Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

La ola de detractores de las energías renovables culpa de cualquier crisis energética al crecimiento de las energías renovables. Como si cualquier aumento de precios en la electricidad o indisponiblidad de energía eléctrica fueran resultado de la influencia directa de la integración de energías renovables a las redes. Esto no es solo falso, sino que aquellos que se aferran a este argumento están mostrando una explicación muy somera a las dinámicas de los mercados de la energía. 

Un ejemplo. En febrero del año pasado, en Estados Unidos se registraron los precios más altos de gas natural, un millón de BTU —la unidad de medida para la comercialización de gas. En Henry Hub el 17 de febrero de 2021 se cotizó en cerca de 24 dólares. Y en Houston Ship Channel alcanzó los 400 dólares por millón de BTU. La indisponibilidad de gas se explicaba porque se habían congelado los ductos de gas y por lo tanto, se encarecieron los precios de la electricidad. En consecuencia, hubo, en algunos casos, cortes al suministro eléctrico por racionamiento de energía.

¿Por qué se culpa a las energías renovables? Pues de acuerdo con los defensores de las fuentes convencionales de energía, en buena medida por que ahora hay muchas plantas eólicas. Entonces han cerrado plantas de petróleo, carbón y nucleares y, por lo tanto, de no existir estas plantas, habría suficiente energía —aunque sea sucia— cuando se “congela” el gas natural.

La realidad es que el gas natural no se congeló. Para que el gas natural pase de estado gaseoso a líquido se requiere, además de presión, una temperatura de -162ºC. Mientras que para pasarlo a pellets sólidos se requiere una temperatura de -192ºC; eso es más del doble de la mínima temperatura registrada en la superficie de la tierra en la Antartida que es de -89ºC.

La crisis energética actual que ha impulsado al alza los precios de la gasolina, gas LP, gas natural, queroseno, carbón y combustóleo no es una crisis energética a causa de las energías renovables, por el contrario. Las energías renovables ayudan a dismiuir la dependencia de las fuentes fósiles de energía en momentos críticos. En México, el 15 de febrero, gracias a fuentes solares y eólicas, se evito que los apagones fueran más críticos.

Sin embargo, los defensores de las fuentes convencionales han utilizado esta situación en contra de las renovables culpandolas del cierre de plantas convencionales. Algo así como culpar a Netflix por la escasez de DVDs a nivel internacional porque ya casi no hay productores de DVDs. O culpar a Apple por la falta de oferta de blackberries toda vez que ya no hay suficiente demanda. 

Recientemente, este mismo argumento se está utilizando en Europa y se culpa a las fuentes renovables. Esto, porque tras el aumento de los precios de gas natural, han tenido que prender de nueva cuenta plantas previamente cerradas de carbón o combustóleo. No obstante, la responsabilidad no son de las fuentes renovables, sino de las dinámicas del mercado de gas natural, las restricciones a la producción de petróleo establecidas por la OPEC y el gran apetito mundial liderado por China tras la pandemia de Covid-19. 

Así que no se dejen engañar, la causa de la actual crisis energética no es de las energías renovables. Es más, si no hubiera crecido la capacidad de energías renovables en el mundo en los últimos años, habría más presión del lado de la demanda de gas natural, gas LP y otros combustibles. 

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Jonás Cortés|Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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