• Amy Morin es psicoterapeuta, trabajadora social clínica con licencia, entrenadora de fuerza mental y autora de bestsellers internacionales.
  • Como instructora de psicología universitaria, Morin dice que cada año, ve a más y más estudiantes luchando por desarrollar la fuerza mental necesaria para prosperar en la edad adulta.
  • Ella dice que la fuerza mental está disminuyendo en todos los ámbitos debido a conceptos erróneos sobre el bienestar mental, incluida la presión para negar los sentimientos incómodos y evitar expresar sus emociones.
  • Es importante reconocer las diferencias entre la salud mental y la fortaleza mental, explica Morin, para trabajar en la construcción de la mejor versión de uno mismo.

Como profesora de psicología universitaria, veo un patrón perturbador que empeora cada año: los estudiantes universitarios carecen de la fuerza mental que necesitan para prosperar en el mundo real.

Sin embargo, no es su culpa. No recibieron las herramientas, habilidades y desafíos necesarios para desarrollar el músculo mental. En cambio, fueron protegidos del dolor, defendidos de las dificultades y mimados por personas que querían que se sintieran bien.

Desafortunadamente, ahora estamos viendo crisis de salud mental en los campus universitarios. Según una encuesta de 2019 realizada por la American College Health Association, casi 66% de los estudiantes universitarios sintieron una ansiedad abrumadora durante los 12 meses anteriores, y el 45% se sintió tan deprimido que era difícil funcionar.

Y lo más probable es que empeore este año dadas las reglas sobre el distanciamiento social. Con menos oportunidades de obtener el apoyo de sus compañeros, los estudiantes podrían tener más dificultades que nunca.

Por supuesto, no son solo los estudiantes universitarios los que luchan con la fortaleza mental. Muchos adultos también lo son. He aquí por qué la fuerza mental está disminuyendo en el mundo actual:

1. Hay presión para estar ocupado (en lugar de reflexionar sobre las emociones)

Hablamos mucho sobre la inteligencia emocional y su importancia. Pero, la verdad es que la mayoría de las personas no pasan mucho tiempo pensando en sus sentimientos y en cómo esas emociones afectan sus decisiones.

Existe la idea errónea de que los sentimientos son positivos o negativos; la excitación es buena y la ira es mala, por ejemplo. Pero eso no es exacto.

Cualquier emoción tiene la capacidad de ser útil o hiriente. Si bien la ira puede hacer que le digas algo cruel a alguien que te importa, también puede darte el valor para defender a alguien. La emoción puede ser una emoción divertida cuando estás planeando unas vacaciones, pero también puede hacer que pases por alto los riesgos potenciales que enfrentas cuando alguien te invita a participar en un plan para hacerte rico rápidamente.

Es importante dedicar más tiempo a pensar en nuestras emociones. Un poco de autorreflexión en el mundo de hoy podría contribuir en gran medida a comprendernos mejor a nosotros mismos y a las decisiones que tomamos. Pero muchas personas llenan sus vidas con tanta actividad que nunca se toman el tiempo para hacer una pausa y reflexionar sobre cómo se sienten.

Las habilidades de regulación emocional saludable son clave para ser mentalmente fuerte. Pero no puede aprender a experimentar sus emociones de una manera saludable cuando está constantemente corriendo tratando de estar ocupado.

2. A las personas a menudo se les dice que sus sentimientos están mal

Cuando las personas (especialmente los niños) comparten sus sentimientos, a menudo se les dice que lo que sienten está «mal». Las personas se apresuran a decir cosas como «No tengas miedo» o «No tienes nada de qué preocuparte».

Minimizar y negar cómo se siente alguien no es útil. Todo lo que sienta está bien. Que te digan lo que sientes que es incorrecto, absurdo o desproporcionado puede hacer que te retraigas y seas menos expresivo de tus emociones.

La fuerza mental no se trata de reprimir o negar sus sentimientos. Se necesita fuerza para reconocer cómo se siente y lidiar con esas emociones de una manera saludable.

3. Evitamos a toda costa las sensaciones incómodas

Muchos jóvenes crecieron con padres que querían criar niños felices. En consecuencia, asumieron la responsabilidad de los sentimientos de sus hijos.

Si sus hijos estaban tristes, los animaban. Si estaban enojados, los calmaban. Los niños crecieron creyendo que debían evitar los sentimientos incómodos a toda costa.

Muchos adultos también tienen fobia a sentirse mal. Esquivan cualquier cosa que les provoque ansiedad y buscan cualquier habilidad de afrontamiento que les ofrezca un alivio inmediato de la angustia.

La tecnología ofrece un gran escape a los sentimientos incómodos. Ya sea que esté aburrido, solo, cansado, triste o estresado, puede alcanzar su teléfono y adormecer temporalmente el dolor.

Desafortunadamente, nuestros dispositivos digitales (así como el fácil acceso a otros agentes adormecedores temporales como las drogas, el alcohol y la comida chatarra) nos impiden experimentar la tensión que nos ayuda a fortalecernos. Al igual que levantar pesas desarrolla músculo físico, necesitas un poco de incomodidad para agregar músculo mental.

4. Confundimos fuerza mental con salud mental

A veces, las personas asumen que la depresión, la ansiedad u otros problemas de salud mental son un signo de debilidad. Entonces, en lugar de buscar ayuda si experimentan síntomas, intentan fingir que todo está bien. Con el tiempo, su salud mental a menudo se deteriora a medida que sufren el silencio.

Pero la salud mental y la fuerza mental son dos cosas muy diferentes. Muchas personas mentalmente fuertes experimentan enfermedades mentales. Me reúno con muchos de ellos en mi oficina de terapia y entrevisto a muchos de ellos para mi podcast, que resulta que se llama Gente mentalmente fuerte.

La comparación entre la fuerza mental y la salud mental es similar a la forma en que podría comparar la fuerza física y la salud física. Un problema de salud física, como la diabetes, no le impide levantar pesas para volverse físicamente fuerte. Por supuesto, un problema de salud puede hacer que el desarrollo de la fuerza sea un poco más complicado, pero aún es posible.

Pero malinterpretar la fuerza mental con la salud mental impide que las personas obtengan ayuda. La mayoría de las enfermedades mentales se pueden tratar. Y cuando reciben tratamiento, es más fácil desarrollar el músculo mental que necesita para convertirse en la mejor y más fuerte versión de sí mismo.

Es importante que comencemos a difundir este mensaje ahora. Una de las mejores formas de hacerlo es comenzar a enseñarles a los niños que cuidar de sus mentes no es diferente a cuidar de sus cuerpos.

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