• Una recesión puede estar cerca. Para proteger tu dinero, empieza a gastar menos y a ganar más ahora.
  • Si tienes la oportunidad deberías seguir invirtiendo incluso cuando el mercado esté cayendo.
  • Actualiza tus conocimientos para protegerse de los despidos y evita tomar decisiones financieras precipitadas.
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El hecho de que se produzca o no una recesión no está bajo tu control, por lo que obsesionarse con las tendencias macroeconómicas o tratar de predecir lo que sucederá en la economía mundial no es un gran uso de tu tiempo o energía.

Eso no significa que no debas preocuparte por estas cosas. Pero si quieres que tus finanzas sean a prueba de recesión, debes centrarte en lo que puede influir directamente. Cuando se trata de dinero, lo más inmediato que puedes controlar son tus ganancias.

1. Gestiona tus gastos con prudencia, desde ahora

El flujo de caja es el dinero que entra y sale. Los egresos son probablemente lo más fácil de controlar.

Intenta elaborar un presupuesto en el peor de los casos antes de encontrarte en él. Verifica gastos actuales puedes recortar inmediatamente. Es probable que se trate de cosas como entretenimiento, restaurantes y compras de lujo.

A continuación, profundiza un poco más: ¿Qué es lo que no puedes eliminar por completo, pero en lo que podrías gastar menos? Podría ser la despensa, los suministros para el hogar o cosas como el transporte o el ejercicio físico (si, por ejemplo, cambias tu suscripción al gimnasio por una más barata).

Este presupuesto reducido puede ser lo primero que pongas en marcha si te sientes nervioso por una recesión. Y recuerda que estas suelen declararse oficialmente una vez que ya comenzaron (incluso un año después de que hayan ocurrido, como fue el caso de la recesión de dos meses en marzo y abril de 2020… ¡que no se declaró como recesión hasta julio de 2021!)

Teniendo en cuenta esto, vale la pena probar tu plan de gastos en el peor de los casos antes de que tengas que hacerlo. Si gastas menos ahora, también liberarás más dinero para dirigirlo hacia los ahorros y las inversiones —otra gran manera de proteger tus finanzas personales contra la recesión.

2. Aumenta tus ingresos, y luego tus ahorros

Evalúa tus gastos para saber de qué puedes prescindir o dejar de poner temporalmente en tu presupuesto. Este es un paso fundamental para gestionar tu dinero. Pero no olvides que también puedes ejercer cierto control sobre la entrada de dinero.

El camino correcto para obtener más ingresos dependerá de tu situación, tus habilidades y tus intereses, pero aquí hay algunas sugerencias que puedes considerar:

  • Pide turnos extra.
  • Busca puestos a tiempo parcial que puedas aceptar además de tus obligaciones actuales.
  • Explora la posibilidad de trabajar por cuenta propia o como consultor.
  • Asume más responsabilidades o proyectos en el trabajo y utilízalo para negociar un salario más alto.
  • Inicia tu propio negocio pero eliminando parte del riesgo: a) no pidiendo un préstamo, b) manteniendo tu trabajo actual mientras te lanzas, o c) ambas cosas.

Y tanto si aumentas tus ingresos como si reduces tus gastos (o ambos), tendrás un flujo de caja adicional disponible cada mes. Puedes utilizar ese dinero extra para:

  • Llenar tu fondo de emergencia, especialmente si te preocupa una recesión y la posibilidad de perder tu trabajo.
  • Aumentar las aportaciones a tus cuentas de jubilación para conseguir una estabilidad financiera a largo plazo.
  • Aumentar tu cartera de inversiones fuera de la jubilación.

3. Sigue invirtiendo

El promediado del costo en dólares es una gran estrategia para los inversionistas a largo plazo cuando aportan dinero al mercado. Cuando se promedia el costo en dólares, se invierte la misma cantidad de dinero de forma regular y predecible, pase lo que pase.

Para que tus finanzas sean a prueba de recesiones, debes seguir invirtiendo aunque el mercado esté cayendo. De hecho, ¡especialmente cuando el mercado cae!

En realidad, no estás promediando el costo en dólares cuando detienes tus aportaciones cada vez que sientes incertidumbre sobre el futuro económico. Por el contrario, eres víctima de uno de los mayores errores que pueden cometer los inversionistas: comprar caro.

Si solo inviertes cuando el mercado sube, los tiempos son buenos y todo el mundo se siente confiado, estás comprando a precios cada vez más altos. Y si no sigues invirtiendo cuando el mercado cae, entonces nunca aprovechas los precios más bajos que ofrece.

Puede dar miedo meter el dinero que tanto te ha costado ganar en la bolsa cuando el valor de sus inversiones está cayendo, pero los inversionistas sabios a largo plazo saben que las correcciones, los mercados bajistas y las recesiones son en realidad oportunidades para comprar activos a precios más bajos.

4. Revisa tus conocimientos y actualízalos cuando sea necesario

La mayoría de la gente teme las recesiones porque aumentan el riesgo de perder el trabajo y, por tanto, los ingresos que tanto necesita. Puedes ayudar a que tus finanzas sean a prueba de recesiones asegurándote de que, incluso en un mercado laboral ajustado, seas un recurso vital.

Revisa tus habilidades y conocimientos y compáralos con el mercado actual para ver dónde puedes cubrir una necesidad, o para entender qué podrías necesitar para ponerte al día y seguir siendo relevante para los puestos vacantes.

Esto también es aplicable si eres freelance. ¿Necesitas ponerte al día en las últimas tendencias de tu campo? ¿Hay oportunidades de formación o educación disponibles, o ciertos clientes o proyectos que puedas aceptar ahora para ampliar tu experiencia?

Como todo lo demás en esta lista, el momento de actuar aquí es ahora, antes de que la economía se enfríe drásticamente y las empresas dejen de hacer nuevas contrataciones. Si puedes aumentar tu valor ahora, lograrás conservar tu posición actual mientras las empresas luchan con una posible recesión.

5. Evita las decisiones financieras precipitadas (o costosas)

Ahora no es el momento de dar saltos locos hacia lo desconocido con tu dinero, ni de asumir riesgos innecesarios y no calculados.

Esto es especialmente cierto para cualquier decisión financiera que vaya a inmovilizar gran parte de tu flujo de caja, limitar tu liquidez o establecer un costo fijo muy elevado en tu presupuesto.

Si puedes aplazar decisiones financieras muy importantes que puedan ponerte en una situación precaria, aplázalas. Mientras tanto, puedes trabajar en la creación de tus ahorros y en el aumento de tu patrimonio mediante aportaciones de inversión.

Eso te permitirá estar en una posición financiera más fuerte en el futuro, independientemente de lo que hagas o dejes de hacer. También te puede ayudar a facilitar la navegación a través de una época económicamente difícil al dejarte a ti y a su presupuesto más adaptables y flexibles.

En definitiva, una de las mejores maneras de proteger tus finanzas contra la recesión es mantener la perspectiva. No tomes una decisión a corto plazo sobre lo que debería ser una jugada a largo plazo, y recuerda que las propias recesiones son a corto plazo.

Son difíciles de atravesar en el momento, pero no duran para siempre. Las tendencias económicas son cíclicas, por lo que las épocas de vacas flacas suelen ir seguidas de periodos de crecimiento.

Tanto si nos espera una recesión en un futuro próximo como si no, mantenerse centrado en el panorama general y ser proactivo son dos formas clave de sortear con seguridad lo que se nos presente.

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