Roberto Báez

Roberto Báez

Juego de Percepciones

La celebración de la Marcha del Orgullo de este año en la Ciudad de México ha estado en el ojo del huracán. La razón son las disputas entre grupos con visiones distintas de cómo debe llevarse a cabo este evento y las denuncias de actuar por intereses ajenos al movimiento. 

Mientras unos grupos pugnan por una verdadera marcha que represente la lucha de la comunidad LGBTTTQIA+, otros consideran que este espíritu no está peleado con una celebración en la que participen automotores en un ambiente más festivo. Publimetro publicó este martes una nota que hace un recuento de lo que ha sucedido en esta pugna que lleva meses, cuyo resultado veremos este fin de semana.

Uno de los asuntos que se debatieron fue el de la presencia de automotores patrocinados por las marcas de empresas. Más allá del respeto a la esencia de protesta de esta conmemoración, el cuestionamiento es por qué ceder el espacio a una marca que no estamos seguros de que represente los intereses de la comunidad, incluso se dude de su calidad de “aliada”. 

¿Vale la pena o no que participen? A continuación les comparto algunos datos interesantes que muestran lo que piensa la opinión pública sobre la relación entre empresas, publicidad y la comunidad LGBTTTQIA+.

El valor de la comunicación

La plataforma global de medios Teads presentó los resultados de la Pride Poll 2023, una encuesta  que se llevó a cabo en América Latina para explorar la opinión de los consumidores sobre la comunicación de las marcas en relación con la comunidad LGBTTTQIA+. 

Entre los hallazgos del estudio se encuentra que 1 de cada 3 personas considera que la comunidad aún sufre discriminación y que el 27% piensa que falta apertura por parte de la sociedad en temas de diversidad e inclusión. 

Respecto a la representación de la comunidad en la publicidad de las marcas:

  • 37% piensa que encasillan a la comunidad en un estereotipo.
  • 22% opina que la publicidad debería existir todo el año, no solo durante este mes.
  • 17% piensa que la publicidad es muy genérica.
  • 12% considera que no muestra a todos los géneros. 

¿Qué quieren los consumidores?

El estudio muestra un dato clave sobre la expectativa de los consumidores respecto al comportamiento de las marcas. Solo 1 de cada 4 considera importante que las marcas que consume promuevan la diversidad e inclusión hacia la comunidad LGBTTTQIA+, incluso el 60% lo considera como “nada importante”.

En contraste, respecto al apoyo que las marcas brindan a la comunidad:

  • 23% piensa que las marcas no brindan suficiente apoyo o no brindan apoyo alguno.
  • 21% considera que las marcas sólo colocan la bandera LGBTTTQIA+ en su comunicación.
  • 13% opina que las marcas hacen un esfuerzo para promover la diversidad e inclusión. 

Un dato revelador es que el 48% menciona que le incomoda la publicidad que presenta a personas de la comunidad, mientras el resto tiene una actitud positiva hacia ella. Este dato nos recuerda la polarizada reacción del famoso beso entre personas del mismo sexo en la película “Lightyear” estrenada el año pasado.

Marca empleadora congruente

Pero la comunicación, publicidad y comportamiento hacia el exterior no es lo único que importa. La manera en la que se fomentan las políticas de diversidad e inclusión hacia el interior de las compañías es fundamental para lanzar un mensaje congruente hacia la opinión pública.

En un momento en el que la rotación de talento está en sus niveles más altos en el mundo, crear marcas empleadoras sólidas es una necesidad importante para que las empresas fortalezcan la atracción y retención de su personal. 

Una encuesta de PageGroup muestra que para el 60% de los empleados en México es importante que su empresa cuente con políticas de diversidad e inclusión orientadas a la comunidad LGBTTTQIA+. El 30% de los empleadores encuestados consideran tener una preparación sólida para implementarlas y, de manera preocupante, el 27% no tienen un panorama claro al respecto.

Uno de los temas tratados en las discusiones sobre el uso de automotores en la Marcha del Orgullo era la ausencia de un mecanismo que determinara la congruencia de las mismas al interior y exterior, que además fuera sostenida a lo largo de todo el año.

Los números hablan

¿Qué podemos aprender de estos datos? Que las empresas forman parte de nuestra vida cotidiana y existe una relación entre lo que hacen — o dejan de hacer — y el impacto en la percepción de la comunidad LGBTTTQIA+. Si esta relación nos guste o no existe, es necesario seguir las mejores prácticas y encontrar nuevos mecanismos que sumen a esta lucha de varias generaciones. 

La pregunta del millón para las empresas es: ¿patrocinas un automotor solo por conveniencia económica o hay un genuino compromiso con la causa hacia el interior y exterior, sostenido durante todo el año? Ojo, aquí la intención es como el dinero y el amor, enseguida se notan.

Sabemos que las decisiones que se toman en las empresas son de negocios y también tienen que ver con números, está bien. Pero en la visión y los valores de una compañía con propósito, de igual manera pesa el sentido social de las decisiones tomadas. 

Las empresas al final de la historia están formadas por personas, que toman decisiones sobre las marcas, es tiempo de actuar genuinamente como una sola comunidad.

Marcha del orgullo

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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