- Lana del Rey y Taylor Swift son algunas de las artistas que se han presentando en México en las últimas semanas.
- Después de prepararte para un evento tan emocionante, es normal sentirse deprimido.
- Tener algo más que esperar puede ayudarte.
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Desde que finalizaron los confinamientos, los músicos regresaron a los escenarios de México, y, en las últimas semanas, esto ha incluido a estrellas como Lana del Rey y Taylor Swift.
Para asistir a un concierto, miles de personas pasan horas luchando por un boleto, eligiendo un atuendo perfecto, hablando con sus amigos y, finalmente, viendo a sus héroes en vivo y a todo color.
Sin embargo, después de la anticipación, el esfuerzo y la emoción de un concierto monumental (u otro gran evento), es normal experimentar una depresión o incluso síntomas similares a este padecimiento, dijo la psicóloga Michele Leno.
“Es una sensación como de: ‘¿y ahora qué voy a hacer?’”, explicó Leno. “Se muestra como pesimismo y falta de motivación después del evento”.
Los síntomas suelen ser leves y no suelen llegar al punto de una depresión real. Aún así, puede requerir esfuerzo (y a veces ayuda profesional) volver a encarrilarse después de una experiencia estimulante como un concierto.
Esto es lo que Leno recomienda que puedes hacer para sentirte mejor.
Identifica por qué el evento fue tan significativo
Los fans han pasado meses esperando con ansias la fecha de su concierto. A veces, puede parecer que toda su vida gira en torno a la preparación de un gran evento. Entonces, una vez que eso pasa, puedes sentirte abandonado y sin dirección.
Leno recomendó pensar en lo que te motiva. Ve más allá del increíble espectáculo y piensa por qué el concierto (u otro gran evento) te hizo tan feliz.
Luego, podrás planificar más maneras de aprovechar ese sentimiento. Recuerda, esto no significa simplemente comprar más boletos para conciertos, sino reflexionar realmente sobre lo que te motiva como persona.
“Primero tienes que venir desde adentro”, afirmó Leno.
Aprovecha tu felicidad
Con suerte, tu experiencia en el concierto fue todo lo que esperabas y más. En ese caso, prolonga la felicidad que te brinda.
Al igual que este primer paso, esto implica cierta reflexión. ¿Qué te hizo más feliz? ¿Arreglarte? ¿Pasar el tiempo con amigos? ¿Escuchar música en vivo? Acepta eso y encuentra maneras de tener más emociones positivas en tu vida, incluso en una escala más pequeña.
“Estos eventos son recordatorios de que podemos apropiarnos la felicidad”, aseguró Leno.
Céntrate en ti mismo
Enfocarse en uno mismo para ver a un artista que admiras es maravillo. Sin embargo, también es una manera de mostrar quién eres: el arte que amas, los conceptos en los que crees y las actividades que te brindan alegría.
Mantén esa energía de cuidado personal incluso después de que termine el concierto.
“Es como un momento de autocuidado, centrado en ti porque te estás volcando en ti mismo”, dijo la psicóloga. Haz más de eso, ya sea tomando unas copas con amigos o comprando un atuendo nuevo que te haga sentir seguro.
Vive indirectamente a través de los demás
Leno dijo que cuando tu concierto termina, siempre existe la posibilidad de vivir indirectamente a través de los demás. Esta también es una gran estrategia para las personas que no pudieron conseguir boletos.
En lugar de sentirte celoso o FOMO (siglas en inglés para “miedo a perdértelo”) cuando veas publicaciones en las redes sociales sobre conciertos, intenta tomarte un momento para disfrutar lo que tus amigos te muestran.
Ignora a aquellos que no lo entienden
Leno afirmó que las mismas personas en tu vida que tal vez no hayan entendido tu entusiasmo por el concierto probablemente no entenderán tu decepción después. Eso está bien, y el hecho de que no lo entiendan no hace que tu experiencia sea menos real.
“Ignora a los detractores”, dijo la psicóloga. “Hasta que lo experimenten”.
Pide ayuda si la necesitas
Si realmente te sientes triste, comunícate con otras personas. A veces basta con hablar con otras personas que fueron contigo al concierto. Es posible que ellos sientan lo mismo.
En otros casos, hablar con un terapeuta es una buena idea para gestionar la transición, aunque sea solo una o dos veces.
“A veces, la necesidad de ayuda es temporal”, dijo Leno.
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