Ivonne Vargas

Ivonne Vargas

Laberinto Laboral

Si hay una palabra que debemos tener en mente es automatización. Se antoja como un proceso preocupante para muchas compañías y profesionistas que no muestran interés por entender cómo este componente marca la diferencia en la relación con el trabajo y con los colaboradores. 

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), antes de 2030 la automatización acabará con 3 millones de empleos como los conocemos. La pérdida de empleos y el trabajo a distancia, como producto de la pandemia, es otro agilizador de la automatización. 

El informe «Digital Vortex: How Digital is Redefining Industries«, realizado en 2020 por Cisco y el Global Center for Digital Transformation señala que tres de cada cuatro empresas serán desplazadas por la disrupción digital en los próximos cinco años.

Ante este escenario, la clave es transformarse, pero en México esto es un proceso lento 

La transformación digital significa aprovechar la tecnología para acceder a información útil de manera más rápida y organizada. 

Hay que pensar cuánto se puede hacer si tenemos un inventario de los candidatos que entrevistamos, de cuándo y por qué se ausenta la gente del trabajo. O, ¿cómo sería nuestra productividad si los conocimientos se actualizaran continuamente? ¿Y si, como empleados, se tuviera más independencia al tomar decisiones?  

Estos ejemplos son transformación digital,  algo en lo que 50% de las empresas en México están trabajando. El desafío es que las iniciativas puestas en marcha no tocan la parte de gestión laboral. En pocas palabras: la gente.

A esta conclusión llegó el informe ‘Brecha Tecnológica en México para Gestionar a los Colaboradores’, realizado por UKG, empresa especializada en soluciones de recursos humanos para administrar la fuerza laboral. 

Este documento refiere que 45% de las organizaciones en el país obtiene reportes y analíticos laborales de forma manual, cero tecnología. Mientras 27% no tiene un sistema automatizado para la gestión del tiempo y asistencia de los empleados. El 60% no utliza una solución automatizada para la planificación laboral. 

Esa falta de ‘tiempo o interés’ para la tecnología hace que casi la mitad de las empresas (41%) generen horarios de trabajo de manera manual. ¿Te puedes imaginar una fábrica en México que opere así?

Mi pregunta es ¿dónde queda la productividad para hacernos más competitivos? E incluso, ¿cómo actuar ante un imprevisto como la pandemia?

Esto es un mapa de qué porcentaje de empresas en el país utiliza una solución para planificar, de acuerdo con UKG:

¿Quién va más adelante en aprovechar la tecnología?

La industria que muestra más preparación digital es retail y la más rezagada es servicios, donde la mitad apenas comenzará a digitalizar, cuenta Tatiana Treviño, Industry Marketing Manager en UKG. 

La mayoría en retail, por ejemplo, considera como transformación digital los sistemas de control de inventarios de tiendas, ejemplifica Verónica Flores, consultora en Retail para esta empresa en América Latina.

Viendo el impacto que puede tener la transformación de este tipo, llevar un inventario es solo es una parte. La digitalización necesita transitar por toda la empresa. 

Pero el rincón más importancia del negocio es la gestión de los empleados, aquí está el reto

El Banco Interamericano del Desarrollo, por ejemplo, refiere que los trabajadores latinoamericanos dedican la mitad de su tiempo a labores que pueden ser automatizadas. 

Si hay ventajas, ¿qué es lo que frena a las empresas en el país a utilizar tecnología para gestionar? Tatiana Treviño resume en una frase la respuesta a esta pregunta: no todas las empresas están listas para romer paradigmas; hay “resistencia al cambio”.

Detalla que el factor multigeneracional, tener juntos, y bajo un mismo objetivo, a empleados de diversas edades, propicia ‘ruido’. Por eso es importante poner la transformación a nivel de estrategia y alinear opciones. 

“Hay quienes piensan que que sus procesos son únicos y complejos, y por tanto no hay posibilidad de sustituirlos (con tecnología), lo cual evita que hagan este tipo de inversiones”, subraya Treviño.

El asunto es que tener miedo a romper paradigmas, exime de ganar ventajas; eso es lo que muchas empresas están haciendo. Una gestión automatizada ayuda a disminuir el tiempo invertido en ciertas tareas, evitando errores y aumentando la eficiencia para realizar pagos, capacitaciones, cumplir con estándares internacionales. 

Estas son -considero- las ventajas de las que se están perdiendo. 

Aunque, parece que en en México queremos ser fieles al Excel y restar competitividad 

Con esta frase resumo el hecho de que hay varios desafíos para hacer más tecnológicos, y poner esta componente en función de la gente.

El primero, señala Tatiana Treviño, es centrarse en realizar una planificación laboral eficiente, pues a pesar de los avances tecnológicos de los últimos años y una forzosa aceleración digital derivado de la pandemia, 6 de cada 10 organizaciones en México no utilizan una solución automatizada para la planificar lo que sucede en el trabajo. 

La visión inexacta de la fuerza laboral, aunado al tiempo que se invierten cada semana para crear horarios manualmente ¡aproximadamente 12 horas!, ha llevado a un ciclo vicioso de ineficacia e improductividad en el país, concluye el informe de UKG.

Si México tiene una vocación manufacturera, como se repite una y otra vez,  potenciar ese perfil es algo que puede lograrse al planificar de forma automatizada, porque permite tener un mapa más claro de cuál es la fuerza laboral calificada y disponible para cumplir con ciertas tareas, y qué grupo de empleados requiere más capacitación, por dar solo un ejemplo.

El nuevo nombre del juego es ser preciso como empresa, en lugar de reactivo. Excel es para ciertas tareas, no para gestionar a un gran número de personas.  

Este estudio pone un ejemplo que refleja bien las dificulates a las que se enfrenta una empresa que no quiere o no sabe cómo transformarse: el uso del tiempo extra.

Cuando la demanda es alta y la mano de obra disponible es baja, las horas extras son una parte común en las operaciones, especialmente para manufactura. 

Viéndolo en cifras, 94% de los fabricantes dice emplear tiempo extra, dos de cada tres maneja entre 10% y 30% de horario adicional al mes, del cual, 26% corresponde a tiempo extra triple. 

Si bien, es común que los fabricantes recurran al uso de tiempo extra, ¿cómo pueden asegurarse de que ese 26% no podía ser cubierto con horas dobles o mediante horario normal a través de una buena planificación? 

Resulta que hoy no lo saben, y esto es por la resistencia a vivir en cada ‘pedacito’ de la empresa la transformación digital. 

Y finalmente, los jefes no saben por qué se ausentan los empleados

Obtener información del ausentismo en tiempo real es otro de los retos para mejorar la productividad.  

Más de la mitad (62%) de las empresas encuestas menciona presentar una tasa de ausentismo entre 5% y 10% mensual, mientras que 19% registra del 10% al 30%. Pero es sorprendente ver que algunas organizaciones mencionan no conocer su tasa de ausentismo, ya sea porque no lo calculan (6%) o porque lo desconocen (10%), menciona Treviño. 

Estamos en un escenario de horas extras innecesarias, de bonos para trabajadores que, muchas veces, se otorgan si saber si el empleado es acreedor o no a este. Tras leer este informe, me quedo con esta incógnita:  si una empresa quiere llamarse ‘estratégica’ debe ser muy asertiva al momento de  asignar tareas, compensaciones, capacitaciones, tiempo extra. 

Eso es lo que en una fábrica, o en cualquier otro tipo de negocios, llamarían ‘ser justos’ al momento de cumplir con objetivos de producción. 

Yo lo llamaría dar un paso a la mentalidad del trabajo futuro. Un concepto del cual mucho se habla, pero sobre el cual poco se actua.  

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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