Rosalinda Ballesteros

Rosalinda Ballesteros

La Ciencia de la Felicidad

La inteligencia artificial no deja otro camino a los líderes que forjar conexiones más profundas con la humanidad, hablo de la propia y la ajena.

Daniel Granatta, creativo y experto en negocios, considera este como el único camino para triunfar en el nuevo panorama que nos abren las nuevas tecnologías.

A estas alturas del siglo, para nadie es novedad que muchos puestos de trabajo podrían incluso desaparecer con el uso de la inteligencia artificial u otro tipo de tecnología.

El Foro Económico Mundial estima –en su Informe sobre el Futuro del Empleo 2023– que 23% de los puestos globales sufrirán fuertes cambios por la revolución que vive la industria.

Hay puestos que no sufrirán ningún cambio porque sencillamente casi no usan ni usarán las nuevas tecnologías, como sucede con muchas tareas de la agricultura.

Sin embargo, actividades rutinarias y repetitivas de sectores industriales y de servicios se verán más afectadas por estos cambios. 

Hay otro grupo de tareas que, por el contrario, no sólo no desaparecerán, sino que podrán mejorar su desempeño significativamente si saben aprovechar estas nuevas herramientas.

Por último, me falta mencionar aquellas actividades que necesitan de mucha interacción personal y que por lo tanto no estarán sujetas a cambios.

Las actividades de liderazgo quedan enmarcadas en este grupo.

¿Cuál es el reto de incorporar la inteligencia artificial con más humanidad?

Si bien muchos líderes tendrán que manejar las nuevas tecnologías para sus tareas ejecutivas, en la parte específica de dirigir sus equipos de trabajo la interacción personal no sólo se mantendrá, sino que tendrá que ser más intensa y cuidadosa.

Granatta estará en nuestro Wellbeing 360 del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral del 26 y 27 de octubre, en la CDMX, al que te podrás conectar gratis en aquí.

Él advierte que las conexiones humanas deberán ser más profundas. No puedo estar más de acuerdo.

Como promotores de un liderazgo de bienestar, desde hace años venimos proponiendo una actitud más humana y positiva de quienes dirigen personas.

Considero que hay un déficit general de líderes capaces de apreciar las fortalezas de sus colaboradores, en lugar de sus defectos; que sean agradecidos, compasivos o que practiquen el perdón; que generen energía entre la gente que los rodea.

Con el uso cada vez más cotidiano de la inteligencia artificial muchos de los puestos que hoy dirigen se pueden ver afectados y el estado de ánimo de la gente también.

Los equipos necesitarán de señales claras sobre el rumbo que tomará su industria, la organización, los líderes y los propios compañeros de trabajo; brotarán inseguridades, distracciones, pero también oportunidades.

Los buenos líderes, los líderes con un enfoque de bienestar, serán quienes lleven a las organizaciones a un óptimo nivel de desempeño y competitividad, pero que también guiarán a sus colaboradores a redefinir y hallar aquellas tareas donde aporten mayor valor.

Hay sectores, empresas o puestos de trabajo específicos que esta realidad ya les llegó. Sin embargo, todavía una gran mayoría tiene el chance de prepararse para beneficiarse de los cambios tecnológicos. 

Nos va afectar a todos, a la industria, al mercado, a nosotros, al de al lado y al de enfrente. Esta transición debe servir para que la inteligencia artificial la usemos en mejorar nuestra humanidad.

ante la inteligencia artificial, más humanidad | Rosalinda Ballesteros

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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