Ivonne Vargas

Ivonne Vargas

Laberinto Laboral

Hace algunos días se realizó el Women Economic Forum, en España, y el foco estuvo en las mujeres. Natural, si recordamos que este grupo de la población está sobre ofertado en los sectores laborales con mayor pérdida de empleo por el Covid- 19, como es el caso de turismo y de ventas.

En este foro también se recordó que, durante la pandemia, la violencia física y la psicológica -contra ellas- ha repuntado.

Sin duda es un recuento lastimoso, e igual de triste es observar que en las carreras con una mejor salida profesional y salarial, ellas son minoría.

En este espacio alertamos, hace meses, que la brecha profesional empieza en la elección de carrera. Nuevos datos apuntan a que solo 8% de las mujeres elige una carrera STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), mientras 27% ingresa en esta formación.

Un 35% de la población profesional en estas carreras, en un país que pretende liderar el mercado de América Latina, es bajo.

Al poner la lupa en la escasa participación de las mujeres resulta alarmante, pues sin la ruptura de los estereotipos sobre ¿qué estudiar y a qué dedicarse?, se pone en riesgo el desarrollo de una carrera y- lo más importante- su independencia económica.

Las mujeres en desigualdad de habilidades

Para disminuir los niveles de violencia y la repetición de estereotipos la solución, por trillada que suene, es ayudarlas a ser independiente en lo financiero y esto implica tener la oportunidad de ser ‘empleable’ en todo momento.

Una de las opciones para lograr esta meta es en reentrenarse en competencias STEM, me comenta Mónica Flores Barragán, presidente de ManpowerGroup Latam, a propósito de su participación en este Foro.

Una formación o entrenamiento que involucre la habilidad STEM significa que las jóvenes valoren participar en alguna de estas carreras y para obtener más información se pueden acercar a los programas de ‘embajadoras’ en ingeniería, por ejemplo, que desarrolla varias empresas.

Otra alternativa es buscar una capacitación en habilidades, propias de estas carreras, como investigación, programación, analítica de datos, finanzas, entre otras.

El mercado laboral tendrá una mirada digital

No quiero decir que solo en estas profesiones se desarrolla un pensamiento crítico, pero sí que al estar expuesta a estos conocimientos se ganan destrezas que tienen una gran demanda en periodos de crisis, como aprender a entender tu evolución de carrera y el valor que aportas en el trabajo con una mirada digital.

Creatividad y el liderazgo, por otra parte, en las destrezas sociales, también tienen una demanda creciente en las empresas y son el tipo de competencias que se pueden transferir de un trabajo a otro, entre industrias, pero solo uno de cada cinco empleadores (19%) está invirtiendo en programas de perfeccionamiento de competencias centrados en las habilidades sociales, arrojó el informe ‘La Revolución de Habilidades’, de ManpowerGroup, en el que se revela el impacto del Covid-19 en la digitalización y las soluciones innovadoras de la fuerza laboral.

Tal vez si hoy se tienen dificultades para recontratarse o encontrar una oportunidad laboral mejor remunerada, no todo es culpa de la pandemia ni del mercado de trabajo.

Necesito responder a la pregunta ¿lo que oferto como valor agregado de mi profesión es realmente lo que necesita la empresa para generar más rendimiento?, ¿el mercado necesita otro profesional ‘generalista’ y no alguien enfocado en la tendencia actual de consumo digital?

Mónica Flores puntualizó que nos ha tomado muchos años llegar a los niveles en Europa, donde 33% de la participación en puestos de alta dirección y consejos está representado por mujeres. En América Latina se llega si acaso al 25 por ciento.

Se requiere un cambio cultural para impulsar a las mujeres en lo laboral

Mi perspectiva es que el cambio no ocurrirá con rapidez mientras no se cumpla con dos elementos. El primero es romper con la idea de que hay carreras para mujeres y otras para hombres. Son varios los ejemplos de mujeres haciendo negocio a través de la tecnología, así que los ejemplos existen pero hay que reforzarlo en las pláticas con las hijas y entre colegas en la oficina.

A la fecha, en mis conversaciones con mujeres buscando trabajo, encuentro respuestas como: ¿y por qué tendría que saber de comercio digital y de convencer a un cliente, si en algún momento regresaremos a la vida normal?

Mi respuesta es que tal vez eso suceda, pero no se trata de pensar a corto plazo, sino de entender cómo construir una vida de carrera en la cual siempre sea empleable y que tenga las herramientas para contar con un mejor empleo.

Las mujeres, así como las marcas y las empresas, necesitamos un reset y alinearnos a la visión post crisis; no solo porque lo diga el Foro Económico Mundial, sino porque estoy convencida que muchas veces el mayor obstáculo para crecer es nuestra incapacidad para ‘leer’ lo que sucede en el mercado.

¿Por qué centrarnos en que la empresa espere a que yo cumpla ciertos roles, si hay la posibilidad de uno misma redefinir esos roles?

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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