Las pruebas laborales son una herramienta para contratar que existe desde hace décadas, pero se han actualizado con base en las necesidades de las empresas. Hoy, están aquellas que incorporan Inteligencia Artificial (IA) para detectar actos deshonestos, como la suplantación de identidad: imagina que ese candidato que parece perfecto, le pide a alguien más que conteste su prueba de evaluación o, una vez contratado, incumple con reglas de seguridad y lo justifica. O inventa rumores: en una empresa hay quienes tienen integridad y aquellos que no reparan en este concepto.
Bajo esta lógica, lo ideal es que las organizaciones tengan una prueba—puede ser virtual— y no se queden solo con la entrevista cara a cara. Es una herramienta para sustentar sus contrataciones y para prevenir riesgos.
Porque no hacerlo cuesta caro. 80% de los accidentes laborales en una empresa se relaciona con conductas inseguras por parte del colaborador. ¿Cómo cuáles? Distraer a otro empleado de sus tareas, obviar y no cumplir protocolos de seguridad; mal informar sobre los riesgos de cierta actividad.
Quisiera compartir esta cifra con Recursos Humanos (y con todos los managers): un accidente, producto de que al colaborador no le interese u olvide cubrir un protocolo, representa pérdidas, en el menor de los casos, de entre 2,500 a 10,000 dólares. Una falta grave asciende en costo hasta los 80,000 dólares.
La industria que genera 4 millones de empleos, pero tiene ‘focos rojos’ en seguridad
En torno a este tema de la honestidad, recientemente tuve acceso al Reporte Tendencias de Seguridad en diferentes Industrias, elaborado por MIDOT, firma enfocada en soluciones de evaluación de integridad y de seguridad laboral. Al hacer ‘zoom´ en sectores con gran representación económica, como es Conducción Vial (ligado a industria de autotransporte), resulta que las contrataciones están en nivel de ‘considerablemente riesgosas’.
Tal vez sea desconocimiento de las herramientas. Quizá temor a que ‘salga caro’. Pero más elevado en costo es un accidente laboral generado por no evaluar a quién “invitas a entrar a tu casa” y en qué tipo de riesgos puede colocar a la organización.
La industria de autotransportes genera 4 millones de empleos en el país, pues proporciona servicio a 71 actividades económicas en México, de acuerdo con cifras de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga. Pero el Reporte de MIDOT encontró que solo 17% de los candidatos que aplicaron a una prueba se ubicaron en un nivel “muy bajo de riesgo”.
Esto significa que 83% de los candidatos puede “meter a la empresa” en problemas por conductas indebidas como las mencionadas. En resumen, son escasos los operadores que cumplen un perfil profesional (en cuanto a experiencia) y que también denotan honestidad al ser evaluados.
En país existe una escasez de operadores, ese es otro punto. La encuesta Escasez de Talento de ManpowerGroup 2023, señala que esta posición es una de las más difíciles de cubrir. Más del 66% de los empleadores de Transporte, logística y automotriz reportan que no pueden encontrar el talento que necesitan. Es decir: una industria de 4 millones de empleos donde los operadores son escasos y de lo que se puede ‘echar mano’, un alto porcentaje presenta propensión a conductas indebidas que ponen en riesgo el negocio.
El punto es que llegar a esa conclusión. Tener una radiografía de los riesgos en el negocio, requiere evaluar. No es un asunto de Recursos Humanos solamente, si se trata de una pyme, el director puede recurrir a varias opciones de medición. Para este contenido analicé pruebas como IntegriTest, la cual arroja el riesgo potencial de una persona para cometer actos deshonestos. El punto es medir y hacerlo es más económico que pagar por un accidente laboral, por ejemplo.
Si como organización, ponemos métricas asociadas con la flexibilidad, con la rotación, con la diversidad, ¿por qué no evaluar si la contratación de una persona puede ser un riesgo potencial? Las cifras nos dicen que un candidato puede ‘maquillar’ lo qué es -como profesional- desde la elaboración de su CV. En 2022, al menos 100,000 candidatos fueron rechazados de un proceso de reclutamiento por no cumplir con los estándares mínimos de integridad. Además de las mentiras en los CV, cerca de 14,000 postulantes intentaron manipular las evaluaciones durante la etapa de selección.
Con base en estas cifras, y lo dejo como reflexión final: ¿no vale más prevenir que lamentar?
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