Ana Peña

Ana Peña

Tech Talk

Matrix, Ready Player One, Second Life… llevamos fantaseando con un mundo fantástico que no nos obligue a renunciar al nuestro desde hace mucho tiempo. Y mientras el mundo sobrelleva las secuelas de la pandemia, llega el Metaverso: el proyecto digital que saca la realidad virtual de la ficción. 

Pero en medio de toda la emoción, la conferencia Facebook Connect 2021, en la cual Mark Zuckerberg anunció el cambio de nombre de su grupo de empresas, nos dejó con más dudas que respuestas. ¿Qué es el metaverso? ¿Para qué sirve? ¿Cómo va a cambiar nuestra vida? ¿Qué tan rápido va a hacerlo? o ¿Por qué Zuckerberg decidió apostar todo su capital en este? 

El metaverso no es algo nuevo y tampoco lo inventó Facebook. En realidad, este término fue usado por primera vez en 1992 por Neal Stephenson, en el libro de ciencia ficción Snow Crash. El concepto hacía referencia a un mundo virtual poblado por avatares. De ahí que hoy se le asocie a la realidad virtual.

¿Por qué realidad virtual? 

A veces subestimamos los efectos que la pandemia tuvo en nuestras vidas y gradualmente hemos aceptado la cuarentena, el trabajo a distancia y el uso de cubrebocas como algo que siempre existió. Por eso no es de sorprenderse que los gigantes de la tecnología digital: Facebook, Microsoft y Apple hoy apuesten por tecnología que compense una de las heridas más profundas de los últimos dos años: el distanciamiento social.

Para lograrlo, se busca crear un universo simple que, a través de la realidad virtual, transforme nuestras experiencias en línea para hacerlas más inmersivas. El metaverso, según Zuckerberg, cambiará para siempre la forma en la que nos relacionamos y convivimos. Por eso Microsoft lo ha descrito como la nueva versión de internet.

Y justo como el internet, la variedad de actividades que se podrían realizar en este mundo no tendría límite. En su forma final, será un espacio donde la gente pueda realizar reuniones con amigos y familiares, trabajar, jugar, comprar y crear. Los proyectos más ambiciosos proponen salas de trabajo completamente virtuales, o tiendas diseñadas a escala donde la gente además de poder obtener los productos que necesita, será capaz de vivir toda la experiencia de compra sin salir de su casa.

De hecho, Walmart ya se encuentra desarrollando una experiencia en realidad virtual para simular experiencias de compra en una tienda. Entonces, si hasta ahora tu rutina consistía en despertarte y vestirte con pants o jeans para ir a hacer compras, ahora escogerás entre un sinfín de opciones en un guardarropa digital para personalizar tu avatar y navegar los pasillos de una tienda que existe gracias a una serie de códigos. Lo más loco de todo esto es que al final del día tus compras serán tan reales como las del mundo de carne y hueso, es decir, toda la actividad que realices en el metaverso tendrá una consecuencia directa en la realidad. 

Esto será posible gracias a una serie de gadgets como guantes con sensores de movimiento y por supuesto, cascos de realidad virtual, además de un hardware un millón de veces más potente de los que están disponibles en el mercado, de acuerdo con Intel. 

¿La próxima revolución digital?

Entre el elevado consumo de energía que demanda el metaverso y sus ambiciosas metas, el proyecto ha recibido opiniones mezcladas. Por un lado, el desarrollo del metaverso además de ofrecer una alternativa al distanciamiento social y desarrollo a la economía, podría facilitar el trabajo y la educación.

Por otro lado, no podemos ignorar que, sin la infraestructura de red necesaria, el metaverso acabará por ser un patio de juegos virtual para los países ricos mientras que deja rezagados a aquellos en desarrollo. Además, tampoco hemos considerado factores como la protección de datos de los usuarios, quienes potencialmente compartirán contactos, rutinas e información bancaria dentro de este universo. Sobra decir, que la ciberseguridad de los usuarios ya le ha causado algunos dolores de cabeza a Facebook.

Aunque las empresas han expresado cierta conciencia sobre estos problemas, parece que, si bien tienen metas claras, no saben cómo llegar a ellas.

Por eso, aunque el metaverso me emociona tanto como a cualquier internauta, los contratiempos que puede enfrentar su desarrollo nos recuerdan que hemos subestimado la importancia de la conectividad; hemos olvidado que el punto de la digitalización es generar y compartir información en cualquier momento, a cualquier persona en el planeta. 

Si no planteamos estos problemas ahora, ¿entonces cuándo? El Metaverso es una propuesta que llegó para quedarse. Aunque hoy lo vemos con una mezcla de emoción y desconfianza, recordemos que tuvimos actitudes similares respecto al e-commerce, ¿y qué pasó? lo más probable es que la mayoría de las personas leyendo esto hayan comprado en línea al menos una vez en su vida. 

No se trata de huir de la tecnología, se trata de adaptarla a nuestras necesidades y poner al humano y su seguridad siempre al centro de sus objetivos.

Ana Peña, es directora de comunicación corporativa en Intel para las Américas.

revolución digital metaverso | Business Insider Mexico
Jonás Cortés | Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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