Ivonne Vargas

Ivonne Vargas

Laberinto Laboral

Tener un jefe que permita hacer lo que quieras y que nunca, o pocas veces, da retroalimentación puede sonar ideal, sobre todo al trabajar desde casa. Pero resulta que los managers con un liderazgo ausente son más perjudiciales y también, que es el tipo de dirección que predomina en la actualidad, de acuerdo con ocho de cada 10 empleados que participaron en la encuesta global ‘The Listening Project’, de la firma The Harry’s Poll. 

La encuesta, que se llevó a cabo entre 30,000 personas en 27 países, cita que 63% de los empleados asegura que sus líderes no están preparados para generar un contacto personal-profesional con las personas. “No se preocupan por lo suceda con los demás, solo piensan en salvar sus resultados”, señala 62% de los entrevistados. 

Los líderes ausentes tienen un perfil bajo, rompen con la colaboración y descontrolan los resultados 

Aun con ese tipo de impacto, el liderazgo solitario rara vez es objeto de estudio o un problema en el que la empresa actúe rápidamente. La razón es que se prioriza dar resultados a tener equipos de trabajo unidos, menciona Estela Ortega, coautora del libro «Asertividad en el trabajo». 

Explica que estos jefes se caracterizan porque defienden o repiten continuamente el ‘peso’ de su cargo, aunque psicológicamente estén ‘ausentes’ de lo que implica dirigir. Disfrutan de los privilegios y recompensas de ser responsables de un equipo, lo cual no significa que actúen como verdaderos guías. 

“Es el perfil de quien deja que un problema se quede sin solución de manera eterna. Puede ser un jefe -en apariencia- sumiso”, retrata Ortega en su obra.

Entonces, ser ignorado o que nos dejen actuar a nuestras ‘anchas’, aunque suene tentador, es más dañino que recibir un trato con autoridad y un feedback con el cual no se coincide.  

Si se trabaja con un jefe como el descrito, sugiero dar un vistazo al esquema de comunicación propuesto por Estela Ortega en esta obra. Considera que los mensajes deben platearse así:

  • Hay que tener una descripción precisa del comportamiento del jefe o colega y plantear qué produce esto; qué resultados surgen cuando no hay comunicación. 
  • Describe las repercusiones o consecuencias de una actitud así en tu vida laboral. 
  • Haz una petición clara de los deseas que se modifique. Por ejemplo: “me gustaría que la comunicación fuera de tal maneara y por qué”. 

El liderazo ausente reduce la satisfacción laboral y esto puede cambiar con comunicación y colaboración digital 

La autora de esta idea es Blanya Corral, ex Chief Human Resources Officer (CHRO, por sus siglas en inglés), de Nissan, con quien he tenido oportunidad de charlar varias veces, y de manera reciente en su participación en el foro ‘Recursos Humanos en Acción’, organizado por la firma Sodexo. 

Ante la “montaña rusa de emociones” que se vive en jefes y empleados, resultado del impacto de la pandemia, la ex directora propone un modelo de colaboración enfocado en mejorar la productividad, a través de estos puntos:

1. Hay que pensar que las bases de colaboración entre managers y colaboradores siguen siendo las mismas.

Lo único que cambia es el entorno y la plataforma a través de la cual se desarrolle el trabajo. Lo importante es aprender a coordinarse, es decir, que ambas partes estén alineen sus esfuerzos y se coordinen de manera integral para obtener resultados. 

Tratar de ir más allá de lo que me corresponde para anular al otro, no permite que  las responsabildades sean claras y, por tanto, los objetivos en común se rompen”, cuenta la ex CHRO. 

2. El segundo nivel de una buena comunicación, en estos momentos, es la cooperación.

Esto es la suma de esfuerzos entre todas las personas para generar balance con dos elementos muy importantes: la voluntad personal y la fuerza del equipo. “Cooperación implica que yo asumo mi parte, pero estoy  al pendiente de cómo cada quien suma a un propósito común”, agrega.

3. Para fomentar una mejor relación con empleados es necesario co-crear.

Esto quiere decir, aprender juntos como jefes y colaboradores, y desarrollar jugadas y acciones en la medida que los desafíos se presenten. “Que cada uno intervenga con lo que sabe para que, al final, el resultado sea de todos”, comenta Blanya Corral. 

Actualmente hablamos de una comunicación que requiere un enfoque completamente diferente. Imaginemos al líder que, hoy, tiene parte de su equipo laborando de manera presencial, mientras los otros empleados están de manera remota.

Hay que conectar y asegurar que todas las personas tienen el mismo entendimiento, información y herramientas para actuar ante un desafío. 

¿Este es el esquema que vives en tu trabajo, o están en la etapa de la ausencia? Cuéntanos. 

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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