Ivonne Vargas

Ivonne Vargas

Laberinto Laboral

El salto de la preparatoria a la universidad es algo que muchos jóvenes dan al azar y poco informados. En México se estima que tres de cada 10 jóvenes se equivocan al elegir carrera debido a tres factores: escasa orientación en los centros de estudio, influencia familiar al elegir y por estereotipos sociales, de acuerdo con cifras del Instituto en Investigación en Psicología Clínica y Social.

Si menciono la frase “conoce tus aptitudes, personalidad y valores”, para elegir carrera, puede sonar a manual de autoayuda, pero la verdad, es necesario repensar esta frase y entender cómo se ayuda a los chicos a pensar en ello, porque se enfrentarán a un México marcado por la informalidad laboral (siete de cada 10 personas que se integran a la ocupación, lo hacen en este esquema), con un gran número de trabajadores por su cuenta, una cifra de desempleados jóvenes que no disminuye, entre otros muchos aspectos.  

Entonces, informarse es clave

“Elegí la carrera de administración por mi papá. Seré el encargado del negocio, porque en mi casa los hombres y no las mujeres cumplen con esto”, me compartió un joven que quería estudiar veterinaria.

No sé cuál fue su destino laboral, pero es casi inevitable que tarde o temprano se cuestionará sobre esta decisión. Es por lo que realizar un ejercicio de introspección, el cual pueden promover los papás desde la adolescencia, ayudar a ganar claridad sobre qué estudiar y dónde. 

La auto observación y el análisis, a través de preguntas sencillas, ayuda a identificar con qué tipo de actividades, contenidos, tareas, nos sentimos bien y por qué. También permite preguntar a quién ya pasó por esto ¿cómo ha vivido su experiencia laboral en cierta profesión o carrera técnica? Aunado a este ejercicio personal, que debe ser fortalecido por padres y orientadores profesionales, es de gran ayuda tener un mapa de cómo están las carreras en el país. Ningún mercado, mucho menos el mexicano, hay garantía de trabajar en lo estudiado, así que más vale entender cómo está constituida la oferta de carreras y que eso sea punta de lanza para visualizar qué depara el mundo profesional. 

En el país, solo medicina reporta un promedio de afinidad alto, esto significa que sus egresados trabajan en la formación universitaria que recibieron. Ocho de cada diez egresados de esta licenciatura lo hacen, en el resto de las carreras, particularmente las de ciencias sociales, esta relación es de dos de cada diez, según datos reportados por el Observatorio Laboral.

¿Dónde más investigar?

En esa tarea de averiguar cómo están las carreras, un aliado valioso son las cifras que publican sobre ingreso a las Instituciones de Educación Superior y movilidad laboral de los estudiantes en las carreras. 

En el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México, solo 1 de cada 8 aspirantes logra entrar a medicina (siguiendo con el ejemplo arriba mencionado). Representa la carrera con más solicitudes de ingreso, según se indica en el informe «Conoce tu Prospecto: análisis de admisiones UNAM 2020«,  elaborado por ICO, Inteligencia Creativa. 

Los datos referidos en este documento son ‘oro molido’, sea que se tenga en mente estudiar en la universidad pública o no, pues son un referente para entender que las Instituciones de Educación Superior, públicas y privadas, tienen un panorama complejo en cuanto a admisiones. La misma dificultad se da para el universo de estudiantes, que sufrió un impacto con la pandemia, traducido en disminución de solicitudes de ingreso para ciertas carreras, y el cual se describe en este análisis. 

Se desprende de este reporte una cifra a considerar: tan solo 12 carreras registran 60% de los aspirantes en el país: médico cirujano, derecho, psicología, administración, contaduría, arquitectura, enfermería, cirujano dentista, pedagogía, relaciones internacionales, medicina veterinaria y economía.  

Las tres  más solicitadas en la UNAM son médico cirujano, derecho y psicología (para tomar en cuenta si se tiene la mira en ellas). Otro de los hallazgos es la sección con carreras del futuro, en la que  figura ingeniería aeroespacial, que fue la de mayor registro en el número de aspirantes en 2020, con 808 personas y solo 10 seleccionados. 

Ubicar cuáles carreras presentan un descenso en matrícula, cuáles exigen más aciertos, qué opciones formativas dan cabida a menos y a más alumnos es data valiosa cuando se está en un proceso de selección. En talleres de orientación vocacional, siempre recomiendo a los padres de familia y jóvenes no perder de vista este tipo de datos, así como un análisis de rentabilidad para identificar lo que representaría invertir en ciertas carreras y escuelas, y en qué momento se puede dar un retorno.

Una mala elección puede generar un impacto emocional y financiero fuerte, por el tiempo y el recurso que se destinó al proceso, si se utilicen herramientas que abarquen varias dimensiones,  la selección puede ser mucho más exitosa. Es interesante conocer, por ejemplo, que en el caso de la UNAM, un aspirante con 100 aciertos o más puede quedar sin lugar en su opción elegida, mientras que otro con menor número de aciertos puede obtenerlo. Todo depende de la carrera y el campus solicitado. 

El reporte realizado por ICO, encontró que de un total de 1,015 estudiantes con 100 aciertos o más no lograron ingresar en la primera convocatoria y 1,725 no lo consiguieron en la segunda.

Covid impacta el deseo de seguir estudiando

La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) publicó en 2020 el informe de resultados de la Encuesta sobre experiencias de las comunidades educativas de Educación Media Superior durante la contingencia sanitaria por Covid-19.  El reporte destaca un dato alarmante: 2 de cada 10 alumnos de Educación Media Superior (EMS), el nivel previo a la educación universitaria, no tienen certeza si retomarán clases en medio de la pandemia, ni siquiera de forma virtual. 

Entre las razones más frecuentes para no volver están las dificultades económicas, Falta de ingresos suficientes en el núcleo familiar, pérdida de trabajo de uno o más integrantes del hogar, necesidad de asumir responsabilidades mayores, como el cuidado de familiares enfermos o con alguna discapacidad, entre otras. 

Angélica Buendía Espinosa, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y quien forma parte de los testimonios incluidos en el reporte de ICO, estima que  la deserción y el abandono escolar en las Instituciones de Educación Superior podría alcanzar dos dígitos en 2021. Sucederá en universidades públicas y privadas por igual. 

Veamos los datos al respecto:

Imaginemos un mercado donde el desempleo es una constante para más de 440,000 jóvenes en el país. Sin el desarrollo de competencias, ¿qué tipo de trabajo les espera? De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, en su reporte anual Compara Carreras, un egresado gana más que una persona que solo estudió bachillerato.  Pero además de la cuestión económica, que por su puesto es un factor de peso, me cuestionó ¿con qué herramientas puede defenderse un joven en un mercado laboral tan canibalizado? Sin tener opción a desarrollar habilidades y ganar un conocimiento formal en una carrera, ¿su futuro inmediato es medio subsistir en la informalidad? 

Si una herramienta puede ser el escudo para combatir en la jungla laboral, ésa es la educación. ¿Qué opina usted?

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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