Silvina Moschini

Silvina Moschini

Crypto Insider

La caída de las tres figuras fuertes de la industria cripto ha redefinido el perfil y  el horizonte de todo el ecosistema y lejos de debilitarlo, lo impulsa hacia un escenario que pone las reglas en el centro.

El mercado de las criptomonedas es, por definición, jóven y disruptivo. Surgió discretamente en 2009 de la mano de Bitcoin y gradualmente se fue perfeccionando a medida que los usos y posibilidades de la tecnología blockchain mostraban músculo y eficacia en un camino inevitable de prueba y error.

Bajo ese ritmo de imparable innovación, personalidades como Do Kwon (Terra Luna), Sam Bankman-Fried (FTX) y Changpeng Zhao (Binance) adquirieron relevancia propia y, particularmente en el caso de los dos últimos, impusieron su lógica a las plataformas de intercambio de criptodivisas. 

En los últimos dos años, sin embargo, los tres han quedado fuera de juego. Los casos de Do Kwon y Bankman-Fried fueron lo suficientemente graves como para llevarlos frente a los tribunales mientras que la salida de Zhao de Binance dejó claro para los analistas que “aunque las criptomonedas en sí mismas pueden no tener fronteras, a las empresas de criptomonedas les resultará cada vez más difícil operar fuera de límites geográficos o legales”.

De los jugadores a las reglas

El dictamen del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Binance mostró que a los grises legales puede haberles llegado su hora y que en adelante todos los jugadores del mercado deberán moverse con mayor cautela.

Entretanto, los expertos advierten que retrocede el mito de que Bitcoin y otros criptoactivos no deben ser regulados mientras se subraya que, como en todo ecosistema en formación, la regulación sigue indefectiblemente los pasos de la innovación.

Esa lógica se verifica cada vez más en el tablero global de las criptomonedas, que muestra indicadores consistentes: durante el 2023, 42 países discutieron marcos normativos para las criptomonedas y más de la mitad de ellos los aprobó.

En el caso del G20 y los mayores centros financieros del mundo, el porcentaje de países con legislaciones “cryptofriendly” llega al 83% e incluye el marco común europeo que, por sí mismo, abarca a 27 países. 

En Washington mientras tanto, la perspectiva de aprobación de los fondos de cotización de bolsa que siguen el precio de Bitcoin (los llamados ETF Bitcoin) sigue latente y genera expectativas razonables.

Uno de sus aspectos más trascendentes es que le ofrecen a los inversores una manera más accesible de invertir en bitcoin, eludiendo la compra directa de la criptodivisa (es decir, despreocupándose de los desafíos prácticos) pero sin perder el rastro de su evolución. 

La conjunción de todos estos factores le está cambiando la cara al mundo cripto y estoy convencida que a lo largo de 2024 seguiremos viendo señales positivas de maduración de la industria. 

Se trata de un tablero ampliado y renovado en el que las individualidades van perdiendo el brillo del “mainstream” a medida que el foco se desplaza hacia el funcionamiento del juego y no tanto a sus más controvertidos jugadores.

cripto 2024

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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