- Después de que me diagnosticaran celiaquía hace años, tuve que evitara el gluten por completo.
- Seguir una dieta libre de gluten puede ser costosa cuando se trata de buscar comestibles y restaurantes dónde comer.
- Viajar también puede ser difícil si no hablas el idioma del país que está visitando y no puedes verificar si los ingredientes contienen gluten.
Hace más de ocho años me diagnosticaron celiaquía y me dijeron que debía evitar el gluten por completo.
De acuerdo con la Clínica Mayo, cuando una persona parece celiaquía, su sistema inmunitario reacciona al consumo de gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno.
Al tener que eliminar todos estos alimentos de mi dieta, ya te podrás imaginar lo difícil que fue. Aunque hoy puedes encontrar múltiples productos que te prometen no incluir gluten, el mundo de hace unos cuantos años no tenía tantas comodidades.
Ante dicho panorama, tuve que aprender algunas lecciones difíciles. Esto es todo lo que me hubiera gustado saber antes de adoptar una dieta libre de gluten.
Nota del editor: este artículo se publicó originalmente en enero de 2018.
Una dieta libre de gluten puede resultar muy cara
Al igual que cualquier otro artículo especial, los productos libres de gluten son mucho más caros que sus versiones tradicionales. En el supermercado puedo pagar seis dólares por una barra de pan pequeña, mientras que un pan de trigo grande cuesta solo dos dólares.
Cuando salgo a comer, aunque muchos restaurantes ahora tienen platillos sin gluten (o hay manera de sustituir los ingredientes), casi siempre son más caros.
La gente no siempre entiende mis restricciones dietéticas
Cuando todos tus amigos quieren pedir una pizza o probar ese restaurante nuevo, es difícil ser la razón por la que tienen que cambiar sus planes.
Por lo general, las personas son muy empáticas, pero la situación puede ponerte nerviosa, sobretodo cuando tienes que convivir con personas nuevas. Es injusto, sí, pero también es cierto.
Mucha gente no sabe qué es el gluten
Si me dieran un centavo cada vez que alguien me pregunta si estar libre de gluten significa que no puedo comer fruta, ahorita ya tendría dinero suficiente para inventar un pan sin gluten con un mejor sabor.
Viajar a países donde no hablan tu idioma es complicado
Cuando fui a Japón hace unos años, leí en internet que el país era una pesadilla para los celíacos. El tiempo que estuve allí, comí una versión de arroz prácticamente en todas mis comidas.
Como hago esto regularmente, no fue un gran problema; pero para otros puede ser complicado.
Preguntar qué contiene gluten o leer los ingredientes que tienen los alimentos que compras en los supermercados puede ser imposible cuando no sabes el idioma del país al que viajas.
A veces romperás la dieta
A veces tienes que permitirte comer un poco de lo “malo”.
Aunque estar libre de gluten ha sido un desafío, sentirme infinitamente mejor hace que valga la pena. Descubrir unos buenos roles de canela sin gluten también ayudó mucho.
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