• A medida que aparecen nuevas variantes del coronavirus, el patógeno podría volverse más contagioso, resistente y viral que sus versiones anteriores.
  • Aunque no siempre tiene que ser así; hasta la fecha, las medidas recomendadas son eficaces contra la propagación del coronavirus. 
  • Estas son las 4 características que ya se conocen de las variantes de interés y preocupación del COVID-19

Las nuevas variantes del Covid-19 son una de las principales preocupaciones de cómo evoluciona el SARS-CoV-2. 

Estas podrían agravar y extender la pandemia más allá de lo deseable, con más y peores casos de Covid-19, con la reducción de la eficacia de fármacos como las vacunas y la inutilidad de las medidas de salud pública para frenar la propagación del patógeno. 

Ahora mismo, 4  de las variantes se consideran un motivo de preocupación, según la OMS.

Pero otras variantes podrían suponer una amenaza peor para la salud pública. 

De hecho, la última de las preocupaciones es sobre la posibilidad de que los vacunados propicien la aparición de variantes que eludan las vacunas. 

«La gran preocupación es que la próxima variante que pueda surgir podría evadir nuestras vacunas», advirtió la directora de CDC, Rochelle Walensky.

La OMS clasificó 4 variantes de preocupación y 4 variantes de interés de Covid-19

Con el objetivo de priorizar el seguimiento a escala mundial y de dar una mejor orientación sobre la respuesta a la propagación del Covid-19, los investigadores distinguen las distintas variantes entre variantes de interés (VOI) y variante de preocupación (VOC). 

Las variantes de interés, de acuerdo con la OMS, presentan cambios en el genoma que afectan a características del virus como su transmisibilidad, la gravedad de la enfermedad que causa y su capacidad para escapar a la acción del sistema inmunitario.

Además, parecen dar lugar a una transmisión significativa o son la causa de varios brotes de Covid-19 en un determinado territorio.

Mientras que las variantes de preocupación ya se asocian a cambios significativos en la transmisibilidad del coronavirus, su capacidad para provocar casos más graves y la disminución de la eficacia de las medidas de control.

Variantes de interés:

  1. Eta, B.1.525: detectada en varios países desde diciembre de 2020. 
  2. Iota, B.1.526: identificada en Estados Unidos en noviembre de 2020.
  3. Kappa, B.1.617.1: también en India desde octubre de 2020. 
  4. Lambda, C.37: detectada en Perú en diciembre de 2020.

Variantes de preocupación actuales: 

  1. Alpha, antes conocida como B.1.1.7: detectada en Reino Unido en septiembre de 2020. 
  2. Beta, B.1.351: identificada en Sudáfrica en mayo de 2020.
  3. Gamma, P.1: detectada en Brasil en noviembre de 2020.
  4. Delta, B.1.617.2: descifrada en India en octubre de 2020.

No obstante, otras 13 variantes son observadas por la OMS, redes de expertos y autoridades nacionales como una posible amenaza.

Estas todavía no reciben un nombre pero cabe afectan a varios países entre los que están Estados Unidos, Brasil, Filipinas, Indonesia y Colombia. 

Hasta la fecha, las estrategias y medidas recomendadas son eficaces contra la propagación del coronavirus. 

«Se ha demostrado en muchos países con amplia transmisión de variantes preocupantes que las medidas sociales y de salud pública, como las de prevención y control de la infección, reducen eficazmente el número de casos, hospitalizaciones y muertes por Covid-19», defiende la OMS.

Las variantes de preocupación son más contagiosas o provocan cambios perjudiciales en la epidemiología del Covid-19

Alpha y beta son 50% más contagiosas que la cepa original, según un estudio no revisado por pares publicado en medRxiv, y una investigación de expertos británicos y sudafricanos, respectivamente.

Aunque beta y gamma se descifraron con mutaciones aún más peligrosas que las de la variante anterior, favorecían la adherencia del virus a las células humanas y su resistencia a los anticuerpos. 

Pero para gamma no consta una mayor transmisibilidad, conforme al CDC.

Por su parte, delta, que se considera la variante más peligrosa es aún más transmisible que las anteriores. Es un 60% más contagiosa que la versión británica del virus.

Variantes aumentan las probabilidades de desarrollar casos más graves de Covid-19

Las variantes que se clasifican como «de preocupación» por la OMS. La CDC tienden a agravar el escenario de los contagiados con el Covid-19. 

Independientemente de que se asocien con casos más graves también podrían saturar los centros de salud y prolongar la espera de pacientes.

Además, afectarían a las medidas de salud pública que, de haberse relajado, tendrían que volver a ser más restrictivas con los contactos y la movilidad.

Una investigación de la Universidad de Washington, detectó que en las infecciones con la variante alpha, puede haber un aumento de la gravedad en función de las hospitalizaciones y las tasas de letalidad —entre un 30% y un 70% más mortal que la cepa original—.

En esta misma línea, los datos del organismo de salud británico Public Health England estiman que la variante delta del nuevo coronavirus duplica el riesgo de ingreso hospitalario en comparación con alpha. 

No obstante, merece la pena destacar que el principal objetivo de los virus es sobrevivir, no matar a sus huéspedes. Lo que quieren es propagarse, cuanto entre más gente mejor.

Cambian los síntomas que aparecen tras el contagio con el nuevo coronavirus

Más allá de la gravedad, otro de los cambios que han propiciado las variantes es la alteración en el orden en el que aparecen los síntomas del Covid-19 y nuevas afecciones más parecidas a las del resfriado, la gripe o la alergia que a los indicios originales del coronavirus.  

Los hallazgos de una investigación en Reino Unido, que hace un seguimiento de los datos de más de 4 millones de pacientes, han evidenciado que los síntomas registrados anteriormente están cambiando con las variantes en evolución del virus y que varían según la inmunidad de los afectados.

Ahora los 5 primeros síntomas que aparecen tras el contagio con el nuevo coronavirus son: el dolor de cabeza, el dolor de garganta, la congestión nasal, la fiebre y la tos persistente. Mientras que la pérdida del gusto y el olfato y la dificultad para respirar bajan unas posiciones en la clasificación —puesto 9 y 30, respectivamente—. 

Para quienes han recibido una dosis de la vacuna, entre las primeras afecciones se encuentran los mismos síntomas menos la fiebre. Y aparecen por primera vez los estornudos. Pero los que han recibido la pauta completa de la vacuna vuelven a experimentar la pérdida del olfato entre los primeros síntomas, en lugar de la tos persistente —un dato que podría revelar que la vacuna prevé que se agrave la afección pulmonar que aparece con el Covid-19—. 

Disminuyen la eficacia de los fármacos, las medidas de salud pública o los medios de diagnóstico

A partir de beta y gamma, las nuevas variantes tienen alteraciones que mejoran la capacidad del virus para resistir a la respuesta inmunológica. Aunque todas las vacunas siguen siendo eficaces contra los casos que van de leve y moderado a grave del Covid-19. 

La eficacia puede variar entre un 10% y un 30%, sobre todo con la variante delta. Y una única dosis de la vacuna ya no es suficiente para hacer frente a la infección, de acuerdo con varios estudios revisados por pares, uno de ellos publicado en Nature.

Ahora, tal y como se ha mencionado con anterioridad, los expertos temen que los vacunados propaguen una variante que eluda mejor los anticuerpos producidos tras las vacunas o la enfermedad. Sobre todo tras el contagio en el intervalo de las 2 dosis de la vacuna, cuando los individuos aún no están del todo protegidos. 

«No tener a todos inmunizados crea una circunstancia perfecta para que surjan variantes mutantes de escape. Si hay algunas personas que tienen niveles bajos de inmunidad, en cierto modo, eso es casi peor que no tener ninguna inmunidad», ha advertido a Business Insider James Hildreth, inmunólogo y presidente del Meharry Medical College. 

En esta misma línea, informan los CDC, los estudios de laboratorio sugieren que los tratamientos con anticuerpos monoclonales específicos pueden ser menos efectivos para tratar casos de Covid-19 causados por variantes con ciertas sustituciones o combinaciones de sustituciones en la proteína de pico —la que el virus utiliza para adherirse a los receptores de las células humanas—. 

Entre estas variantes se encuentran eta, iota, kappa, alpha, beta, gamma y delta, conforme al seguimiento de las autoridades sanitarias de Estados Unidos. 

Muchas de estas alteraciones podrían disminuir también la eficacia de los sueros de convalecientes o postvacunación, según los Centros. 

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