Una de las principales notas económicas durante este primer mes del año fue la volatilidad en los mercados: escuchamos y leímos sobre la variabilidad en el precio de los combustibles, algunas caídas en el valor de criptomonedas, empresas que van a la baja en la bolsa mientras otras llegan a máximos históricos y más novedades sobre diferentes activos.
Si bien la volatilidad es endémica y parte normal de las inversiones, algunas personas tienen la impresión de que los movimientos de esta ocasión están siendo más extremos. Esto no es necesariamente correcto: estamos en un punto que diferentes fuentes califican “de salida” después de casi dos años de pandemia, en donde se aplicaron muchos estímulos a la actividad económica; ahora, muchos de estos estímulos se van a retirar y los anuncios han provocado que los mercados se pongan nerviosos.
Como he mencionado en diferentes ocasiones, la incertidumbre y la volatilidad son dos factores imposibles de erradicar en las inversiones: en estos momentos atravesamos una situación en donde muchas personas están cediendo al nerviosismo y el pánico, retirando sus fondos ante el miedo de perderlo todo. El escenario no es catastrófico, pero hace falta entenderlo mejor para hacer movimientos bien pensados.
Por eso hoy quiero hablarte más de la volatilidad, lo que significa, cómo podemos abordarla y qué se puede esperar a corto plazo.
Por qué hablamos de la volatilidad ahora
La especulación sobre la frecuencia y magnitud del aumento en las tasas de interés, los conflictos geopolíticos como la tensión Rusia-Ucrania, y la nueva variante del virus, han influido para que el nerviosismo crezca entre los inversionistas. Esto a su vez ha creado la volatilidad que hemos visto en el arranque del año.
Uno de los índices que mejor reflejan este sentimiento es el VIX. Se trata de un índice que mide la volatilidad del índice S&P500 de forma prospectiva hacia 30 días. En palabras más simples, señala la confianza que existe entre los inversionistas hacia las empresas que conforman este índice, y lo que esperan de su desempeño en los siguientes días.
Cuando el VIX se ubica en un puntaje bajo, significa que los analistas esperan poca volatilidad y la tendencia es al alza; por el contrario, cuando su puntaje aumenta, es una señal de que hay preocupación entre los inversionistas y pueden ocurrir grandes caídas debido al pánico que esto ocasiona. Después de iniciar el año con el VIX en 17 puntos, este índice comenzó a subir gradualmente hasta superar la barrera de los 37 puntos, algo no visto desde octubre de 2020, antes de que se hicieran los primeros anuncios de una vacuna contra el coronavirus.
El VIX es relevante porque, aunque solo mide la volatilidad de un índice financiero, este es considerado el índice más representativo de los mercados bursátiles, por lo que se toma como un estándar de lo que ocurre a nivel internacional. Lo que está ocurriendo con el S&P500 refleja a grandes rasgos lo que pasa en México y otras partes del mundo: incertidumbre y nerviosismo que han puesto en alerta sobre todo a los pequeños inversionistas.
No entres en pánico… pero abróchate el cinturón
Dejando de lado los temas geopolíticos, los anuncios del alza en las tasas de interés eran algo que se veía venir y tarde o temprano tenía que suceder. La Fed, por ejemplo, anunció que de momento no habrá aumentos, pero para marzo se comenzarán a elevar las tasas; algunos se enteraron de esto y corrieron a comprar y adquirir créditos aprovechando la última oportunidad de comprar barato; otros han corrido a retirar sus inversiones por miedo a la pérdida o no poder soportar el estrés.
Como es usual, ir a los extremos no es algo recomendable. Diría que este es un momento muy bueno para poner en práctica todo lo que he tratado de compartir en este espacio, y empezar a leer el mercado. Es cierto que atravesamos una etapa difícil, y ante esto debemos mantener la calma para prepararnos ante lo que pueda venir, algo que solo podremos hacer si hacemos una lectura a conciencia de las condiciones que hay ahora mismo.
No estoy diciendo que te adentres a conocer al pie de la letra como calcular el VIX (pues es algo sumamente complicado incluso para quienes se dedican a ello), pero sí que hagas una revisión de tu cartera de inversiones, que te adentres a ver las estimaciones que hay para cada mercado, y que integres todo esto a tu análisis.
No salgas corriendo con tu dinero, pues si sales de todas tus inversiones ahora, eres más susceptible a las pérdidas y además podrías perder el rebote. Mantén tu estrategia y haz los movimientos que necesites para seguir invirtiendo de acuerdo con los resultados de tu análisis; habrá un periodo de correcciones en donde los rendimientos y las pérdidas se balancearán, pero antes de que ocurra esto, el riesgo de pérdida es mayor.
¿Qué nos espera para el resto del año?
Pronosticar cuándo volverá la “normalidad” o incluso la anhelada estabilidad económica, es de lo más complicado debido a todos los factores que influyen en ella y la propia incertidumbre de los acontecimientos que estamos viviendo. Lo que sí podemos hacer es proyectar un par de escenarios de acuerdo con los datos que tenemos ahora mismo.
La inflación, por ejemplo, fue un tema escandaloso durante el último trimestre de 2021, pues se llegó a máximos no vistos desde hace 20 años; ahora su nivel se mantiene elevado, pero se ha alejado de ese 7.36% que vivimos. Es un indicador de que pasamos la que quizá fue la etapa más crítica, y podríamos esperar una reducción progresiva.
Por otro lado, hemos visto los reportes de las empresas de la bolsa y todo indica que la economía sigue estable e incluso fuerte, pues si bien algunas reportan resultados decepcionantes, la mayoría presenta resultados incluso mejor de lo esperado. Estos números ayudarán a aumentar la confianza en el mercado.
Mi recomendación final es fijar nuestro horizonte hacia los próximos dos o tres meses, cuando se decidirán factores clave, como el alza de las tasas de interés, y entonces podremos hacer predicciones con mayor seguridad. Si para ese momento todo sigue fluyendo, podríamos decir que estaremos bien. Por ahora, toca mantener la calma, seguir pendiente de los señales que el mercado arroja y evaluar cómo podríamos integrarlos en nuestra análisis para aprovechar nuestras inversiones en el segundo y tercer trimestre de 2022.
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