- Desde la gripa a la neumonía, las infecciones respiratorias se disparan cuando baja la temperatura.
- El frío hace que ciertos virus proliferen y que tu sistema inmunitario se ralentice.
- Estas estrategias ayudarán a preparar tu cuerpo para el otoño y tener menos probabilidades de enfermarte.
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Con el fin del verano no solo vuelve la rutina, sino también la temporada de estar en cama enfermo. Los rinovirus causantes del resfriado común, alcanzan su punto máximo en otoño y primavera, mientras que los virus de la gripa lo hacen en invierno.
Así que junto a la nostalgia, los tonos dorados y la calabaza, el otoño trae consigo algunos problemas de salud. Además de la gripa y de los constipados, asma, neumonía, bronquitis, rinitis y sinusitis, las alergias respiratorias son otras de las principales enfermedades que suelen aparecer en esta época, de acuerdo con Eurofarma.
Desde hace tres años un nuevo integrante se suma a la lista. Aunque el Covid-19 dejí de ser una emergencia sanitaria, sigue circulando entre las personas.
La razón por la que las personas se enferman más en los meses fríos tiene su explicación en algunos cambios que trae consigo el fin del buen clima.
El aire seco del interior y la poca ventilación favorecen los estornudos y la sequedad. En esta época del año también es habitual pasar más tiempo en espacios cerrados. Estos virus se transmiten a través de los fluidos corporales de las personas enfermas. Gente reunida en la oficina, atrapada en el metro, alguien que no deja de estornudar… así es cómo ocurre.
Además, con el frío el sistema inmunitario se ralentiza. Según un estudio de la Universidad de Yale, esto se debe a que las temperaturas bajas debilitan las defensas de las fosas nasales.
Para evitar los resfriados no te servirá de nada tomar jugo de naranja. Existe la creencia popular de que la vitamina C te permite esquivar esta enfermedad, pero no es así. Sin embargo, sí es una buena aliada para que la infección dure menos.
Lo que sí funciona, enseñó la pandemia, es poner en práctica medidas de higiene, como lavarse las manos y usar mascarilla si estás enfermo.
Hay otras cosas que también ayudan. A medida que los días se acortan y se vuelven más fríos puedes poner en práctica estas estrategias sugeridas por expertos de salud para prevenir enfermedades y mantenerte sano.
Vigila ciertos nutrientes
Obtener los niveles adecuados de vitaminas C, A y E junto con el selenio y el zinc puede tener un efecto protector inmunológico, según algunos médicos. Todos ellos son nutrientes fundamentales para fortalecer tu sistema inmunológico contra infecciones otoñales.
La deficiencia de vitamina D se asocia con un mal funcionamiento del sistema inmunológico y desregulaciones en el estado inflamatorio. Ya que en otoño es fácil que recibas menos exposición solar, asegúrate de incluir en tu dieta alimentos que la aportan, como pescados, setas, huevos o lácteos.
Hidrátate
Hidratarse sigue siendo importante aunque las altas temperaturas hayan quedado atrás. Es uno de los consejos para estar sano en otoño sugeridos por los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos).
“Sustituye las bebidas azucaradas o alcohólicas por agua para reducir las calorías y mantenerte seguro”, apuntan. El azúcar, responsable de enfermedades como la diabetes o la obesidad, es una de las peores cosas que puedes tomar para proteger tu sistema inmune.
Lo óptimo, de acuerdo con investigaciones recientes, es beber entre 1.5 y 1.8 litros al día.
Vacúnate de la gripa y el Covid-19 si eres de un grupo de riesgo
Recibir los refuerzos de estas vacunas ofrece la mejor protección contra casos graves y hospitalizaciones en personas de riesgo. Aunque la gripa resulta en general una enfermedad común que remite sin mayor complicación tras unos días, las epidemias anuales por esta infección causan de 3 a 5 millones de casos graves y entre 290,000 a 650,000 muertes en el mundo.
Entre los grupos de riesgo están las personas mayores de 60 años, personal sanitario y embarazadas.
Este año las recomendaciones de vacunación también incluyen la inmunización contra el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), responsable de la bronquiolitis, a los bebés de riesgo.
Combate la alergia de otoño
Congestión, goteo nasal, estornudos. Quizá no es un resfriado sino una alergia otoñal. Aunque se asocia a la primavera, el frío y la humedad son factores que pueden contribuir al riesgo de reacciones alérgicas, como la rinitis alérgica o el asma.
En esta época del año se produce un repunte de las colonias de ácaros y la falta de ventilación por el frío puede hacer que muchas personas se ven afectadas por dicha alergia y por producidas por otros elementos, como el moho, apuntó Sanitas.
Para reducir riesgos, asegúrate de ventilar de forma adecuada, lava con frecuencia sábanas y ropa de cama, no dejes que el polvo se apodere de tu casa y evita la acumulación de hojas secas típicas del otoño en exteriores.
Haz ejercicio
El ejercicio no solo es efectivo para combatir los excesos del verano. También te permitirá tener un cuerpo más sano para encarar los problemas de salud otoñales.
Los estudios han dejado claro que el ejercicio es un coadyuvante del sistema inmunológico, ya que mejora la actividad de defensa y la salud metabólica.
Cualquier cantidad de actividad física que hagas será mejor que permanecer sedentario. Pero asegurarte de que sean al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada semanales, además de actividades de fortalecimiento muscular al menos dos días a la semana.
No te dejes llevar por la abstemia otoñal
A medida que los días se acortan más con el cambio al horario de invierno, hay menos luz solar para disfrutar. Lo que puede desajustar tu reloj biológico y cambiar tu estado de ánimo.
El trastorno afectivo estacional (TAE) es un tipo de depresión provocada por el cambio de estación. Entre sus síntomas está la falta de energía, fatiga, retraimiento, el insomnio o exceso de sueño, sentimientos de irritación, pesimismo y desesperanza.
“Especialmente en invierno, nuestros cuerpos reaccionan al clima gris, frío y a la falta de luz solar natural”, explicó el psicólogo Adam Borland, de la Cleveland Clinic. “Lo que hace la fototerapia es compensar la falta de exposición que recibimos de la luz solar natural”.
Otras estrategias que pueden ayudarte con el “bajón” otoñal son madrugar, pasar horas centrales del día en el exterior, asegurar niveles adecuados de vitamina D y meditar.
Duerme las horas recomendadas
Estudios recientes han demostrado que la duración y la regularidad del sueño tienen beneficios importantes para la salud a largo plazo y el desempeño diario de tu vida.
Esto se traduce en dormir las horas necesarias y hacerlo de manera regular. Para los adultos es entre 7 y 9 horas de sueño cada día.
No hacerlo te expondrá a muchas consecuencias, incluyendo un peor sistema inmune. Lo creas o no, estar constantemente constipado o con gripa puede deberse a dormir menos de lo necesario.
Mientras duermes, tu sistema inmunitario produce sustancias protectoras que combaten las infecciones, como anticuerpos y citocinas, informó Healthline.
La gente que no duerme lo suficiente tiene hasta tres veces más probabilidades de padecer gripa que aquellos que están bien descansados.
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