• En las entrevistas de trabajo, las preguntas "trampa" son aquellas que tienen intenciones ocultas.
  • Estas pretenden sonsacar de forma sutil información crucial sobre las personas candidatas más allá de su currículum.
  • Eva Porto, psicóloga, reclutadora e influencer, te explica cómo sortearlas.
  • ¿Ya conoces nuestra cuenta de Instagram? Síguenos.

Desconfía de una persona que te diga «Tengo una entrevista de trabajo en una hora» con una sonrisa en el rostro y con unas ganas tremendas de que empiece el proceso donde se puede encontrar con preguntas «trampa».

Esta parte de un proceso suele ser una situación de estrés para las personas candidatas porque una sola respuesta mal formulada o un simple «movimiento en falso» puede echar a perder todo el esfuerzo realizado previamente durante la etapa de selección.

Como regla general para triunfar en una situación así, es importante acudir con preparación previa.

Debes tener claras tus habilidades y saber cómo comunicarlas para que se conviertan en las respuestas a las necesidades de la empresa. Para ello, debes conocerte bien y a la empresa en cuestión.

Además, necesitas poner atención a las llamadas preguntas «trampa» en la entrevista de trabajo. 

Son aquellas que tienen intenciones ocultas: pretenden conseguir información crucial sobre la persona más allá del contenido aparente de su currículum. 

Si respondes a ellas sin pensarlas demasiado, picarás el anzuelo y seguramente te descartarán antes de que acabe la entrevista.

Por ello, Eva Porto, reclutadora, psicóloga e influencer que tiene ya casi 600,000 seguidores en Instagram, tiene consejos para ti. 

Esta especialista comparte tanto experiencias propias, de sus clientes y personas conocidas, así como astutas preguntas trampa que descubrió en la red.

La influencer también da consejos sobre cómo responder de la mejor forma posible a estos «peligrosos» cuestionamientos.

1. ¿Cuál es tu empresa ideal?

Si respondes «esta es mi empresa ideal», caíste completamente en la trampa. Esta pregunta tiene doble objetivo: comprobar si adularás gratuitamente a tu futura compañía a la primera de cambio y si tienes claros los valores, intereses y necesidades del sitio.

La clave consiste en responder con una definición más abstracta de lo que es una empresa ideal para ti.

Además, debes definir de alguna forma la cultura del lugar para el que postulas, así como sus valores, objetivos o misión de cara a sus clientes. De esta manera, demuestras que has analizado la compañía y que estás totalmente alineado con ella.

Por cierto, responder que otra firma es ideal para ti también es un error. El entrevistador lo que se preguntará entonces es «¿Y por qué no buscas trabajo ahí?» y te descartará casi inmediatamente.

2. ¿Qué es lo que menos te atrae del puesto para el que postulas?

¡Ni se te ocurra responder con tareas relacionadas directa o indirectamente con el puesto de trabajo!

Habrás caído en la trampa porque confirmarás al entrevistador que careces de la motivación suficiente; se buscará a una personas que muestre más entusiasmo con la oferta.

Lo que te recomienda Eva Porto es responder con factores o condiciones sobre el puesto y luego le das una vuelta positiva.

«Por ejemplo, si realmente es un problema, di sin miedos que, al moverte cada día tan lejos de casa, temes ver poco a tu familia. Pero aclara que lo hablaste con ella y determinaron que el trabajo será una gran oportunidad para crecer, por lo que vale la pena».

Con esa respuesta, quizás actives un proceso de renegociación en el que la compañía te ofrezca algunos días de trabajo remoto a la semana para que puedas estar cerca de tu familia.

Y si no ocurre, al menos habrás demostrado tu capacidad de transformar retos en oportunidades de mejora.

«Esas condiciones tienen solución. Pero decir sutilmente que odiarías tu futuro empleo solo acaba de una manera: descartado del proceso».

3. ¿Qué es lo que menos te gustaba de tu anterior trabajo?

«A la gente le encanta desahogarse a la mínima oportunidad», explica Porto.

«Lo que ocurre con esta pregunta es que el candidato suele reventar y criticar de forma muy directa a su antigua compañía, e incluso a su exjefe. Quizás se merecían esas críticas, pero no estás quedando bien como profesional».

La influencer lo compara con hablar mal de tu expareja durante tu primera cita de Tinder. «Dejas entrever a la otra persona que pronto pasará a tu lista negra y que despotricarás de ella a la mínima oportunidad», asevera.

En todas las preguntas de una entrevista de trabajo, sean «trampa» o no, hay que aprovechar para venderse como profesional y proyectarse como un futuro empleado valioso.

Por ejemplo, puedes aprovechar esta fórmula: «En mi anterior trabajo me hubiera gustado crecer en cierta dirección. Precisamente busco ahora un sitio en el que pueda desarrollarme en el ámbito que, por cualquier motivo, tuve vedado, para adquirir nuevas habilidades y mejorar mis ya existentes».

Respondes con honestidad y reconviertes una pregunta sobre el pasado en una promesa de futuro agradable para tu entrevistador.

4. ¿Qué calificación me pondrías como entrevistador?

Al igual que la pregunta sobre la empresa ideal, este cuestionamiento busca descartar a gente aduladora.

Así que no respondas dando una calificación porque acabarás descartado sin saberlo.

Aquí la clave consiste en destacar tu humildad profesional. Una buena fórmula es esta: «Sinceramente, no soy experto en técnicas de selección así que no me considero indicado para dar calificaciones». 

De esta manera, aprovechas para centrarte en cómo ha sido la experiencia de la entrevista: «Lo que sí admito es que me he sentido muy cómodo y eso que llegué con nervios. Muchas gracias».

5. ¿Por qué te despidieron?

Si realmente te despidieron, la experta explica que es mejor responder con sinceridad profesional a esta pregunta en lugar de mentir y decir que te fuiste por tu propio pie de la anterior compañía.

«Es normal que haya despidos», comenta. «Lo que no se recomienda es aprovechar y despotricar».

En lugar de responder: «Me echaron injustamente, ¡y se acabarán arrepintiendo!», es mejor contestar «Mi perfil no encajó en ese momento con mi equipo, así que fue mejor para ambas partes que tomara otro camino profesional».

Además, con esta pregunta lo que se busca en secreto es averiguar si el candidato tiene autocrítica y espíritu de superación.

Destacarás con respecto a la competencia si aprovechas la pregunta para admitir tus flaquezas profesionales y explicas, de paso, cómo mejoras.

«Admito que durante esa época pude haber mejorado en cierto sentido para mantener mi puesto, por eso ahora me estoy formando en ello, para que, en mi futuro, esté aún más capacitado para lo que ocurra».

6. Si te hicieran una oferta laboral mejor, ¿te irías?

El objetivo secreto de esta clase de preguntas «trampa» en la entrevista de trabajo es averiguar la facilidad con la que cambias de empresa.

Si admites que sí, que te irías a cambio de una mejor oferta, el entrevistador te descartará. No le vale la pena arriesgarse, contratarte y capacitarte para que luego te vayas a los pocos meses.

También perderás punto si niegas rotundamente la posibilidad de irte. En el mundo real, poca gente se queda toda la vida en un mismo trabajo. El cambio, por lo tanto, es inevitable.

¿Cómo sortear este cuestionamiento? Admitir que, evidentemente, siempre cabe la posibilidad de «moverse» a otra empresa.

Pero no conviertas el dinero en el principal motivo, sino argumenta otras causas más profesionales: «Tendría que analizar las capacidades de desarrollarme en el otro lugar, o averiguar si sus valores se adecuan o complementan a los míos».

De esta forma, demuestras que siempre antepones motivos profesionales a los puramente económicos.

7. ¿Te interesaría otro puesto de trabajo?

Esta pregunta, aparentemente inocente, e incluso prometedora, suele ser una trampa muy bien escondida.

Si una empresa no te nota muy entusiasmado con el puesto de trabajo para el que postulas, no te preguntará directamente si te hace ilusión el cargo o no, porque puedes manipular la respuesta.

Lo que hará el reclutador es inventarse otro puesto de trabajo en otro departamento para ver tu reacción. 

Si de repente muestras más pasión y ganas, habrás picado el anzuelo y serás descartado. La compañía preferirá contratar a un candidato que no quiera abandonar el cargo a la mínima.

«Por ejemplo, si te entrevistan para trabajar en ventas y te ven triste, te preguntarán si quieres ir al departamento de marketing. Si respondes con muchas ganas, olvídate tanto de la oferta original como de la nueva. A mí me ha ocurrido», confiesa la influencer, experta en asesoramiento laboral.

8. ¿No crees que estás demasiado sobrecalificado para este puesto?

El objetivo secreto de esta, unas de las preguntas «trampa» más comunes en una entrevista de trabajo, es descubrir tu nivel de pasión hacia este futuro cargo.

Por ejemplo, si respondes «no he encontrado una oferta mejor», serás descartado al instante.

Lo mejor que puedes hacer es responder algo parecido a esto: «No existen sobrecalificaciones, sino grandes calificaciones. Lo que me importa es empezar a tener un impacto positivo en su empresa y descubrir cómo desarrollar mis capacidades a su lado».

¡Tus posibilidades de ser contratado aumentarán!

9. ¿Cuánto quieres ganar de sueldo?

«Aquí es sumamente importante que la empresa haga una propuesta salarial, porque si tú dices tu salario, puede poner un ancla», advierte Porto.

Por ejemplo, si das una cifra inferior a la que pensaba tu futuro jefe, este puede bajar en secreto su propuesta para pagarte menos. 

Y si es superior a lo que la empresa pensaba, puedes ser descartado antes de que averigüen si tus habilidades bien valdrían un sacrificio económico.

Tu plan ‘A’ si te preguntan esto es obligar a la empresa a dar el primer paso. Por ejemplo, puedes responder «No tengo acceso a su presupuesto, ¿qué banda salarial contemplan?».

Si no funciona y el entrevistador insiste, no respondas con una cifra única: ofrece un rango salarial.

Si por ejemplo quieres ganar 20,000 pesos al mes, no respondas «20,000 y no se hable más». Mejor di: «Mis expectativas salariales oscilan entre los 18,000 y 22,000 pesos».

«De esta forma te muestras como una persona abierta a la negociación», asegura la experta.

Además, Porto te recomienda que investigues un poco el rango salarial del cargo para el que postulas antes de ir a la entrevista.

«Utiliza Glassdoor, mira los salarios de puestos similares en tu zona, anótalos y crea la franja a partir de tu investigación».

Porto te recomienda que pospongas hasta el final todo lo relacionado con el sueldo: «Primero, véndete como producto porque, cuando hables de dinero, habrás justificado con creces el salario que propongas o negocies».

10. ¿Qué calificación te pondrías como profesional?

No te pongas 10 o nueve, porque quedarás como un Don Perfecto incapaz de ver su capacidad de mejora.

Tampoco peques de modesto y te pongas cinco, porque puedes quedar como una persona con pocas ganas de crecer.

«La calificación perfecta es el notable», explica Eva Porto. «Di que te pones siete, por ejemplo, porque estás orgulloso de tus logros y capacidades, pero que hay algunas zonas que todavía quieres desarrollar, y esperas hacerlo dentro de esa empresa». De nuevo, demuestras autocrítica, autoconocimiento y pasión por descubrir la mejor versión de ti mismo.

11. ¿Has robado alguna vez una pluma en el trabajo?

Si un reclutador, superior o entrevistador nota que el candidato se muestra demasiado perfecto, acabará sospechando de que miente y no es 100% honesto.

Para comprobar sus sospechas, romperá sus esquemas con una pregunta parecida a «¿Has robado una pluma en el trabajo?».

Puede ser otra derivada como «¿Alguna vez has salido un poco antes de tu hora en el trabajo?» o «¿Has usado las impresoras de tu oficina para imprimir cosas personales, como entradas para el cine?».

El objetivo secreto es descubrir si eres una persona con tanto miedo a mostrar tus defectos que acabas mintiendo incluso en un ámbito profesional.

«Todo el mundo ha robado plumas en la oficina, aunque sea sin querer», puntualiza la experta.

«Si admites estos errores, por llamarlos de alguna forma, simplemente revelarás que eres un ser humano. Pero si niegas haber cometido pequeñas faltas, esa perfección, seguramente fingida, provocará que el entrevistador dude de ti y deje de confiar en lo que digas».

Así que ya sabes: a robar plumas.

12. ¿Qué es lo más parecido a una mentira que se puede encontrar en tu CV?

Normalmente esta es una de las preguntas «trampa» de una entrevista de trabajo que se realiza con un tono o contexto distendido para que bajes la guardia.

Te da a entender que es normal si has mentido en tu currículum porque todo el mundo lo hace.

No caigas en ello. «Di que eres demasiado honesto como para mentir en tu currículum y que, si hay alguna parte que necesite aclaración o una mejor explicación, esta entrevista es el mejor momento para despejar dudas».

Quedas como un profesional intachable que no se deja llevar y que siempre prefiere hablar de cosas productivas en un ambiente serio como lo es una entrevista de trabajo.

AHORA LEE: 6 maneras de saber si tu perfeccionismo en el trabajo te está perjudicando

TAMBIÉN LEE: Pide el aumento de salario que añoras: 3 consejos para negociar y conseguirlo

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramLinkedInTwitter, TikTok y Youtube

AHORA VE: