• El número de ofertas de empleo ha sido muy alto durante el último año.
  • Pero algunas personas siguen "en huelga", especialmente cuando la economía está con el "viento en contra".
  • Ello podría deberse a que algunas empresas están publicando "trabajos fantasma" para los que en realidad no están contratando.
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Después de postularse a más de 300 puestos de trabajo en los últimos seis meses sin un solo bocado, Will ya no se molesta en leer las descripciones de los trabajos o buscar empresas. 

Es solo una pérdida de tiempo en este momento, comentó Will, cuyo nombre real fue modificado por Insider para proteger su identidad. 

Pasa de seis a 10 horas al día en LinkedIn enviando solicitudes, pero dice que él y sus compañeros con credenciales similares (posgrados y maestrías en administración de empresas de las mejores escuelas) no tienen suerte para conseguir entrevistas. 

«Estoy viendo todos estos artículos sobre cómo las empresas no pueden contratar gente lo suficientemente rápido y cómo hay todas estas ofertas de trabajo», declaró Will, quien aspira a conseguir un puesto de consultor.

«Pero también estoy viendo mi propia experiencia personal y a otros candidatos altamente calificados que no pueden obtener entrevistas o no pueden conseguir trabajos y pienso: ‘Algo anda mal con el sistema'».

¿Qué está pasando?

Es un rompecabezas en este mercado laboral notablemente ajustado. Si bien muchos empleadores no pueden encontrar suficientes trabajadores , algunos candidatos calificados están solicitando puestos vacantes y no reciben respuesta.

Que los solicitantes sean, en ocasiones, «fantasmas» ante las compañías no es nada nuevo, por supuesto. 

Últimamente han surgido dudas sobre si las ofertas de trabajo de una organización reflejan puestos vacantes reales o si son «empleos fantasma»; listados para los que los empleadores ya no están contratando o reclutando activamente. 

Según una encuesta reciente de aproximadamente 1,000 gerentes de contratación realizada por Clarify Capital, una firma de préstamos, 40% han tenido una oferta de trabajo abierta durante más de dos o tres meses.

Además, uno de cada cinco indicó que no planea ocupar sus puestos de trabajo abiertos actuales hasta 2023; la mitad comentó que mantiene las publicaciones porque «siempre están abiertos a nuevas personas», incluso si no están reclutando activamente.

«Tenemos más de 150 millones de personas trabajando en la economía estadounidense», señaló Kathryn Edwards, economista de RAND Corporation, a Insider sobre la Gran Renuncia. 

Cambios imprevistos

«Todo lo que puede ser cierto es cierto para al menos una persona. Tener tantos trabajadores significa que puedes contar dos historias reales que están en conflicto absoluto. Tiene mucho sentido que ambas estén en nuestro mercado laboral». 

Algunos investigadores aseveran que las «ofertas de trabajo» podrían significar algo diferente hoy en día de lo que solían ser. Las empresas rutinariamente se ajustan a las fuerzas de la economía y sus industrias aumentando y disminuyendo la intensidad con la que contratan. 

Mientras tanto, otros han especulado que las firmas de hoy están publicando puestos laborales pero no se esfuerzan por cubrirlos, tal vez debido a las incertidumbres sobre la economía. 

Pero en un momento en que muchos empleados siguen renunciando a tasas elevadas animados por la aparente fortaleza del mercado laboral, el fenómeno del «trabajo fantasma» subraya la idea de que las compañías aún tienen la ventaja.

Publicaciones «evergreen»  en un entorno incierto

Hay muchas razones por las que las organizaciones pueden publicar vacantes aparentemente con poca urgencia para llenarlas, dicen los reclutadores. 

A veces quieren dar la impresión de que están creciendo, pero en una economía inflacionaria, esto es caro, por lo que están cubriendo sus apuestas. 

En ocasiones dejan listados abiertos con el «sueño» de que el «candidato unicornio perfecto» podría aplicar. 

Otras veces, pueden publicar vacantes para apaciguar a sus trabajadores agotados y demostrar que, al menos, están tratando de contratar más ayuda.

También hay algunas profesiones que tienen tanta demanda, como desarrolladores móviles e ingenieros de software.

Por ello, algunos empleadores pueden dejar vacantes con la esperanza de que alguien, cualquiera, se postule.

Solicitudes perennes

Allyn Bailey, exejecutiva de estrategia de reclutamiento en Intel y ahora directora de Smart Recruiters, una plataforma de búsqueda y contratación de talentos, dio a conocer que las firmas publican con mayor frecuencia «solicitudes perennes».

Estas son listas de vacantes de trabajo que, en teoría, siempre necesitan, incluso si no tienen el presupuesto para contratar. “De esa manera, tienen opciones para aprovechar cuando estén listos”, aseguró.

Por supuesto, los candidatos no saben eso. Se postulan de buena fe, ignorantes de esta estrategia; cuando la empresa finalmente los llama, mencionó, «el talento no está interesado, siguió adelante o está molesto».

Tendencia en aumento

Algunos reclutadores declaran que los «trabajos fantasma» están en aumento debido al alto nivel de incertidumbre que ha persistido durante los últimos dos años y medio. 

Con la persistente escasez de mano de obra y la alta rotación, ya no pueden predecir con precisión a los candidatos. Eso, combinado con una economía en desaceleración, ha creado un aire de dudas.

«Las empresas con las que hablo están luchando con su manera de pensar sobre cómo hacer el trabajo estratégico. Esto porque los contornos de su negocio están cambiando rápidamente», dijo Pat Pettiti, director ejecutivo de Catalant.

«No entienden a quién o qué necesitan, por lo que dudan cuando se trata de contratar».  

Además, los temores de una recesión inminente los han hecho dudar en comprometerse. «Es por eso que algunos gerentes piensan: ‘Mi jefe me dijo que contratara a alguien, pero ¿tendré que despedirlo en tres meses?'».

William Stonehouse, presidente de Crawford Thomas Recruiting, explicó que, a menudo, asesora a los empleadores sobre los peligros de publicar trabajos fantasma.

“Muchas empresas no entienden el impacto que puede tener un proceso de contratación negativo en los futuros solicitantes”, declaró.

«Si sus listados son un ‘cementerio’ de puestos antiguos y los candidatos cargan solicitudes en un ‘agujero negro’ de currículums, no establece un buen tono. La gente quiere ser tratada con dignidad y respeto».

«Hay demasiados trabajos publicados»

Andrew Flowers, economista laboral de Appcast, expresó su escepticismo de que los «trabajos fantasma» sean un problema generalizado. 

«Sin duda, algunos empleadores están ‘pescando’; tienen una oferta de trabajo, pero no planean contratar, pero creo que esta es una pequeña minoría», comentó por correo electrónico.

Flowers señaló que la tasa general de ocupación de puestos, la proporción de contrataciones por vacantes en cada mes, sigue siendo muy baja, lo que refleja el ajustado mercado laboral. 

Mientras tanto, otra investigación muestra que la intensidad de la contratación es menos importante para el proceso de búsqueda y combinación de empleo que factores como las habilidades y la calidad de los candidatos y el entorno macroeconómico.

«Parece plausible que las cifras de vacantes exageren la cantidad de contratación activa en curso, y tal vez más que en el pasado», puntualizó. 

«Pero también está muy claro que hay muchas (ofertas) en este momento».

Cuando los empleadores comenzaron a quejarse por la escasez de mano de obra, Erica Groshen, asesora principal de economía en la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell y excomisionada de la Oficina de Estadísticas Laborales, sospechaba un poco de la gran cantidad de vacantes. 

Pero mientras observaba el aumento de los salarios y el cambio de trabajo, se convenció del fenómeno de la contratación real.

Aun así, «la llegada de Internet significa que solicitar empleo es mucho más fácil», destacó Groshen.

«Puede postularse para muchos más trabajos, lo que significa que las empresas tienen que clasificar tantas aplicaciones, muchas más de las que solían hacer antes, lo que significa que emplean algoritmos para hacer esta clasificación», agregó Groshen. «Esos algoritmos van a ser bastante toscos». 

Búsqueda de otras opciones

La cantidad de vacantes y la facilidad para postularse son consuelo para Will, quien sigue buscando trabajo sin éxito. 

Para los buscadores de empleo como él, que llegan con títulos y calificaciones específicas, la realidad podría ser abandonar esos «empleos fantasma» por completo y buscar opciones peores. 

Después de todo, alrededor de un tercio de los graduados universitarios están subempleados, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, lo que significa que están en puestos que normalmente no requieren un título. 

Eso es porque, incluso cuando los profesionales se encuentran en un mercado laboral «candente», todavía no tienen la ventaja cuando se trata de trabajo. 

Los empleadores tienen poder de monopsonio, que les permite dictar sueldos, condiciones laborales y horarios, además de publicar trabajos que quizás nunca llenar o filtrar accidentalmente los candidatos correctos.

«Hay demasiados trabajos publicados», concluyó. Los «sitios web, algunos de ellos simplemente están rotos y otros simplemente no funcionan. Es casi cómico».

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