Simon Dalgleish

Simon Dalgleish

Simón Dice

Hace un par de meses, escribí en este espacio que estos tiempos serían turbulentos; di la recomendación de “abrocharse el cinturón y prepararse para la turbulencia”. Los aumentos de tasas de interés, aumento en la inflación, volatilidad en los mercados y conflictos internacionales, han dado un golpe tras otro a las finanzas mundiales.

A nivel más “terrenal”, esta turbulencia ha sido perceptible. Muchas mercancías y productos han aumentado su precio, y la gente está haciendo ajustes en sus gastos para sobrellevar este cambio. Para los pequeños inversionistas, esto puede parecer una señal de alerta que los esté atemorizando ante la posibilidad de pérdidas importantes. Se puede llegar a pensar que un menor consumo terminará con sus rendimientos.

Si es tu caso, no te culpo. Es normal ponerse nervioso ante un panorama como el que atravesamos. Nos trae recuerdos de crisis anteriores —como la de 2008 o la de hace un par de años, cuando comenzó la pandemia—; sin embargo, en esta ocasión me parece que se trata de un caso distinto. Incluso veo como un punto positivo el reajuste que se está haciendo a las tasas de interés; ello puede formar los cimientos para un crecimiento sólido y sano en los próximos años.

La estabilización de las bolsas

¿Por qué menciono que puede ser positivo estar ante este aparente “caos”? La realidad es que, como una forma de combatir la desaceleración por la pandemia, se otorgaron muchos estímulos para fomentar el crecimiento. Hubo tasas de interés bajas, apoyos económicos, créditos muy baratos y todo tipo de actividades para estimular el consumo.

El price-to-earnings ratio (PE) es un número que señala en cuántos años la empresa genera las utilidades suficientes para cubrir el costo de adquisición actual; ello tomando en cuenta la utilidad que genera hoy. Para muchas empresas, el PE se elevó a niveles históricos brutales, rayando en valores máximos eran impensables que antes de la pandemia.

Para ponerte en contexto, un PE elevado (más de 20 puntos) indica que una empresa tiene buenas perspectivas de crecimiento; sin embargo, también puede indicar que está sobrevalorada o que se trate de una burbuja financiera (si llegara a más de 25 puntos, por ejemplo). Por el contrario, un PE bajo (menor a 8) indica una empresa que va al declive o que puede ser sumamente atractiva, dependiendo del análisis de cada quien. Un PE medio (entre 10 y 17, aprox.) indica que la valuación de una empresa es muy razonable.

Diferentes empresas —sobre todo tecnológicas— llegaron a tener un PE de hasta 30, algo nunca visto antes, y que ahora vemos se están desplomando. Casos como los de Facebook, Twitter, Netflix, Tesla, Apple y otros gigantes tech, han visto ir en picada el precio de sus acciones durante este año. Hace tiempo pronosticaba que esta situación era probable. Como hemos dicho antes, se trata de un ajuste en las finanzas, ya que era imposible seguir con el crecimiento desproporcionado que habían vivido.

El crecimiento “artificial” que experimentaron no podía durar mucho tiempo, y ahora que vemos un poco de luz al final del túnel en esta situación de pandemia, las instituciones financieras han visto que es hora de dejar de buscar seguridad en las inversiones y comenzar a apostar para ganar. La relación entre precio y ganancias de las empresas está regresando a niveles “normales” y con ello se busca que la gente diversifique sus inversiones en opciones más arriesgadas.

No es el fin del mundo, pero tampoco debes dejar de apretar el cinturón

Si eres un lector asiduo de este espacio, sabes que me gusta fomentar las inversiones a largo plazo, y para quienes colocan su dinero de esta forma, un PE bajo en las acciones representa una situación positiva, pues como he mencionado antes, los ciclos económicos favorecen al dinero a largo plazo. Así que reitero: no entres en pánico por ahora.

Con esto no quiero decir que la pandemia ya no afectará a la economía o que ya vivimos todos los ajustes financieros que hacían falta. Al contrario, vienen muchos cambios todavía y me gustaría invitarte a que sigas apretando el cinturón, ya que los tiempos seguirán siendo volátiles.

Hasta ahora no había tocado este tema, pues si bien es un concepto básico para inversionistas, puede ser difícil de entender cuando no se aprecian las circunstancias que mejor lo ilustran. Ahora que lo conoces, puedes añadir la evaluación del PE a tus criterios para valorar tus inversiones de ahora en adelante.

Y como es usual, quisiera complementar esta reflexión con un par de recomendaciones muy personales. La primera es el consumo: la disrupción en la cadena de suministro poco a poco se ha regularizado, y la gente está esperando a comprar, lo que favorece el consumo discrecional (bienes y servicios no esenciales). Algunos productos incluso siguen sin estar disponibles (como fue el caso de computadoras, videojuegos, autos e incluso calzado deportivo), pero la gente ya se está preparando para estas compras y favorecerán este segmento del mercado.

El sector energético también está viviendo un gran momento, sobre todo las energías verdes: ante el conflicto armado en Ucrania, muchos países y empresas buscan la manera de reducir su dependencia de los combustibles fósiles de Rusia, y están volteando a ver otras opciones. Las alertas de la ONU y otros organismos internacionales sobre el calentamiento global también han influido en que se busquen formas menos contaminantes de energía, por lo que buscar un ETF de energías alternativas, ahora que es un mercado al alza, puede ser una gran opción.

El sector tecnológico ha sido muy golpeado, pero no por ello quiere decir que no volverá a levantarse; lo que te recomendaría, si ya tienes una participación en él, es mantenerla pero reducir tu capital destinado a este sector. El sector financiero, y sobre todo los bancos, también puede verse beneficiado ante estos cambios: puede que ahora mismo los números no lo reflejen, pero al elevarse las tasas, también se elevan sus posibilidades de generar ganancias y por lo tanto sus rendimientos.

Una diversificación amplia entre estos sectores, y mantener un ojo sobre los anuncios por venir en materia financiera, son claves para que tus inversiones se mantengan a flote y saludables en estos tiempos tan complicados.

No dejes de apretar el cinturon | Business Insider Mexico
No dejes de apretar el cinturón: los ajustes financieros continuarán | Brenda Peralta

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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