sutilezas”, se concluye en el estudio co organizado por Acció Preventiva.
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