- Robin Geoulla tenía dudas sobre la tecnología del Autopilot de su Tesla Model S cuando lo compró en 2017.
- Muy pronto sus temores cobraron sentido, pues fue víctima de un accidente mientras esta función estaba activada.
- Además de este accidente hay otros 12 que están bajo investigación, la mayoría se han dado bajo condiciones de poca visibilidad.
Robin Geoulla tenía dudas sobre la tecnología de piloto automático (o Autopilot) de su Tesla Model S cuando compró el automóvil eléctrico en 2017.
«Me daba un poco de miedo, ya sabes, confiar en él y simplemente, sentarme y dejar que conduzca«, dijo a un investigador estadounidense. También describió su aprensión inicial sobre la tecnología.
Geoulla habló con el investigador en enero de 2018, días después de que su Tesla —con el Autopilot activado— se estrelló contra un camión de bomberos desocupado que estaba estacionado en una carretera interestatal de California.
Reuters no pudo ponerse en contacto con él para obtener más comentarios.
Geoulla ya había notado algunos problemas con el Autopilot de su Tesla
Con el tiempo, las dudas iniciales de Geoulla sobre el Autopilot se disiparon y lo encontró fiable cuando seguía a un vehículo delante de él. Pero notó que el sistema a veces parecía confundido con la luz directa del Sol o cuando un carro delante de él cambiaba de carril, según la transcripción de su entrevista con un investigador de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
Antes de chocar por detrás con un camión de bomberos, estaba conduciendo con el Sol de frente, dijo al investigador.
El diseño del piloto automático permitía a Geoulla desentenderse de la conducción durante su viaje; y sus manos podían estar fuera del volante durante los casi 30 minutos en que se activó la tecnología, según la NTSB.
La agencia estadounidense —que hace recomendaciones pero carece de poder— instó previamente a los reguladores de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) a investigar las limitaciones de Autopilot. También pidió ahondar en el posible mal uso por parte del conductor y los riesgos de seguridad tras una serie de accidentes (algunos de ellos mortales) en los que se vio involucrada la tecnología.
«El pasado demostró que el enfoque se ha centrado en la innovación por encima de la seguridad. Y espero que estemos en un punto en el que esa marea esté cambiando», dijo a Reuters la presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, en una entrevista.
Homendy dijo que no hay comparación entre el Autopilot de Tesla y los sistemas de piloto automático más rigurosos usados en la aviación. Ya que estos implican pilotos entrenados, reglas que abordan la fatiga y pruebas de drogas y alcohol.
Tesla no respondió a preguntas escritas para este artículo.
El piloto automático es una función avanzada de apoyo al conductor cuya versión actual no hace que los vehículos sean autónomos, dice la compañía en su sitio web. Tesla dice que los conductores deben mantener las manos en el volante y el control de sus vehículos antes de activar el Autopilot.
La mayoría de los accidentes con el Autopilot de Tesla ocurrieron en condiciones de visibilidad limitada
El accidente de Geoulla en 2018 es uno de los 12 en los que está involucrado Autopilot. Los funcionarios de la NHTSA los examinan como parte de una investigación de mayor alcance de la agencia, desde que Tesla introdujo el sistema en 2015.
La mayoría de los accidentes que se están investigando ocurrieron después del anochecer o en condiciones de visibilidad limitada. Por ejemplo, la luz del Sol deslumbrante, según una declaración de la NHTSA, documentos de la NTSB e informes policiales revisados por Reuters.
La situación plantea dudas sobre las capacidades de Autopilot en condiciones difíciles, según los expertos en conducción autónoma.
Desde 2016, los reguladores de seguridad automotriz de Estados Unidos enviaron 33 equipos especiales de investigación de accidentes para revisar los choques de Tesla. Estos involucran 11 muertes en las que se sospecha que los sistemas avanzados de ayuda al conductor estaban en uso.
La NHTSA descartó el uso de Autopilot en tres de los choques no mortales
La actual investigación del Autopilot reabre la cuestión de si la tecnología es segura, y representa el más reciente reto para Elon Musk. Su defensa de los coches sin conductor ayudó a su empresa a convertirse en la automotriz más valiosa del mundo.
Tesla cobra a sus clientes hasta 10,000 dólares por funciones avanzadas de ayuda al conductor. Una de ellas es el cambio de carril, que promete ofrecer la capacidad de conducción autónoma a sus autos usando únicamente cámaras y software avanzado.
Otros fabricantes de automóviles y empresas de conducción autónoma usan no sólo cámaras, sino hardware más caro, como radares en sus vehículos.
Musk dijo que un Tesla con ocho cámaras será mucho más seguro que los conductores humanos. Pero la tecnología de las cámaras se ve afectada por la oscuridad y el resplandor del Sol; así como por las inclemencias del tiempo, como lluvia intensa, nieve y niebla, dicen expertos y ejecutivos del sector.
«La visión por computadora actual dista mucho de ser perfecta y lo seguirá siendo en un futuro próximo», afirma Raj Rajkumar, profesor de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad Carnegie Mellon.
En el primer accidente mortal conocido en Estados Unidos en el que se vio implicada ña tecnología Autopilot de Tesla —en 2016, en Florida— la empresa dijo que ninguno vio el lado blanco de un remolque de un tractor contra un cielo muy iluminado.
En lugar de frenar, el Tesla colisionó con el camión de 18 ruedas.
Con información de Reuters.
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