Rosalinda Ballesteros

Rosalinda Ballesteros

La Ciencia de la Felicidad

Dormir bien puede ser tu puerta al éxito. Suena exagerado, pero no lo es tanto.

En septiembre pasado platicábamos, Carlos Ordoñez y yo, con el psiquiatra Arturo Garza Vargas sobre las bondades y problemas que provocan el bien o el mal dormir, y aunque no es nuevo, no deja de sorprendernos.

El doctor nos compartió datos de estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que revelan que con la pandemia el 50% de la población adulta tiene alteraciones de sueño, pero en los adolescentes este porcentaje se eleva a 70%. Tremendo, ¿no?

¿Cómo afecta el no dormir bien en la vida cotidiana?

Pues la gente no rinde igual en la escuela o en el trabajo, hay mayores riesgos de accidentes, los episodios de mal humor pueden estar más presentes, pero también se altera la salud en el corto y largo plazo. Puede propiciar obesidad, diabetes, males del corazón o accidentes cardiovasculares.

En cambio, con un cerebro descansado podemos dar el mejor rendimiento cognitivo y afectivo. Tenemos mayor capacidad de poner atención, de retener información, de hacer proyectos de manera más creativa y productiva.

Así que lo importante es ir temprano a la cama y dormir bien.

¿Cómo le hacemos para lograr dormir bien?

Un tanto escéptico, pero con mucha razón, el doctor Garza asegura que para lograrlo debe operar la sabiduría interna, el deber ser. Si no confiamos en los resultados que obtendremos de dormir bien, no vamos a irnos temprano a la cama

Su fórmula es muy sencilla y es la siguiente:

Duérmete a las 10:30 de la noche. Deja de tomar gaseosas, café; no hagas ejercicio ya tarde. No tomes alcohol en la noche, y si tomas, muy poquito y no lo hagas un hábito para inducir el sueño. En la cama, no veas el celular, la televisión, y utilízala para lo que es: dormir o gozar de tu sexualidad.

Lamentablemente, en la práctica muchas personas y hasta pacientes con alteraciones del sueño no hacen caso.

Carlos y yo coincidimos en apoyar la sabiduría interna de las que nos habló el doctor Garza, con ciertos incentivos.

Por ejemplo, a uno de mis hijos mayores le motivó mucho saber que el sueño le ayudaría a alcanzar su potencial de crecimiento, así que mejoró sus hábitos para ir a la cama, descansar y crecer.

Los que hacen deporte, aunque no lo crean, rinden mejor si van bien dormidos a practicar la actividad que más les gusta.

También podemos construir ritos para dormirnos. Unas dos horas antes del horario señalado podemos (y debemos) dejar de mirar pantallas luminosas, tomar un té relajante, bajar el ritmo de nuestras actividades y todas las recomendaciones del doctor Garza. Nuestro cuerpo empezará a relajarse y enterarse que ya vamos a la cama.

Créeme que tal vez te cueste trabajo los primeros días porque tienes desajustadas tus horas de sueño, pero cuando duermas entre las seis u 10 horas (las que te pida tu cuerpo), harás con mucha alegría, creatividad y energía tus labores cotidianas, y seguramente hasta en menos tiempo.

En el Wellbeing 360, del Instituto de Ciencias del Bienestar y la Felicidad, que se llevó a cabo en octubre, expertos en la materia hablaron más de este tema.

Así que a la cama y adelante, “sin miedo al éxito”.

Correo: bienestaryfelicidad@servicios.tecmilenio.mx

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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