- Si bien la comunicación honesta es crucial con tu líder, es mejor no decir algunas cosas.
- Además de cosas obvias como blasfemias e insultos, hay otras frases que es mejor descartar.
- Estas son las medidas que requieres tomar a la hora de hablar con tu jefe.
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Llevarse bien con tu jefe puede ser una experiencia excelente, especialmente si genera una rutina diaria más placentera.
Pero al final del día, es importante recordar que tu amigo sigue siendo tu superior y que hay una línea que probablemente no deberías cruzar. La honestidad es la mejor política en el lugar de trabajo, pero como cualquier regla, esta tiene algunas excepciones.
«Es importante ser cauteloso con lo que le dices a tu jefe, ya que incluso el más mínimo resbalón podría hacer o deshacer su carrera», comentó Ryan Kahn, fundador de The Hired Group y autor de ¡Contratados! La guía para recién graduados.
Hablamos con varias personas expertas en el lugar de trabajo para conocer las frases que no debes decirle a tu jefe, aunque sean muy cercanos.
Las respuestas van desde preguntas simples como «¿Puedo ser honesto?» a la manera de pedir días de vacaciones. Muchos de estos no están totalmente prohibidos, pero deben redactarse cuidadosamente.
Aparte de lo obvio, como las blasfemias y los insultos, aquí hay algunas palabras y enunciados que debes omitir con tu líder o gerente, incluso si son amigos:
1. «Eso es imposible»
Tu jefe no quiere escuchar negatividad o falta de convicción. Si tienes inquietudes, indica cuáles son y solicita su opinión.
Uno de los mejores enfoques para decidir si compartir tus pensamientos con tu jefe amigo o hacerle preguntas delicadas es ponerte en su lugar, sugiere Lynn Taylor, experta en trabajo y autora de Tame Your Terrible Office Tyrant: How to Manage Childish Boss Behavior and Thrive in Your Job.
«¿Tus comentarios y preguntas reflejan un comportamiento positivo, de poder hacer y confianza? Recuerda que la extrema soltura hunde los barcos, así que elige tus palabras con cuidado cuando te sientas desafiado en el trabajo, eso si quieres prosperar en tu carrera», dice.
2. «Te equivocas»
Criticar o señalar abiertamente el error de tu jefe, aunque sea un amigo, es un golpe al ego. También es una manera segura de ser excluido de futuras reuniones o ignorado la próxima vez que levantes la mano para hablar, afirma Rosalinda Oropeza Randall, experta en etiqueta y urbanidad y autora de Don’t Burp in the Boardroom.
Si sientes que tu líder cometió un error, hay mejores estrategias para abordarlo, explica.
Podrías decir: «Puede que estés mal informado sobre esto, pero tenía la impresión de que…». Esto los incita a reconsiderar y corregir la información si es necesario y sin levantar sus defensas.
«Cualquiera que sea la frase que uses, dila con un tono servicial y cordial», apunta Randall.
3. «¿Puedes pedirle a tal y tal que lo haga?»
Confiar en el favoritismo no es un buen aspecto. Y cualquier cosa que dificulte el trabajo de otras personas generalmente dificulta la labor de tu jefe, lo que probablemente recordarán la próxima vez que se hable de promociones.
4. «No puedo»
Una actitud positiva siempre es un rasgo valioso. El hecho de que sean amigos no significa que te llamarán la próxima vez que surja un proyecto importante.
5. «Eso no es parte de mi trabajo»
Ninguna descripción de trabajo está grabada en piedra. «Dado que los equipos multifuncionales siguen estando a la orden del día, se espera que seas flexible y hagas la vida de tu jefe más fácil», señala Taylor.
«Como notas al margen, cuantos más conjuntos de habilidades acumules, más indispensable serás», agrega.
Decir que no estás dispuesto a ir más allá de tu función demuestra que tampoco está dispuesto a contribuir al éxito de la empresa, dice Kahn.
6. «No»
Se espera tu cooperación, al igual que un tono cortés, incluso si tu jefe y tú tienden a bromear.
«Decirle ‘no’ es un desafío , y a veces es necesario, pero puede ser inapropiado si no lo expresas bien con una explicación», asegura Taylor.
«Por ejemplo, si tu jefe dice: ‘¿Tienes tiempo para trabajar en el proyecto X hoy?’ No deberías simplemente decir ‘No’. En su lugar, intenta algo como: ‘Hoy será un desafío si todavía quieres que me concentre en la presentación de la empresa. ¿Preferirías que me enfocara en esto?'».
7. «No sé»
Es posible que no tengas la respuesta a todas las preguntas, pero tu mejor suposición y la promesa de averiguarlo es mucho mejor que encogerse de hombros, comenta Taylor.
Si bien los amigos se apoyan mutuamente, «siempre que tu jefe necesite hacer el trabajo por ti, asume que ese no es el camino que debes tomar».
8. «Voy a tratar de'»
Algunas personas piensan que esta es una respuesta aceptable, ya que todos «tratamos» de hacer las cosas lo mejor que podemos.
Pero deja al líder sintiéndose inseguro, y cuando se asignan tareas, tu jefe cuenta contigo, generalmente con plazos específicos, expone Taylor.
9. «Solo voy a tomar un par de paquetes de café de la cocina»
Lo creas o no, el robo de material de oficina puede ser un delito, por lo que admitirlo ante tu jefe es una idea pésima.
Será mejor que creas que cuando llegue el momento, no van a arriesgar su trabajo para proteger el tuyo.
10. «No me pagan lo suficiente para hacer eso»
Este es similar a «eso no es parte de mi trabajo».
Tal vez solo estés tratando de ser gracioso, o insinuar que mereces un aumento de salario, pero esta frase puede parecer muy inapropiada y poco profesional.
Además, le indica a tu jefe que no estás dispuesto a ir más allá.
11. «Mi ruptura me tiene hecho un desastre. Mi corazón simplemente no está muy bien hoy»
Todo el mundo tiene problemas personales de vez en cuando y recurrir a amigos en busca de apoyo emocional puede ayudar, pero esto nunca debe ser a expensas de tu profesionalismo.
«Aquí es cuando podrías considerar tomarte un ‘día de enfermedad’ o llamar a tu mamá para pedirle un poco de amor y ternura», puntualiza Randall.
12. «¿Cómo me beneficio de esto?»
A veces, tu trabajo consiste en ayudar a otros departamentos. Los jefes tienen poca tolerancia con aquellos que no juegan en equipo, destaca Taylor.
13. «Eso no es lo que escuché»
Evitar los chismes y las conjeturas es una buena idea, ya que pueden resultar contraproducentes. Si no estás seguro de algo, espera o corre el riesgo de parecer poco profesional.
14. «Entonces, ¿qué vamos a hacer el fin de semana?»
Hacer planes con tu jefe fuera del trabajo está bien, pero debes ser discreto al respecto.
Hablar juntos de sus planes frente a toda la oficina podría poner celosos a sus compañeros y generar acusaciones de trato preferencial.
15. «Lo siento, pero…»
«La advertencia esencialmente cancela cualquier sentimiento de disculpa genuino», explica Taylor.
«Un directo ‘Lo siento. Seré mucho más consciente de esto la próxima vez’ es la respuesta esperada cuando te equivocas».
16. «Bueno, hice lo mejor que pude»
Si cometiste un error y fue lo mejor que hiciste, eso no habla muy bien de tus habilidades.
La mejor respuesta es que lo harás bien la próxima vez.
17. «Ya lo intenté antes»
Los jefes tienen poca tolerancia a la pereza. «Examina si realmente te dio una oportunidad ante la opción antes de derribarla», sugiere Taylor. «Tu jefe puede tener algo más en mente».
Alternativamente, detalla que aprecias la sugerencia y probaste XYZ con tal o cual resultado, pero que estaría feliz de intentar algo más efectivo.
18. «Simplemente supuse que…»
Esa frase causa frustración a muchos jefes, ya que prefieren escuchar que cometiste un error de juicio y aprendiste de ello en lugar de excusas».
Errar es humano, pero diferir la culpa es ‘asesinar’ tu carrera», da a conocer Taylor.
19. «Realmente no es mi culpa; es culpa de tal y tal»
El juego de la culpa es un camino traicionero. Si eres inocente, entonces explica por qué. No impliques a otros si tienes la responsabilidad principal, indica Taylor.
«Asumir la responsabilidad es clave», agrega Kahn. «Si siempre te ven como alguien que señala con el dedo, eventualmente tu jefe se preguntará quién es realmente el culpable».
20. «Si no tengo noticias tuyas, haré…»
Esto tiene un tono amenazante, y ciertamente cruza la línea hacia la falta de profesionalismo. Es mejor esperar que ser castigado más tarde.
21. «No puedo trabajar con esa persona»
No jugar bien con los demás no es bueno en la escuela primaria, ni es aceptable en el lugar de trabajo.
Se supone que eres capaz de superar los conflictos de personalidad con el fin de obtener excelentes resultados, sin necesidad de un trato preferencial.
22. «Él es un imbécil»
Puedes ser así de sincero con tus amigos o en casa, pero no deberías serlo con tu jefe.
«La regla de oro es algo que tu líder espera que observes y calumniar a los demás no tiene ningún valor redentor. Simplemente hablar mal en ti», puntualiza Taylor.
23. «¿Por qué fulano de tal siempre…?»
Quejarse es molesto, tanto para tus seres queridos como para los jefes.
«Si tiene una queja, es mejor preguntar cómo puedes obtener un cierto privilegio y dejar a los demás fuera de la discusión», sugiere Taylor.
24. «No tengo una solución»
No le hables al jefe sobre los conflictos sin presentarle soluciones potenciales, señala Kahn.
«Los líderes hablan de soluciones; los seguidores hablan de los problemas«.
25. «Estoy aburrido»
«Es posible que tengas un momento de debilidad y compartas tu aburrimiento con la persona equivocada: tu jefe», explica Taylor.
«Se te paga para que seas productivo y sigas siendo entusiasta. Es tu responsabilidad encontrar maneras de hacer que tu labor sea interesante».
26. «¡Tengo que contarte sobre mi ‘ligue’ de anoche!»
Compartir historias íntimas en el trabajo puede no ser una decisión inteligente, afirma Randall.
«¿Qué pasa si un compañero de trabajo escucha la conversación ‘candente’? Eso puede exponerte a ti o a tu jefe a señalamientos por supuesto acoso sexual o a una conversación inapropiada», detalla.
27. «Estoy bastante ocupado. ¿Puede esperar?»
Es tu responsabilidad preguntarle a tu jefe si las prioridades han cambiado, ya que tus objetivos deben permanecer alineados con los de él.
«Las prioridades rara vez se estancan, por lo que, como en la mayoría de los casos, tu mejor opción es preguntar si debe reorganizarlas», recomienda Randall.
28. «¿Puedo irme temprano hoy ya que las cosas están lentas?»
Está bien si tienes que irte temprano, pero no digas que es porque «las cosas van lentas» o que «no tienes nada que hacer».
«Siempre hay más proyectos en ciernes. Los jefes quieren que muestres iniciativa», apuntala Taylor.
29. «Voy a estar fuera estos días» o «mañana me voy temprano»
El hecho de que sean amigos no significa que debas decirle a tu jefe que te vas de vacaciones o te retirarás temprano de la oficina. Siempre es mejor preguntar cortesmente.
Por supuesto, no eres un niño, por lo que no tienes que expresarlo como: «¿Puedo tomar el lunes, martes y miércoles libres?» .
En su lugar, intenta: «Estaba planeando salir de lunes a miércoles y quería asegurarme de que estaba bien para ti».
30. «¿Puedo ser honesto?«
«Tu jefe espera que seas honesto 100% del tiempo, y lo que estás a punto de decir es una aberración», dijo Taylor.
31. «Escuché que fulanito acaba de recibir un aumento/ascenso»
«Si estás tratando de obtener un aumento de sueldo o un ascenso, no te compares con los demás», afirmó Taylor.
Agregó que si bien existen chismes en la oficina, discutir las promociones de los demás «probablemente resulte contraproducente» y es mejor abordar las metas de tu carrera «desde un punto de vista fáctico sobre ti solamente».
32. «Tal vez es una cosa generacional»
«Independientemente de la categoría generacional en la que te encuentres (generación X, millennial, centennial o baby boomer), esta frase es simplemente despectiva. Es mejor evitar cualquier análisis sin sentido», explicó Taylor.
33. «Tengo confianza en que puedes hacer esto«
«Aunque está bien elogiar a tu jefe de vez en cuando, evita ofrecer apoyos condescendientes», concluye Taylor.
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