• Amy Morin es psicoterapeuta, trabajadora social clínica con licencia, entrenadora de fuerza mental y autora de bestsellers internacionales.
  • Cuando organiza talleres para ejecutivos, Morin dice que muchos de ellos se sorprenden al darse cuenta de que tienen un vocabulario emocional muy limitado.
  • Ampliar tu inteligencia emocional es clave para desarrollar la autoconciencia y mejorar la forma en que reaccionas ante determinadas situaciones en el trabajo, explica.
  • Morin dice que evites negociar cuando estés triste, aceptes nuevas oportunidades cuando estés demasiado emocionado y corras riesgos cuando estés avergonzado o enojado.

Cuando dirijo talleres con ejecutivos, les doy un ejercicio: Escriban tantas palabras de sentimiento como puedan en 30 segundos. Cuando terminen esos 30 segundos, les pido que levanten la mano. Nadie ha levantado nunca la mano.

La cantidad promedio de palabras de sentimiento que pueden producir es cinco.

La gran mayoría de la audiencia se siente horrorizada por su incapacidad para nombrar palabras de sentimiento más allá de feliz, triste, enojado, ansioso y asustado. Pero rápidamente se sienten aliviados cuando se enteran de que sus contrapartes (a quienes admiran y respetan) tienen un vocabulario emocional igualmente reducido.

La verdad es que, a pesar del hecho de que usamos la frase «inteligencia emocional», la mayoría de nosotros no dedicamos mucho tiempo a pensar en nuestras emociones y en cómo esas emociones afectan la forma en que pensamos y nos comportamos. Hay errores emocionales, que incluso están afectando nuestra carrera.

Si eres como la mayoría de las personas, tu falta de conciencia emocional podría estar afectando tu vida profesional.

Aquí hay cuatro errores emocionales que podrían estar dañando tu carrera:

1. Aceptar una oportunidad cuando estás emocionado

Por qué es una mala idea: los investigadores han descubierto que cuando estás entusiasmado con algo, sobreestimas tus posibilidades de éxito. También subestimarás la probabilidad de que algo salga mal. Esta es la razón por la que las personas realmente inteligentes a veces son víctimas de planes para enriquecerse rápidamente.

Qué hacer al respecto: antes de firmar un contrato o acordar abordar algo nuevo, deténte un momento. Deja que la emoción desaparezca un poco antes de tomar decisiones importantes.

Escribe una lista de los posibles beneficios y riesgos. Ver los pros y los contras potenciales frente a ti puede ayudarte a equilibrar tus emociones con la lógica, que es clave para tomar la mejor decisión.

2. Negociar cuando estás triste

Por qué es una mala idea: las investigaciones muestran que probablemente te conformarás con un mal negocio cuando estés triste. Puedes pensar que no puedes manejar el rechazo cuando ya te sientes deprimido. Entonces, en lugar de hacer una contraoferta o negociar por lo que deseas, es más probable que estés de acuerdo con algo que favorezca a la otra parte.

Qué hacer al respecto: si puedes retrasar la negociación hasta que te sientas mejor, hazlo. Si tiene que negociar cuando te sientes deprimido, escribe el trato que esperas alcanzar antes de hablar con la otra parte. Recuerda que tu cerebro puede tratar de convencerte de que tomes algo menos de lo que vale, simplemente porque te sientes mal.

3. Tomar riesgos cuando estás enojado o avergonzado

Por qué es una mala idea: los investigadores han descubierto que las emociones intensas, como el enojo y la vergüenza, aumentan las posibilidades de tomar decisiones de alto riesgo y poco rendimiento. Eso se debe a que las emociones intensas e incómodas afectan tus habilidades de autorregulación, lo que te hace más propenso a ser impulsivo. Puedes conducir a un círculo vicioso: si esos riesgos no dan resultado, es probable que tus emociones incómodas se intensifiquen.

Qué hacer al respecto: cuando estés molesto, realiza una actividad que te calme o te levante antes de sumergirte en un comportamiento contraproducente. Sal a caminar para refrescarte antes de enviar ese correo electrónico o comunícate con alguien para hablar sobre un error que cometió antes de abandonar un proyecto.

4. Ir a lo seguro cuando estás ansioso

Por qué es una mala idea: los estudios demuestran que somos muy malos compartiendo la ansiedad. Si estás ansioso por algo en tu vida personal, es muy probable que se extienda a tu vida profesional. Por ejemplo, si estás preocupado por la salud de un miembro de la familia, podrías rechazar una invitación de tu jefe para emprender una nueva empresa, aunque tu ansiedad no tenga ninguna relación con la tarea que se te presenta.

Qué hacer al respecto: cuando te sientas ansioso, dilo. El simple hecho de poner un nombre a tus emociones puede ser de gran ayuda para sacarles el aguijón. Luego, recuerda por qué te sientes ansioso (si lo sabes) y considera si tienes algo que ver con la oportunidad que tienes frente a ti. Separar tus sentimientos de ansiedad de la tarea que tienes entre manos puede ayudarte a tomar una decisión más racional.

La autoconciencia es clave para el éxito emocional

Ser más consciente de tus emociones es la clave para prevenir errores emocionales y recuperarte de los que ya has cometido. Consulta contigo mismo varias veces para ver cómo te sientes. Etiquetar esa emoción y ser consciente de cómo puede afectar tus decisiones puede ser de gran ayuda para que hagas tu mejor esfuerzo.

¿Cuáles son esos errores emocionales que crees han afectado tu carrera y que cambiarías?

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