- Indra Nooyi redactó 400 cartas personalizadas de agradecimiento a sus padres, para que conocieran lo importante que era el trabajo de sus hijos para ella y para PepsiCo.
- Cada carta contenía dos párrafos muy personales sobre el empleado, por lo que todos los padres recibieron palabras muy emotivas.
- Esta acción generó una relación entre los padres de los empleados y fortaleció la que existía con las personas que le reportaban en la empresa.
A mediados de la década de los 2000, Indra Nooyi hizo un viaje de Estados Unidos a su natal Madrás, India. Era la primera vez que volvía a casa tras su nombramiento como CEO de PepsiCo, el segundo productor de alimentos y bebidas más importante del mundo (por ingresos).
Un día, su madre le pidió que se arreglara antes de las 8 de la mañana.
«Le dije que estaba de vacaciones y quería dormir hasta tarde, pero me dijo que la obedeciera. Así que lo hice. Entonces, comenzó a llegar; era una fila interminable de familiares y amistades. Me miraban, me saludaban y luego iban con mi madre y la felicitaban porque gracias a ella yo me había convertido en CEO y había enorgullecido a la familia, a la ciudad, al país.»
Tras observar la situación durante un tiempo, Nooyi decidió replicar esta práctica de su familia en India —un país donde la unión familiar es central para la sociedad y el papel de los padres en la formación de los hijos es venerado— con las personas a su cargo.
«Noté que así como ellos agradecían a mi madre el regalo que era mi persona, yo nunca había dado las gracias a los padres de mis altos ejecutivos por el regalo que eran sus hijos, que tanto éxito me habían dado», relató durante su participación en el evento México Siglo XXI, de Fundación Telmex-Telcel.
Indra Nooyi redactó 400 cartas personalizadas de agradecimiento
Al volver a Estados Unidos, Nooyi puso manos a la obra.
«Me pregunté cómo podría escribirles, porque no podía ser una carta cualquiera. Tenía que estar muy bien pensada. Así que pensé en cartas para quienes me reportaban directamente, como unas 15 personas. Luego les escribí a los siguientes dos niveles de empleados. En total escribí unas 400 cartas», contó.
Las misivas iban dirigidas a las parejas de sus empleados y a sus padres, para que conocieran lo importante que era el trabajo de sus hijos para ella y para PepsiCo.
«Básicamente fueron dos o tres párrafos iguales para todos, en los que expliqué el motivo de la carta, seguido por dos párrafos muy personales sobre el empleado y luego un párrafo para cerrar. Así, todos los padres recibieron una carta muy personal», dijo.
Además, envió una copia de la carta a sus empleados, para que pudieran traducirla en caso de que sus familiares no hablaran inglés.
“Yo no quería que se asustaran. No quería que recibieran una carta en inglés y pensaran: ‘¡Cielos, algo pasó con mi hijo o hija!’”.
Las cartas cambiaron la dinámica… y dejaron a las familias de su equipo muy felices
Tras enviar las cartas, Indra Nooyi asegura que la dinámica entre ella y las familias de sus colaboradores cambió. Se generó una relación independiente entre los padres, que se comenzaron a escribirle para agradecerle, y se fortaleció la que existía con las personas que le reportaban.
“Un empleado me dijo ‘Indra, mi madre ya falleció y mi padre vive en un edificio de departamentos. Hizo 100 copias de la carta y se paró en la entrada del edificio. A cada vecino que entraba, le daba una copia y le decía: ‘Quiero que veas cómo se expresa la presidenta y CEO de Pepsico de mi hijo’”, recordó.
Tras la experiencia, Nooyi recomienda a los CEOs y a personas que están en puestos de liderazgo aplicar esta estrategia. «Cambia la dinámica por completo e involucra al empleado con la compañía», dijo.
Indra Nooyi fue la primera persona no estadounidense y la primera mujer en ocupar el puesto de mayor autoridad en la empresa. Se retiró en 2019, tras 24 años en la compañía
