• El liderazgo positivo se trata más de empatía que de simpatía, asegura Jaime Martínez Bowness, director de EGADE Business School sede Ciudad de México.
  • Un buen líder debería tener empatía, conciencia y optimismo.
  • Un liderazgo positivo siempre buscará empoderar a los colaboradores, y más allá de imponer, buscará ser una inspiración.

Ser líder no es sencillo, se requiere mucha inteligencia emocional para llevar a un equipo a cumplir los objetivos, convirtiéndose en un ejemplo que inspire a los colaboradores. De eso se trata el liderazgo positivo.

El liderazgo positivo, en ocasiones, ha sido mal entendido; generar un ambiente cordial no significa ser permisivo.

Este modelo de liderazgo siembra buenas prácticas y formas de convivencia que repercuten en la creación de buenos ambientes de trabajo.

Jaime Martínez Bowness, director de EGADE Business School sede Ciudad de México, considera que un liderazgo positivo debe tener por lo menos tres características.

1. Tener empatía

Martínez Bowness considera que el liderazgo positivo muchas ocasiones es mal entendido, pero se trata mucho más de empatía que de simpatía.

“Es probarse en la otra persona, ponerse en lugar del otro”, consideró en entrevista con Business Insider México.

La empatía, en medio de la pandemia, es indispensable pues se debe reconocer las diferentes circunstancias por las que atraviesan los trabajadores con el home office; quienes tienen familia con las clases en línea, y también los quehaceres del hogar.

2. Ser consciente

Alguien que pretenda ejercer un liderazgo positivo debe hacerlo consciente, y siempre debe preguntarle a los colaboradores, “¿qué es lo mejor que puedo hacer para tu crecimiento?”.

Los líderes positivos hablan con sus colaboradores constantemente, dice Jaime Martínez Bowness. Y algunas de esas conversaciones serán difíciles, pues se buscará ofrecer retroalimentación y también coaching.

Para que estas conversaciones rindan frutos, ambas partes deben ser lo suficientemente maduras. Y exige que siempre ambos den lo mejor de sí mismos.

3. Ser optimista

En este punto, el director de EGADE Business School sede Ciudad de México, refiere la regla de los dos minutos, esto es que la persona que es más emocionalmente expresiva en un lugar será la que contagiará a los demás.

Si nos basamos en ello, que un líder positivo sea optimista repercutirá inmediatamente en todo su equipo de trabajo. Además de generar la sensación de que “todos son importantes en este barco”, asegura.

El cambio en la cultura organizacional a raíz de la pandemia

Jaime Martínez Bowness asegura que con la pandemia se han acentuado varios cambios sociales y culturales. Y también han contribuido al arraigo del liderazgo positivo, pues las organizaciones hoy son más compasivas, y tienen una mayor preocupación por sus colaboradores.

Pasamos de un liderazgo vertical que es rígido, centralizador y que no muestra vulnerabilidad; a uno donde se requiere ser valiente para aceptar que no se sabe todo, audaz, y que busca reinventarse.

Un liderazgo positivo donde se empodera a los colaboradores, y que no se basa en un título o imposición, sino que busca inspirar, comenta.

Lograr una identidad común, un reto del liderazgo positivo

El trabajo presencial logró por mucho tiempo que los equipos generaran una identidad común, y eso a su vez, desarrolló una camaradería. Esto es muy importante, asegura Martínez Bowness, pues al conectar emocionalmente se genera un propósito en el equipo.

Lograr esta situación a distancia, sin duda es un reto para los líderes, por eso el director de EGADE Business School sede Ciudad de México, recomienda que los equipos pasen más tiempo hablando de su vida.

Incluso dice que antes de comenzar las juntas por videollamada, los líderes deberían dar pie a que platiquen cómo se sienten, alguna situación personal, para que puedan conectar emocionalmente.

En una situación inusual como la que vivimos, el liderazgo debe fomentar que la información fluya, no hay nada peor que no saber qué pasa en las organizaciones, ello genera falta de comunicación y rumores, y eso abre brechas que son difíciles de cerrar.

Los beneficios del liderazgo positivo

Para el director de EGADE Business School sede Ciudad de México son muchos los beneficios del liderazgo positivo en las organizaciones, pero si tuviera que elegir algunos serían los siguientes:

  • Las organizaciones son más innovadoras y creativas.
  • Los colaboradores y las organizaciones se vuelven resilientes.
  • Existe un mayor sentido del propósito de la organización y las personas son más felices.
  • Se logra una mayor conexión entre las personas y las organizaciones.

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