Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

El 4 de abril se presentó el más reciente reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés). En respuesta, el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, lanzó en su cuenta de twitter la siguiente declaración: 

“El último reporte del IPCC es una letanía de promesas climáticas rotas. Algunos líderes de gobierno y empresas están diciendo una cosa, pero haciendo otra. Están mintiendo. Es tiempo de parar de quemar nuestro planeta”, se lee.

El tono del secretario muestra que detrás de todas las grandes promesas del cambio climático, poco se ha convertido en realidad respecto a mantener a raya el incremento de la temperatura media de la Tierra. Esto es a lo que llama las promesas climáticas rotas de los gobiernos y empresas.

¿Por qué se habla de promesas climáticas rotas?

El reporte del IPCC muestra que las emisiones de gases de efecto invernadero mantuvieron su crecimiento acumulado en el periodo de 2010 a 2019. Incluso, en esta década las emisiones promedio fueron mayores que cualquier otra década en el pasado. Sin embargo, se reconoce que la tasa de crecimiento fue menor en comparación con la década de 2000 a 2009.

El crecimiento, no obstante, se ha dado en todos los sectores desde las emisiones de las áreas urbanas hasta en los procesos industriales, pasando por generación eléctrica y suministro de combustibles; transporte, construcción y el sector agrícola. Se reconoce también que la intensidad energética por unidad de PIB global ha disminuido 2% entre 2010 y 2019. Esto significa que se han implementado algunas mejoras en materia de eficiencia energética, principalmente en iluminación y algunos procesos industriales.

En suma, la tendencia global muestra que los compromisos nacionalmente determinados en el marco del Acuerdo de París son insuficientes. Por ello, no solo la meta de mantener el calentamiento global por debajo del 1.5ºC más que en los niveles preindustriales ya no posible, sino que también se pone de manifiesto que de no actuar rápidamente para 2030 el calentamiento medio de la tierra podría superar los 2ºC.

Los escenarios modelados por el IPCC, los más probables, no son nada halagüeños. Uno de ellos, el tendencial donde no existen políticas de transición y mitigación y no se cumplen ninguno de las metas nacionalmente determinadas podría incrementar un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030.

Si se cumplieran las primeras metas nacionalmente determinadas derivadas de la entrada en vigor del Acuerdo de París, todavía podrían incrementarse las emisiones un 50% en 2100 y, aun en su mejor escenario, podrían disminuir un 50% en el mismo periodo, considerando que se cumplen sin falta todas las metas. En cualquier caso, en estos tres escenarios, la temperatura media de la tierra subiría entre 2.5 ºC y 4 ºC.

Consecuentemente, el grito desesperado del Secretario General es que no se están tomando medidas reales para combatir el cambio climático toda vez que para mantenernos entre 1.5 ºC y 2 ºC se requieren medidas más extremas de descarbonización, cambio de patrones de producción y consumo y mayor inversión a nivel global, lo que no está ocurriendo o bien no a la velocidad deseada. 

De tal forma que, para Guterres, mienten los gobiernos y las empresas respecto a sus compromisos para mitigar el cambio climático. De ser así, tendremos que reconocer que no se alcanzarán los objetivos, que las promesas están rotas y que no podemos mitigar el cambio climático, lo que nos queda, entonces, será planear para una dura etapa de adaptación a los efectos adversos de un mundo que se está quemando.

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Brenda Peralta / Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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