Roberto Báez

Roberto Báez

Juego de Percepciones

En los últimos días la llamada cultura de la cancelación en redes sociales alcanzó a una figura pública; ello tras un comentario que se hizo viral donde expresaba el país en el que prefería vivir. Además de las reacciones en contra, en esta ocasión aprecié también cierto hartazgo hacia la misma cancelación. 

La cancelación es algo así como la suma del boicot más “la ley del hielo”. Haces algo que es públicamente reprochable y así como ocurre en Los Simpson, una turba enardecida te alcanza para pedir que no compren tus productos, ni contraten tus servicios, además de condenarte al olvido, hasta que el tema resurge y se aviva la llama nuevamente. 

¿Será que hemos abusado del recurso de la cancelación al grado que a las personas ya no les importa? Figuras públicas y personas que transitamos por las redes sociales vemos todos los días situaciones susceptibles del escarnio, pero parece que ya es tan común que ha dejado de sorprendernos. 

Danna entre México y España

Hace unos días circuló en redes sociales un video que muestra a la famosa actriz y cantante Danna – hasta hace poco conocida como Danna Paola -, en una entrevista en la que su interlocutora lanza pares de conceptos o palabras y la cantante debe escoger uno de ellos. 

En una de las respuestas, que se hizo viral sin mucho contexto, Danna elige España en lugar de México. Las reacciones no se hicieron esperar, sobre todo en X, donde algunos usuarios comenzaron a criticar la respuesta de la cantante, incluso con ofensas y llamados a la famosa cancelación.

A Danna, en medio de la promoción de un nuevo disco, pareció no importarle o afectarle mucho el escándalo. Cuando fue cuestionada por un periodista sobre el incidente se limitó a decir “Viva México por siempre”, sin ahondar en el tema o dar mayor explicación, con esa declaración cierra el tema y a lo que sigue. 

Las reacciones

Los memes salieron de forma inmediata. Circularon imágenes donde se le comparaba con otras figuras públicas que en su momento han hecho declaraciones denostando a México, sus habitantes o elementos de su cultura, como Tiziano Ferro, Yahritza y Su Esencia o Ángela Aguilar, quien por cierto salió en defensa de Danna. 

Al día siguiente en un programa de entretenimiento, los cuatro periodistas en la mesa comentaban el incidente y la opinión se dividía; quienes estaban a favor decían que ella puede preferir vivir donde mejor le parezca y quienes estaban en contra decían que como figura pública debía cuidar estas declaraciones para evitar el enfado de la opinión pública y de sus fans.

Me llama la atención que una periodista en contra decía: “Es que la cancelaron, se le fueron muchísimos seguidores, la gente ya no va a comprar su disco”. Me quedé pensando: “¿Cuántos son “muchísimos seguidores”? La cantante tiene 7.3 millones en su cuenta de X, desconozco cuántos dejaron de seguirla tras este incidente, pero no sé si la cifra equivale a “muchísimos”. Respecto a las ventas del disco, habría que analizar más adelante el impacto. 

¿Hartos de la cancelación?

En algunos espacios de noticias de entretenimiento que comentaron el incidente, la reacción más bien fue de hartazgo por las famosas cancelaciones. Siempre ha sido importante lo que hacemos y decimos en términos de imagen pública, pero las opiniones políticamente incorrectas son un pase directo a la cancelación.

El tema de la libertad de expresión se puso en la mesa, algunas personas argumentaban que al final, Danna es libre de expresar dónde prefiere vivir aunque a la gente no le guste, no hiere ni lastima a nadie, solo a la susceptibilidad de algunas personas. Las personas comienzan a cansarse de la colección política y del exceso de hate salido de la nada. 

¿Se han topado con publicaciones en X que tienen a Lisa Simpson con un cartel que dice “Opinión impopular”? Regularmente estas tienen muchas interacciones por la polarización de opiniones sobre el tema en cuestión. Casi es un poco como el famoso “con todo respeto”, ya sabemos que después viene algo que será polémico, ¿será que necesitamos de estos escudos para descargar lo que queremos decir y no nos atrevemos?

Todos los excesos terminan por hartar y las cancelaciones pueden caer hasta el punto en el que pasen desapercibidas o se tomen como simples anécdotas sin trascendencia. La línea entre libertad de expresión y emitir ofensas o discursos de odio es tenue, pero cancelar en automático no es forzosamente la mejor opción.

¿Ustedes qué opinan? Compartan sus ideas conmigo en X donde me encuentran como @RobertoBaez. 

Cancelación en redes. Roberto Baez

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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