- La Biosfera 2 fue un proyecto destinado a demostrar la viabilidad de los sistemas ecológicos cerrados para sostener vida humana en el espacio.
- La misión consistió en encerrar por dos años a una tripulación de ocho personas (llamados"biosferanos"), que cultivarían su propia comida y bebida.
- Sin embargo, la tripulación enfrentó diversos problemas. Después de 16 meses, el nivel de oxígeno en la Biosfera 2 había bajado peligrosamente. A su vez, contrajeron síndrome antagonismo irracional, que los dividió en dos facciones.
El 26 de septiembre de 1991, un grupo de ocho personas entraría a la Biosfera 2, un proyecto destinado a demostrar la viabilidad de los sistemas ecológicos cerrados para sostener vida humana en otros planetas.
El equipo consistía de cinco estadounidenses, dos británicos y un belga; cuatro hombres y cuatro mujeres. Entre sus profesiones estaban las de botánico, biólogo marino y un médico.
La idea general de la misión consistió en encerrar por dos años a estas personas (llamados»biosferanos») en un biodomo que simularía el hábitat terrestre a una escala más pequeña. Los biosferanos cultivarían su propia comida y bebida, al mismo tiempo que debían mantener los niveles de dióxido de carbono y oxígeno habitables; todo con la menor ayuda externa posible.
La Bioesfera 2 era, básicamente, un vivero de 1.27 hectáreas construido en medio del desierto de Arizona. Tardó siete años en construirse y costó cerca de 150 millones de dólares.
El hábitat constaba de una colección de cúpulas selladas e invernaderos para recrear la Tierra a menor escala. Incluso contenía un océano de 836 metros cuadrados, con su propio arrecife de coral, un desierto, pastizales de sabana y un bosque de manglares.
Además de los diversos biomas y viviendas para sus habitantes, había un área agrícola y un espacio de trabajo para estudiar las interacciones entre los humanos, la agricultura, la tecnología y el resto de la naturaleza como un nuevo tipo de laboratorio para el estudio de la ecología global.
Todo parecería ir por buen camino, pero la realidad sería diferente.
¿Cómo era vivir dentro de la Bioesfera 2?
«Nos deleitábamos en simples placeres», escribió el ecólogo Mark Nelson, uno de los participantes en el experimento, para la Dartmouth Alumni Magazine. «Una delicia era el café hecho con granos de los cafetos de nuestra joven selva tropical, que solo podíamos hacer una vez cada dos o tres semanas. Atesoramos cada taza» dijo el científico.
A su vez, decía que para hacer una pizza pasaban cuatro meses cultivando una cosecha de trigo, que luego tenían que cosechar y moler. También tenían que esperar a que maduraran para los tomates, pimientos y cebollas.
Los miembros de la tripulación podían hablar con amigos y familiares en las ventanas o por teléfono; sin embargo, la verdadera interacción se realizaba entre solo ocho personas y eso trajo varios problemas a la larga.
«Contrajimos un síndrome que los psicólogos llaman antagonismo irracional. Es decir, nos dividimos en dos grupos de cuatro», explica Nelson. «Una lucha de poder por la dirección del proyecto empeoró las cosas. Un lado quería una nueva administración y reconfigurar nuestras prioridades de misión al enfatizar el cierre y dedicar más tiempo a la ciencia. La otra parte quería mantener intactos el liderazgo del proyecto y nuestros objetivos.»
Si bien las tensiones eran muy altas, Nelson asegura que siempre trataron de resolver sus problemas y nunca se llegó a la violencia. Sin embargo, el verdadero peligro llegaría después.
Problemas en la Bioesfera 2
Después de 16 meses, el nivel de oxígeno en la Biosfera 2 había bajado del 20.9% al 14.2%, el equivalente a vivir a una altura de 15,000 pies.
«La mitad de nosotros sufría síntomas notables de mal de altura, incluida apnea de sueño. Temerosos de que la falta de oxígeno pudiese afectar nuestro pensamiento, le dijimos a nuestro equipo médico externo que considerara anular las decisiones de nuestro médico interno sobre nuestro bienestar», dijo Nelson.
Los animales y las plantas comenzaron a morir a un ritmo alarmante y la falta de recursos continuaba dividiendo al grupo en dos facciones.
La solución consistió en traer camiones refrigerados para bombear oxígeno puro a la Biosfera 2.
Lo que ocasionó la falta de oxígeno fueron microbios en sus suelos enriquecidos orgánicamente que habían producido dióxido de carbono a un ritmo mayor que el que las plantas dentro de la Bioesfera 2 podían transformar en oxígeno a través de la fotosíntesis. A su vez, la mayor parte del oxígeno faltante se convirtió en CO2 y había sido absorbido por el hormigón sin sellar en el hábitat.
No todo fue una pérdida de tiempo en la Biosfera 2
Pese a la polémica alrededor del proyecto, los experimentos de cierre de la Biosfera 2 establecieron récords mundiales en sistemas ecológicos cerrados, producción agrícola, mejoras en la salud con la dieta alta en nutrientes y baja en calorías que siguió la tripulación, y conocimientos sobre la autoorganización de sistemas biológicos complejos y la dinámica atmosférica.
«Probamos que un ecosistema sellado puede funcionar durante años, una lección en la que los planificadores de colonias de Marte pueden aprovechar», escribe Nelson. «Aprendimos lecciones para ayudar a mantener vivos los arrecifes estresados y cómo proteger las selvas tropicales. Trabajamos con nuestros aliados verdes para evitar que el CO2 subiera demasiado. Nuestra granja demostró que se podía lograr una alta productividad y un reciclaje completo de nutrientes sin productos químicos tóxicos.»
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