Ana Peña

Ana Peña

Tech Talk

¿Y si te dijera que el software de nuestras computadoras se está volviendo obsoleto antes de usarlo? Con la llegada del metaverso, el 5G y la infinita cantidad de aplicaciones para la nube, incluso las supercomputadoras, es decir, estos mainframes que ocupaban un cuarto entero y de precios exorbitantes se están quedando cortas. La demanda por un mejor rendimiento que sea capaz de sostener las nuevas metas de la era digital, es muy superior hoy que cuando se creó esta tecnología. La era de la supercomputación nos está respirando en la nuca y necesitamos estar listos para subirnos a la ola.

El héroe de esta historia es la computación a zettaescala que, aunque todavía es un modelo teórico, está mucho más cerca de desarrollarse de lo que creemos. De hecho, las predicciones más optimistas apuntan al 2027 como la fecha en la que podremos interactuar por primera vez con esta tecnología.

¿Qué es zettaescala? Comencemos por el principio… las computadoras actuales funcionan a petaescala, lo que significa que pueden resolver un cuatrillón de operaciones por segundo. Las mejores supercomputadoras llegan a exaescala, un modelo diseñado hace más de 10 años que es capaz de hacer un quintillón de operaciones por segundo; en este contexto llega la computación a zettaescala, que puede realizar un sextillón de operaciones por segundo de manera exponencial.

Suena un poco complicado, así que mejor pongamos un ejemplo; si bien un cuatrillón de operaciones puede parecerte un número enorme, equipararlo con la potencia de la zettaescala sería como comparar la velocidad de una hormiga con la de un auto de Fórmula 1, porque lo que a una computadora actual le toma 500 años, a una computadora con potencia a zettaescala puede tomarle un día. Como puedes imaginarte, entre las criptomonedas, el metaverso, la tendencia por la conectividad y la web 3.0, ya existe una enorme demanda para esta tecnología. 

Sí, muy bonito, pero… ¿cómo me afecta? 

Estoy segura de que no extrañas los primeros meses de la pandemia y no te culpo, pero como pasa a veces en la historia, someter al ser humano a situaciones límite tiene efectos sorprendentes en el avance tecnológico. En palabras del historiador Kyle Harper, “las crisis aceleran la historia”. 

Eso fue exactamente lo que pasó en pandemia, la supercomputación actual, aún con la potencia de una hormiga, permitió que se desarrollaran y distribuyeran vacunas prácticamente en tiempo récord. Además impulsaron el desarrollo de mejores sistemas de ciberseguridad que hoy se usan en gobiernos de todo el mundo para proteger los datos de sus ciudadanos; y qué decir de los avances en la conectividad que permitieron a millones de personas seguir adelante con sus trabajos, estudios y vida social cuando el mundo de afuera estaba en pausa. 

Ahora el reto es mayor. Las últimas propuestas del conglomerado de empresas Facebook, Instagram, Whatsapp, Oculus VR y muchas más que operan bajo el nombre de Meta, prometen la vida en un mundo virtual llamado metaverso que va a cambiar la manera en la que trabajamos, compramos y nos relacionamos. Pensemos también en todos los aspectos de nuestra vida que llegarán a funcionar gracias a la inteligencia artificial: asistentes virtuales, agendas, mapas de navegación y hasta aplicaciones de citas; a todo ello tendríamos que decirle adiós sin la computación a zettaescala. 

Aunque soportar el metaverso y la inteligencia artificial es uno de los proyectos más ambiciosos que podría sostenerse gracias a esta tecnología, el poder de este tipo de computación sobrepasa por mucho las demandas de estos nuevos proyectos. Es decir, al metaverso le queda grande la zettaescala. ¿No me crees? Para ponerlo en perspectiva, déjame decirte que su potencia es tanta, que tiene la posibilidad de reproducir un cerebro humano. Te cuento…

Se trata del Proyecto Cerebro Humano o (HBP por sus siglas en inglés). Es una propuesta médico-científica patrocinada por la Unión Europea bajo el mando de Henry Makram. El objetivo de este proyecto es lograr reproducir a través de una computadora, todas las características del cerebro humano.

¿Para qué? Para beneficiar estudios en la medicina y la neurociencia que nos permitan entender mejor cómo funciona nuestro cerebro; y así poder antecedernos a enfermedades y trastornos que lo afectan.

El proyecto originalmente fue planteado con la potencia de computación a exaescala en 2013, pero la promesa de la zettaescala le da una dimensión completamente nueva a la investigación. Esto nos da una buena idea de lo que es capaz esta tecnología, después de todo, jamás en la historia habíamos estado tan cerca de crear un cerebro igual al nuestro.

¿Y a dónde vamos? 

Con la computación a zettaescala seguimos cumpliendo la predicción realizada por la Ley de Moore, que dice que cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador.  Estamos hablando de computadoras cada vez más pequeñas, pero con mucha más potencia. ¿Para qué? Para nuestra comodidad y conveniencia, para llegar a un futuro en el que las computadoras sean una extensión más del ser humano, así como un brazo, una pierna o incluso un cerebro extra.  

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Jonás Cortés|Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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