• Los despachos de cobranza tradicionales mantuvieron los buenas prácticas hasta la pandemia.
  • Ahora regresaron a las amenazas y mentiras; sin embargo, ahora también coexisten con despachos de cobranza "patito".
  • Estos son contratados con fintech o apps de préstamos pero operan en el anonimato y de manera ilegal pues realizan extorsión.

Julia solicitó un préstamo a través de una aplicación que vio anunciada través de Facebook. Fue muy fácil: la app no le pedía referencias, no consultaba el buró de crédito y los plazos eran muy cómodos. Después de unos días comenzó a sufrir el acoso de un despacho de cobranza “patito”, y ahí comenzó su pesadilla.

Al bajar la aplicación se le pidió autorización para entrar a sus contactos y cámara fotográfica. Julia aceptó, ¿qué podría pasar?

La aplicación le autorizó un préstamo por 1,500 pesos, pero solo le depositaron 1,000 pesos; el faltante se acreditó como un pago por “servicios”, del cual no sabía, pues nunca le dieron un contrato.

Aunque el entendido era que iba a pagar después de 90 días, las llamadas comenzaron a los 6 días. Como no pagó al siguiente día, recibió amenazas; días después sus amigos y familiares también. 

Para terminar con esa situación, que incluso la llevó a un estado de depresión y ansiedad, Julia buscó un nuevo préstamo para pagar: el monto original subió a 15,000 pesos, debido a las altas tasas de interés que estableció la app.

La historia de Julia es la de muchas personas que debido a la pandemia perdieron ingresos y vieron en las aplicaciones de préstamos una manera de salir del paso, pero lo que vivieron fue una historia de horror, de cobranza ilegal, y que se ha convertido en un problema recurrente y fuera de control, dice Ángel González Badillo, director de la organización civil Defensa del Deudor.

Los despachos de cobranza, la pandemia y una crisis económica: la tormenta perfecta para un problema sin control

Los despachos de cobranza son empresas particulares que se dedican a la recuperación de cartera o, dicho de otra manera, piden a los deudores que salden sus deudas; generalmente trabajan para una institución financiera.

Sin embargo, no existe nadie que regule las actividades de los despachos de cobranza. La reforma financiera de 2014 en el sexenio de Enrique Peña Nieto solo facultó a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) para sancionar a los bancos que trabajen con despachos que incurran en malas prácticas.

Después de eso, la Condusef estableció un decálogo de buenas prácticas con los despachos de cobranza que se comprometieron a cumplir. Hasta antes de la pandemia ese convenio logró reducir hasta en 70% las quejas contra despachos de cobranza, pero debido a las medidas sanitarias el organismo cerró su atención presencial, y esto generó un gran descontrol, cuenta el director de la organización civil Defensa del Deudor.

Según información de la Asociación de Bancos de México (ABM), 9.7 millones de clientes dejaron de pagar sus créditos por pérdida o reducción de ingresos. Los bancos crearon un programa de prórrogas en donde los clientes tendrían hasta 6 meses para pagar sus deudas, sin que se les cobrara intereses moratorios, pero sí los ordinarios.

“Las prórrogas terminaron por ser una afectación, nunca quedó claro cuánto ibas a pagar, la gente quedó peor. Además de que la pandemia duró mucho más de lo previsto, las prórrogas no beneficiaron en nada a los deudores”, dice el abogado.

Recuperar la cartera a como dé lugar: la consigna de los despachos de cobranza tradicionales y «patito»

Con los servicios de Condusef limitados a la virtualidad, sin empleo o con menos ingresos, la gente cayó en desesperación, lo que provocó la tormenta perfecta para una situación aún más grave: la aparición de fintech no reguladas y con ellas la cobranza extrajudicial e ilegal a través de despachos de cobranza “patito”.

De acuerdo con el directivo de Defensa del Deudor la consigna fue “recuperar a como de lugar la cartera”, por lo que los despachos de cobranza tradicionales retomaron las amenazas, malos tratos, mentiras como falsos descuentos o quitas para lograr que los deudores pagaran.

Despachos de cobranza “patito” desatan la peor cobranza de la que se tenía registro

En este contexto surgen las empresas de tecnología financiera (Fintech), que están en el proceso para ser reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), pero mientras eso pasa operan en “tierra de nadie”, comenta González Badillo.

Al no estar reguladas por nadie, manejan un esquema de cobranza muy particular: crean sus propios despachos de cobranza.

Esto es: contratan a jóvenes desde un esquema de home office gestionan la cobranza utilizando su número de celular, lo que aumenta las posibilidades de que no aparezca como spam en los smartphones; además les da carta abierta para que hagan lo que quieran.

“Cuando hablo de esto, me refiero a mandar fotos de personas descuartizadas al whatsapp del deudor. Suben fotos a las redes sociales poniendo motes de prostitutas, estafadores, rateros. Llaman a los contactos del deudor para exigirles que paguen por él. Una cobranza como jamás se había visto: agresiva, violentísima, ilegal, escudada en el anonimato”, comenta Ángel González Badillo.

Bajo el anonimato, los despachos de cobranza «patito» utilizan la violencia y la extorsión para obligar a pagar a los deudores

Y ante este anonimato, no hay nadie que los pueda controlar. Al no estar legalmente constituidas no se les puede rastrear, pero aunque las pudieran ubicar, la Condusef no tiene atribuciones en contra de los despachos de cobranza, lo que provoca que además cobren altas tasas de interés y que su cobranza se vuelva agresiva e incontrolable como nunca antes.

En Defensa del Deudor recomiendan denunciar ante el Ministerio Público, porque este tipo de cobranza está rebasando líneas muy claras, no solo es agresión al cobrar, intimidan y violentan los derechos de las personas.

“Si no pagas algo muy malo te va a pasar”, “Te vamos a matar”, “Te vamos a levantar”, “Les va a pasar algo a tus papás, hermanos o familia”, son algunos de los mensajes que los deudores reciben, cuenta el abogado.

Defensa del Deudor.

La finalidad de la denuncia es que se genere un antecedente, se acumulan las denuncias, y que la autoridad entienda que este es un problema real; sin embargo, en lo particular, comenta González Badillo, será muy difícil que se resuelva, ya que no tienen forma de identificarlos ni de llegar a estas personas que realizan cobranza ilegal.

Business Insider México buscó a la Asociación de Profesionales en Cobranza y Servicios Jurídicos (APCOB) para conocer su postura sobre la situación, pero no recibió respuesta de manera inmediata.

El modus operandi para que las personas pidan dinero: pierden sus contactos y fotografías e incluso su identidad

Ángel Badillo explica que la mayoría de las fintech que operan con cobranza ilegal, son extranjeras. Un grupo de programadores crea una aplicación de préstamos, se suben a las tiendas, que solo supervisan que se apeguen a sus políticas, y eso es todo.

Para llamar la atención de las personas en sus anuncios “ofrecen maravillas”, dice el director de Defensa del Deudor. Entre estas, préstamos fáciles, sin consultar buró de crédito y supuestos plazos a 90 días, pero esto solo está en la descripción de la app; no hay ningún contrato de por medio.

Además, cuando las personas descargan la aplicación esta solicita una serie de permisos. “Es ahí donde agarran a la gente, por eso es la cobranza es tan invasiva”, dice Ángel González.

Conscientes o no las personas permiten el acceso a sus contactos, ubicación GPS, cámara fotográfica, micrófono, calendario, y a la información en general que guardan en el celular, que en la mayoría de los casos es sensible. Entonces, la app descarga todo lo que puede.

Los solicitantes de crédito no se dan cuenta lo que hay detrás de eso. Días después, pese a que en la descripción dice que los plazos del préstamo son a 90 días, comienzan las llamadas y si no pagan al séptimo día comienzan a mandar fotos a sus contactos, los molestan y exigen que les paguen, también los amenazan y extorsionan. La gente por miedo comienza a pagar, pero también se da cuenta de lo brutal que son las tasas de interés.

Se reportan las aplicaciones, se bajan, pero días después se crean otras

Aunque la gente reporta las apps y las tiendas las bajan, aparecen 10 más; todas de la misma empresa, con otro nombre y diferente logotipo, no obstante, utilizan el mismo modus operandi, advierte González Badillo.

Otra de las situaciones que sucede es que las personas otorgan a estas pseudoempresas fotografías de su identificación, de su rostro, comprobante de domicilio, CURP; con todos estos documentos estas empresas también incurren en robo de identidad y piden préstamos a su nombre, ya sea con instituciones reguladas, fintech o apps de préstamos.

Defensa del Deudor.

¿Qué se está haciendo y qué se puede hacer ante los despachos de cobranza «patito»?

Ante una situación como esta y que “se está saliendo de control”, Defensa del Deudor está convocando a una acción colectiva en este mes de enero, pues considera que solo así la autoridad hará caso.

“Comenzaremos a presionar, incluso hemos hablado con Condusef y es un tema que apoya porque sabe que es un tema delicado; sin embargo, no puede actuar porque no está dentro de sus facultades”, explica a Business Insider México, Ángel González Badillo. 

¿Qué están solicitando a las autoridades?

  • Que se modifique la ley en materia mercantil y comercial para que todas estas empresas fintech trabajen dentro de un marco legal.
  • Solicitarán que la Condusef sea la autoridad regulatoria para poder controlar la cobranza
  • Piden que los despachos de cobranza que se contraten por parte de las instituciones financieras; y empresas de tecnología financiera tengan direcciones físicas, que sean legales, que no operen bajo este esquemas “patito”.

¿Cuándo debes huir de una empresa de tecnología financiera?

El director de Defensa del Deudor explica que hoy 90% de las quejas que reciben son únicamente por Fintechs o app de préstamos; y alerta a la población sobre cuando no deberían solicitar préstamos con estas:

  1. Siempre solicita crédito a un empresa regulada por la CNBV y Condusef; esto ayudará a que en caso que tengas una reclamación o queja, los organismos te respalden. Una manera sencilla de hacerlo es consultar el Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES).
  2. Si la aplicación te ofrece no consultar el buró de crédito, préstamos inmediatos o condiciones que parecen demasiado buenas, seguramente es mejor no hacerlo. Sobre todo siempre busca que te otorguen un contrato donde estén estipuladas las condiciones del crédito y no te sorprendan después.
  3. Si eres víctima de este tipo de empresas y su cobranza, primero que nada presenta una denuncia por amenazas y extorsión. También puedes bloquear los números desde donde detectas que te están llamando; avisa a tus contactos y familiares sobre la situación.

¿Has sufrido de amenazas o agresiones por parte de despachos de cobranza legales o “patito”? Cuéntanos a editorial@businessinsider.mx

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