- Es muy intimidante iniciar en un trabajo a distancia y generar una red de conexiones con tus compañeros a través de las pantallas de Zoom.
- Sin embargo, como la generación de graduados de 2020, esta forma de incursionar en el mercado laboral se convirtió en una norma. Cuando me integré a Insider lo hice de manera totalmente remota.
- Hasta hoy, todavía no he conocido a ninguno de mis compañeros personalmente, pero he tomado medidas para conocerlos y generar relaciones significativas. Así es como lo hice.
Han pasado seis meses desde que me incorporé a Insider, pero aún viviendo a pocos metros de las oficinas de la compañía no he puesto ni un pie en ellas. No tengo un lugar asignado para trabajar, ni tampoco he conocido en persona a ninguno de los compañeros con los que trabajo diariamente.
Llegué a trabajar a la sección de Estrategia de Insider en julio, fue mi primer trabajo después de graduarme de la universidad, mi primera computadora y mi primera nota firmada en un medio digital. Por lo único que no estaba ansiosa era por tener mi primer trabajo a distancia, donde no conocía a nadie.
Crear relaciones con los compañeros de trabajo es una parte crucial de la experiencia laboral. Cuando generamos una buena relación con ellos tenemos mejor salud mental y somos más productivos. Pero a medida que empresas grandes como Google consideran los modelos mixtos de trabajo, es decir, remoto y en oficinas, los nuevos contratados, como yo, tendrán que aprender a generar vínculos con compañeros a través de una pantalla.
Comenzar un nuevo trabajo remotamente es intimidante. Pero para mí, y el resto de mi clase graduada de 2020, se ha convertido en la norma. Me he desahogado con mis amigos por las luchas de la introducción en Zoom, la monotonía del día de trabajo, y lo extraño que se siente salir de la cama e inmediatamente comenzar a trabajar.
Lo más probable es que no exista una forma de sustituir virtualmente una conversación mientras vas a tomar agua o por café en la oficina; o cuando un compañero se detiene para platicar contigo en tu lugar. Sin embargo, he tratado de aprovechar el tiempo en pantalla para crear relaciones significativas con mis compañeros.
No tengas miedo de comunicarte de más, pues así puedes crear relaciones significativas trabajando a distancia
El primer día de trabajo, mi editor me dio un consejo: no tengas miedo de comunicarte de más.
En la oficina nunca dudaría en inclinarme para pedir ayuda con un problema técnico o pedir una segunda opinión sobre un titular. Pero mientras escribo la pregunta tengo tiempo para pensar y también lo tengo para dudar de mi misma, ¿debería hacer esta pregunta?
A veces solo se necesita un minuto para averiguar que puedes resolver por ti misma un problema, por lo que puede valer la pena pensar dos veces antes de pedir ayuda. Pero he aprendido que, haciendo preguntas constantemente y asegurándome de aclarar ciertos puntos, también estoy aprendiendo más sobre mi equipo y lo que valoran.
Heidi Brooks, una profesora de comportamiento organizacional en la Escuela de Administración de Yale, dijo a CNBC que establecer una relación consistente con colegas puede construir un sentido de seguridad psicológica. Eso significa que cuanto más te comuniques con tus compañeros de trabajo, más podrás empezar a confiar en ellos y ser honesto sobre cómo colaborar mejor en los proyectos.
Es por eso que no dudo tanto en preguntar o hacer una llamada. La mayoría de las ocasiones el equipo no estará tan agobiado con la pregunta como creía.
Encuentra maneras de socializar para relaciones significativas trabajando a distancia
Además de conocer a mis compañeros en el plano laboral, me ha gustado tratarlos de una manera más personal.
Esto es un poco más difícil de coordinar, incluso para aquellos que han trabajado en su empresa durante algún tiempo. Un reciente informe de Clutch, de más de 300 trabajadores, encontró que 63% pasa menos tiempo socializando con sus colegas desde el inicio de la pandemia.
Ayuda si tu equipo puede reservar un tiempo regular para unirse. Dentro de mi equipo, por ejemplo, hay una hora feliz quincenal en el calendario, donde podemos conectarnos desde la comodidad de nuestros propios hogares.
Si las llamadas de Zoom en grupos grandes son desalentadoras, es útil coordinar reuniones remotas más pequeñas y menos formales. Después de unas semanas, conocí a los otros compañeros de mi equipo que también se habían unido remotamente.
Rápidamente lo adoptamos e hicimos tiempo para nuestras propias horas felices virtuales, creando un espacio donde podríamos discutir nuestras experiencias compartidas.
Muchas empresas se han vuelto creativas con el trabajo en equipo. Desde clases de cocina virtuales hasta la noche de cine, hay un montón de maneras en que se puede conectar con el equipo virtualmente.
Puede sentirse extraño reunirse remotamente con personas que nunca has conocido antes, pero reconocer la incomodidad puede hacer la experiencia más fácil para todos.
Durante una hora feliz virtual, fuimos capaces de reírnos por no conocer las alturas de los demás a pesar de trabajar juntos regularmente, y procedimos a adivinar qué tan alta era cada persona —con resultados realmente graciosos.
Para crear relaciones significativas trabajando a distancia, toma la iniciativa de comunicarte
En una gran organización como Insider, hay muchas personas que admiro pero no tienen la oportunidad de trabajar diariamente. Eso significa que depende de mí tomar la iniciativa si quiero llegar a conocerlos.
Es intimidante en primer lugar. Cuando me sentía particularmente nerviosa por una introducción de Zoom, pensaba en las preguntas que tenía para la persona: un plan de acción, para que yo supiera qué decir cuando la cámara y el micrófono se encendieran.
No hubo una sola persona que rechazara mi solicitud de una charla virtual. De hecho, hicieron que mis peticiones se sintieran bienvenidas y estaban ansiosos por ofrecer cualquier consejo o ayuda que pudieran.
La investigación en realidad muestra que a la gente le gusta sentirse útil, y es más probable que perciban como agradable a alguien que busca consejo y hace preguntas. A medida que me relajaba con el tiempo, las charlas mixtas se parecían menos a entrevistas y más a lo que eran: conversaciones informales, pero significativas, entre colegas.
Todavía estoy esperando el día en que conozca a mis compañeros en persona. Pero cuando llegue ese día, tengo la sensación de que será menos como una serie de primeras presentaciones y más como una reunión con caras conocidas y viejos amigos.
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