- Megan Tjelle perdió 25 kilogramos caminando y comiendo de manera saludable con un déficit calórico.
- Luego, Tjelle utilizó el medicamento para perder peso supresor del apetito Wegovy para perder otros 22.7 kilogramos.
- Tjelle, quien tiene síndrome de ovario poliquístico (SOP), también ha recuperado períodos menstruales regulares por primera vez en años.
- ¿Ya conoces nuestra cuenta de Threads? Síguenos.
Megan Tjelle estaba cansada de perderse la vida.
A medida que su peso aumentaba durante sus veintes, rechazaba eventos sociales porque se sentía cohibida. Notaba que su salud también sufría.
Evitaba las fiestas en la alberca porque no quería usar un traje de baño, sudaba al peinarse y le costaba trabajo ponerse los calcetines.
Tjelle había sido una niña atlética cuando era joven, pero comenzó a subir de peso cuando se volvió menos activa después de ingresar a la escuela de enfermería.
«Eso, junto con el estrés de la escuela de enfermería, lo sobrellevé comiendo en exceso», dijo Tjelle, una mujer de 29 años originaria de Chicago, a Business Insider.
Mientras estudiaba, a Tjelle le diagnosticaron síndrome de ovario poliquístico (SOP), que está relacionado con períodos irregulares y aumento de peso. Experimentó fascitis plantar, que puede causar dolores punzantes alrededor del talón y el arco del pie.
Después de graduarse, las cosas empeoraron. Tjelle había comenzado una carrera exigente y trabajar en turnos nocturnos como enfermera dificultaba el desarrollo de hábitos saludables de alimentación y ejercicio.
«Llegó un punto en el que ni siquiera quería mirarme en las fotos. No quería estar en las fotos», dijo.
Tjelle probó dietas de moda, pero solo hicieron que su peso fluctuara, lo que la llevó a recuperar lo que había perdido y más.
En octubre de 2022, con 111.58 kilogramos de pedo, decidió que ya era suficiente. Empezar un nuevo trabajo con horario regular parecía la oportunidad perfecta para comprometerse a estar más saludable.
Tjelle realizó dos cambios para facilitar y hacer más sostenible la pérdida de peso: dejó de depender de la comida para llevar, comenzó a comer una dieta equilibrada con un déficit calórico y gradualmente comenzó a moverse más.
«Ese cambio tuvo un gran impacto en mí y siento que fue lo más importante que inició mi viaje de pérdida de peso, simplemente porque finalmente me permitió tener horarios de alimentación normales, horarios de sueño normales y dormir ocho horas por noche», dijo.
La investigación muestra que dormir lo suficiente es clave para la pérdida de peso, con un estudio que encontró que los participantes que dormían lo suficiente tendían a consumir unas 270 calorías menos al día.
El cambio también refleja la realidad de que el mantra de pérdida de peso «comer menos y moverse más», un pilar de la industria de pérdida de peso de 90 mil millones de dólares, es más fácil decirlo que hacerlo si una persona no está en las circunstancias adecuadas.
Durante seis meses, solo con dieta y caminatas, Tjelle perdió 25 kilogramos y su salud comenzó a mejorar. Su fascitis plantar, que inicialmente atribuyó a su trabajo, se alivió cuando perdió peso.
Luego, perdió otros 22.7 kilogramos con el medicamento para perder peso Wegovy, y recuperó períodos menstruales regulares por primera vez en años.
Aunque Wegovy y otros medicamentos de la misma clase conocidos como agonistas del GLP-1 no han sido aprobados por la FDA para el síndrome de ovario poliquístico (SOP), algunas mujeres han informado que sus síntomas mejoraron con los medicamentos, incluida la recuperación de sus períodos. Alrededor de la mitad de las mujeres estadounidenses con SOP tienen obesidad, por lo que es un tema de interés para los médicos.
Tjelle comenzó poco a poco solo caminando
Tjelle no estaba en la mentalidad correcta cuando intentó perder peso en el pasado, dijo.
«Lo que fue diferente esta vez fue que estaba completamente harta y sabía que era más o menos ahora o nunca; era hora de comprometerme completamente con ese cambio», dijo.
Tjelle quería que su nuevo estilo de vida fuera sostenible, así que empezó poco a poco. Se comprometió a ir al gimnasio todos los días, pero comenzó solo caminando en la cinta de correr durante media hora.
Había oído hablar de la tendencia de entrenamiento «12-3-30», que consiste en caminar en una cinta de correr con una inclinación de 12%, a 3 millas por hora (4.8 k/h) por 30 minutos. Eso fue demasiado desafiante al principio, así que comenzó con una inclinación de 2% y fue aumentando.
A medida que Tjelle perdió peso, ganó confianza y pudo sentir que se ponía más en forma, ya que podía hacer más ejercicio.
«Mirando hacia atrás, me costó mucho entrar en la sección de pesas», dijo. «Estaba tan nerviosa, asustada de que todos me estuvieran viendo».
Con el tiempo, Tjelle pasó a usar máquinas de resistencia y correr; ahora ha corrido medio maratón y puede hacer dominadas sin ayuda.
Tjelle cambió la comida para llevar por comidas preparadas saludables
Cuando Tjelle dejó la comida para llevar, recurrió a un servicio de entrega de comidas local llamado Seattle Sutton, que proporcionaba tres comidas equilibradas nutricionalmente todos los días y la colocaba en un déficit calórico suave, que es necesario para perder grasa.
No era barato, pero Tjelle dijo que había estado gastando tanto en comida para llevar que cree que aun así ahorró dinero.
«Solo quería algo que me facilitara las cosas», dijo Tjelle.
Tjelle también dejó de comer tarde en la noche, y comenzó a tomar café negro con un poco de leche en lugar de las versiones cremosas y azucaradas.
«Eliminar las bebidas azucaradas fue enorme para mí», dijo. «Realmente no me di cuenta de cuántas calorías consumía».
No fue fácil desarrollar nuevos hábitos, pero estaba tan decidida a perder peso, recuperar su confianza y mejorar su salud que se mantuvo firme.
El «ruido de la comida» la llevó a probar Wegovy
Pero Tjelle aún luchaba con el «ruido de la comida», lo que significa que siempre estaba pensando en comer, una queja común de las personas que recurren a los agonistas del GLP-1 para suprimir el apetito.
«Es muy difícil mantener un déficit calórico cuando tienes antojos que son casi incontrolables y el ruido de la comida es constante en tu cabeza», dijo Tjelle.
Fue esa voz en su cabeza la que la hizo preocuparse de que no podría seguir perdiendo peso de forma natural, se estancaría y eventualmente recuperaría el peso. Después de todo, la investigación muestra que las personas que pierden peso luchan por mantenerlo a largo plazo.
Tjelle escuchó que el medicamento para perder peso Wegovy, que contiene el mismo ingrediente que Ozempic, tiende a silenciar el ruido de la comida y se ha relacionado con la reducción de los síntomas del SOP. Su médico estuvo de acuerdo en que debería probarlo.
El ruido de la comida desapareció inmediatamente, dijo Tjelle.
Comenzó con una dosis baja y aumentó lentamente; experimentó náuseas, un efecto secundario común, durante los primeros meses, que disminuyeron con el tiempo.
Aunque su apetito disminuyó, continuó comiendo comidas saludables y se aseguró de consumir suficiente proteína para ayudarla a mantener el músculo mientras perdía grasa. A los pacientes con GLP-1 se les requiere que coman saludable y hagan ejercicio cuando toman estos medicamentos.
En los primeros seis meses de su viaje de pérdida de peso, los períodos raros e irregulares de Tjelle se volvieron más frecuentes y, con Wegovy, se volvieron regulares.
Las personas con SOP pueden tener resistencia a la insulina y los GLP-1 pueden aumentar la producción y la sensibilidad a esa hormona. También se cree que la pérdida de peso ayuda con síntomas como los períodos irregulares.
«Cuando comencé con Wegovy, fue la primera vez en mi vida que comencé a tener un período menstrual regular todos los meses», dijo. «Antes, había pasado años sin tener uno».
Con 47.6 kilogramos menos, Tjelle toma una dosis de mantenimiento de Wegovy
Ocho meses y 22.7 kilogramos después, Tjelle decidió pasar a una dosis de mantenimiento de Wegovy. Todavía se inyecta una vez a la semana, pero una dosis baja, y planea seguir haciéndolo mientras su seguro lo cubra.
«Me siento como una persona diferente con él», dijo Tjelle.
Tjelle ya no recibe comidas entregadas, pero tiene como objetivo comer la cantidad adecuada para mantener su peso.
«He continuado con todos los hábitos saludables», dijo. «No cuento mis calorías, pero como saludable la mayor parte del tiempo. Todavía me permito comer algunos alimentos diferentes con moderación si voy a cenar o si hay un postre. Así que no me restrinjo porque lo he hecho en el pasado y aún quiero disfrutar de la vida también».
La gente la trata diferente ahora
Tjelle se sorprendió, y entristeció, de que la gente la tratara mejor ahora que está más delgada.
«La gente es más amable contigo cuando estás en un cuerpo más pequeño», dijo. «Siento que la gente se ofrece a hacer cosas por mí más, la gente me sostendrá la puerta, se ofrecerá a llevar cosas por mí».
Este es como un «privilegio de flacura», y a menudo es comentado por personas que pierden peso.
Tjelle también está recibiendo más atención de los hombres, incluidos los que anteriormente no estaban interesados.
«Los chicos con los que había salido en el pasado, cuando tenía sobrepeso, me han vuelto a contactar», dijo. «La gente que me había ignorado o no quería salir en una segunda cita, de repente están tratando de hablar conmigo».
Pero la principal lección de Tjelle es que es más capaz de lo que pensaba.
«Creo que siempre supe que lo tenía dentro de mí, pero nunca realmente creí en mí misma», dijo. «No puedo poner límites a mí misma porque siento que ahora que he perdido esos 47 kilos, puedo lograr cualquier cosa que me proponga».
Agregó: «Quiero vivir al máximo mi potencial y ser lo más saludable y feliz que pueda ser».
TAMBIÉN LEE: Los verdaderos efectos del azúcar, a la luz de la evolución
