En 2021, el mercado cripto estaba en plena fiesta alcista y Bitcoin registró su máximo histórico de 68 mil dólares. Una expresión se volvió habitual: «To the Moon» (a la luna), acompañada del emoji de un cohete en ascenso. Ese cohete se volvió el santo y seña de los cazadores de tendencias, la declaración de que el precio de una criptomoneda iba a dispararse y que había que invertir de inmediato. Era la cara feliz de la volatilidad.
Pero llegó el 2022 para bajarlos a tierra. Ese ‘crash’ demostró que la falta de respaldo del modelo tradicional de las criptomonedas tenía grandes limitaciones y que el mercado debía buscar otras opciones para mantenerse en el tiempo. Aunque aún con vaivenes, las criptomonedas han demostrado una gran resiliencia: el 97% de los usuarios confía en ellas como vehículo de inversión y el 55% las considera una estrategia de creación de riqueza a largo plazo. Como resultado, el mercado mundial de criptomonedas, que fue valorado en 1.490 millones de dólares en 2020, alcanzará los 4.940 millones de dólares este año.
El éxito de las stablecoins puso en evidencia que el aval en activos reales no era sólo una alternativa, sino una necesidad. No es casualidad que la mayor stablecoin en volumen de operaciones y capitalización bursátil, con un 68% de la cuota de mercado, esté respaldada por moneda fiduciaria y bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Se trata de la transformación natural de un mercado que deja atrás las deficiencias de los primeros jugadores para darle la bienvenida a las criptomonedas de nueva generación, donde se unen el valor intrínseco de los activos físicos con el enorme potencial de la tecnología blockchain.
La diversificación como llave de la solidez
La creación de un portafolio diversificado como respaldo forma parte de esas ideas fundamentales de los criptoactivos de nueva generación como Unicoin, la criptomoneda que diseñamos sustentada por activos reales. La diversificación nos permite equilibrar los riesgos y nos acerca a oportunidades competitivas en mercados tan diferentes como las acciones en compañías en crecimiento, los bienes raíces y la minería.
El cobre está emergiendo como un mineral estratégico. Estados Unidos lo incluyó en su lista de materiales críticos y, por su rol medular en las baterías y cables para sustituir el petróleo por energías renovables, su demanda crecerá a 600% en 2030. Es por eso que en Unicoin concretamos la mayor operación mundial de compra de propiedades por criptomonedas: una mina de cobre por el valor de 210 millones de dólares.
Este hito demuestra que el futuro de las diferentes industrias va girando hacia su intersección con cripto y denota la confianza de los inversionistas en las criptomonedas. Si examinamos la historia de este mercado, vemos que un memecoin, creado como una broma en 2013, alcanzó una valuación de 85,000 millones de dólares en 2021. Por ello entendemos que una moneda digital que tenga un modelo de negocios superior, transparente y con respaldo en activos reales tiene amplias posibilidades de sobrepasar por un gran margen el rendimiento de sus predecesoras.
En esta oportunidad, «To the Moon» es el resultado de la planificación, de un plan de negocios sólido y de la transparencia, porque al final la preparación es la diferencia entre tocar la luna para caer estrepitosamente y hacer de las ganancias nuestro lugar de residencia.
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