¿Ya fueron a ver Barbie al cine? Apenas hace unas horas la esperada película, basada en la muñeca más famosa del mundo, llegó desde Hollywood a la pantalla grande en todos los rincones del mundo… o casi a todos.
Pero la llegada de Barbie no ha quitado la atención de otra nota muy importante, que tiene varios días acaparando la atención de los medios: la huelga del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA), a la cual recientemente se sumó el Sindicato de Actores de Cine.
Ambos acontecimientos representan situaciones completamente diferentes, pero tienen en común que han puesto los ojos del mundo nuevamente en Hollywood. En el juego de percepciones en el que nos movemos todos los días, la llamada “meca del cine” juega un rol fundamental en la influencia que ejerce en el mundo.
Hollywood y el soft power
El concepto de soft power se acuñó en los noventa, generalmente utilizado en el estudio de las relaciones internacionales. Se refiere a la influencia de un actor político para incidir en las acciones o intereses de otros actores, a través de medios culturales e ideológicos.
Durante muchos años se explicó la hegemonía de Estados Unidos en el mundo pos Guerra Fría, por una combinación de hard power (recursos económicos y capacidad militar) y soft power, donde Hollywood jugaba un papel central para extender el american way of life.
Un ejemplo clásico es la película Rocky IV de 1985, donde el famoso personaje interpretado por Sylvester Stallone derrota a un boxeador ruso, enalteciendo durante toda la trama los valores estadounidenses. ¿Qué tanta influencia sigue teniendo Hollywood en la vida del mundo?
Barbie y el mapa
La llegada de la película de Barbie en verdad ha causado furor. Una de las muchas notas que ha generado la expectativa, fue la aparición en una escena de un dibujo que fue acusado de representar al “mapa de las nueve rayas”, el reclamo del gobierno de Pekín en aguas disputadas del mar de China Meridional. En pocas palabras, se culpó a Barbie de estar del lado de China.
La película fue vetada en Vietnam, el cual es uno de los países en la disputa, mientras Filipinas anunció que sí la transmitirá pero con esa parte “desenfocada”. Incluso el senador texano Ted Cruz acusó a la película de alimentar a la audiencia con ‘propaganda comunista china’. Probablemente se requiera de “Barbie embajadora” para solucionar estas controversias.
Otro tema que ha generado mucha conversación es el enfoque feminista y el empuje progresista que se dice ha dado Hollywood hacia este y otros temas. La ola rosa ha recorrido el mundo con un despliegue de relaciones públicas en verdad impresionante, al final ha logrado que hablen de ella en todos lados multiplicando su visibilidad.
Fran Drescher y la IA
Y mientras algunos se preocupaban por la cancelación de la gira publicitaria de Barbie debido a la huelga de actores en Hollywood, Fran Drescher, nuestra entrañable “Nana Fine”, encabezaba las protestas en favor de guionistas y actores.
Drescher trajo a la mesa, entre otros temas, uno que a muchos nos tiene ocupados: la regulación de la Inteligencia Artificial (IA) en beneficio de los trabajadores. ¿Es la primera que habla sobre esto? No, pero su imagen ha dado la vuelta al mundo y ha puesto los ojos en ella y en el tema, ha potenciado su visibilidad.
No se le resta crédito a las huelgas que han existido en el mundo para la reivindicación de los derechos laborales, pero si se trata de llamar la atención, Hollywood tiene los reflectores. A la voz de Drescher, se han sumado otras como las de Mark Rufallo, Hilary Duff y Jason Sudeikis, personas a las que la gente quiere y escucha. Un poder que ya sobrepasa lo “soft” y que ha puesto a pensar al resto del mundo.
Es importante estar al pendiente de los acuerdos a los que llegue Drescher y el sindicato al que representa, tal vez los trabajadores de muchas industrias podamos aprender de ellos. La lucha de “la Niñera” bien valdría una Barbie líder sindical basada en su imagen, que también le de la vuelta al mundo para inspirar a más niñas y niños.
Lo que ocurre hoy en Hollywood habla de una muestra de la influencia que sigue ejerciendo en el mundo, ya no solo el soft power, en el contexto de la Guerra Fría para extender los valores y la cultura de un Estado, sino como referente para otros temas como la necesidad de regular la IA, algo que como humanidad nos afecta. Hollywood no está parado, está más activo que nunca.
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