• Tras semanas de negociaciones con Ford, GM y Stellantis, el sindicato estadounidense United Auto Workers se declara en huelga.
  • El paro laboral podría costar a los fabricantes de automóviles hasta 5,000 millones de dólares en solo 10 días.
  • El sindicato también buscaba una mayor protección a medida que la industria se electrifica.
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Los trabajadores de los tres fabricantes de automóviles de Detroit, en Estados Unidos (EU), han iniciado una huelga en tres plantas; ello después de que ambas partes no hayan podido alcanzar nuevos acuerdos laborales de cuatro años.

El sindicato United Auto Workers (UAW) hizo el anuncio poco después de la medianoche del viernes.

La huelga impacta a Ford, General Motors, Chrysler, Jeep y otras marcas

La huelga se produjo después de que el sindicato no alcanzara acuerdos provisionales con Ford, General Motors y Stellantis (propietaria de marcas como Chrysler y Jeep) antes de que expirara el contrato actual a las 23:59 hora local del jueves 14 de septiembre.

Como resultado, los trabajadores de la industria automtriz están llevando a cabo un paro laboral histórico que podría costar a los fabricantes de automóviles hasta 5,000 millones de dólares en tan solo 10 días. Los expertos prevén que el movimiento se prolongue durante más tiempo.

El sindicato ha convocado a la huelga a los trabajadores de tres plantas de vehículos: una planta de GM en Wentzville (Misuri), un complejo de Stellantis en Toledo (Ohio) y una planta de Ford en Wayne (Michigan), según declaró el jueves el presidente de la UAW, Shawn Fain.

«Por primera vez en nuestra historia, atacaremos a los ‘Tres Grandes’ a la vez», afirma Fain en una transmisión en directo unas dos horas antes de la medianoche límite.

GM y Stellantis responden

La UAW representa a unos 150,000 trabajadores de los tres fabricantes de automóviles y es probable que la huelga afecte a 13.000 trabajadores de las tres plantas, según informa Associated Press. GM y Stellantis han manifestado su decepción.

«Estamos decepcionados por las acciones de los líderes de la UAW, a pesar del paquete económico sin precedentes que GM puso sobre la mesa, incluyendo aumentos salariales históricos y compromisos de fabricación», señala un portavoz de GM a Business Insider. La empresa seguirá negociando con el sindicato para alcanzar un acuerdo, añade el portavoz.

«Hemos puesto inmediatamente a la empresa en modo de alerta y tomaremos todas las decisiones estructurales apropiadas para proteger nuestras operaciones en Norteamérica y la empresa», declaró el viernes un portavoz de Stellantis en un comunicado.

¿Qué negociaban los sindicatos antes de ir a huelga?

Las tensiones han ido en aumento en las últimas semanas, mientras los dirigentes de la UAW y los «tres de Detroit» negociaban propuestas sindicales que incluían importantes aumentos salariales, ajustes del coste de la vida, una semana laboral más corta y la devolución de las pensiones.

Dirigido por el recién llegado presidente Fain, el sindicato también buscaba una mayor protección a medida que la industria se electrifica, lo que podría amenazar potencialmente la seguridad laboral, dado que el montaje de los coches eléctricos requiere menos mano de obra que el de los vehículos con motor de combustión interna.

Muchas de las reivindicaciones del sindicato se produjeron tras el puñado de años altamente rentables que tuvieron los fabricantes de automóviles durante el apogeo de la pandemia. Con los bajos inventarios de vehículos nuevos y usados como consecuencia de las interrupciones de la cadena de suministro de covid, las empresas automovilísticas, incluidas las «tres de Detroit», sacaron provecho de las ventas por encima del precio de catálogo y dejaron de gastar en incentivos a la compra.

Los trabajadores de la automoción argumentaron que merecían una parte de esos elevados beneficios (aunque sin precedentes), ya que fabrican los productos que alimentan los resultados de la empresa.

Impacto inminente

La huelga no solo afectará a los trabajadores del sindicato y a los «tres de Detroit». Es probable que los compradores de coches pasen por un periodo prolongado con un bajo inventario de vehículos y pocas ofertas en la compra de coches, aunque eso no ocurrirá de inmediato.

Con el tiempo, la huelga afectará a toda la cadena de suministro de automóviles y podría ser una bendición para los fabricantes de automóviles no nacionales y Tesla, ya que las ofertas en los lotes nacionales se agotan.

Los expertos también sugieren que los costes adicionales en que podrían incurrir Ford, GM y Stellantis como resultado de las negociaciones podrían repercutir en los consumidores, especialmente a través de los precios de los vehículos eléctricos.

El analista de Wedbush Securities, Dan Ives, afirma que una huelga sería «una situación potencialmente de pesadilla para GM y Ford, ya que ambos 313 incondicionales se encuentran en las primeras fases de un camino de transformación masiva del coche eléctrico para la próxima década que definirá el éxito futuro».

Momento histórico

La última vez que la UAW y los «tres de Detroit» negociaron un contrato en 2019, los trabajadores del sindicato se declararon en huelga contra GM durante 40 días. Esta es la primera vez que el sindicato ha pasado por alto el enfoque de «empresa líder» para dirigirse a los tres fabricantes de automóviles a la vez para un paro laboral.

Fain ha llamado a esta huelga «Stand Up», un juego de palabras con las huelgas de brazos caídos utilizadas en el nacimiento de la UAW en la década de 1930.

A última hora del jueves, las empresas automovilísticas se preparaban para el impacto, aunque este paro en particular es un territorio desconocido para la industria. Especialmente en la última década, cuando la industria del automóvil ha globalizado su cadena de suministro, cada fábrica se ha convertido en una pieza crucial de una delicada red de fabricación.

El cierre de una sola fábrica puede provocar un efecto dominó en toda la industria, como demostraron los frecuentes cierres de fábricas en plena pandemia de covid-19. La UAW y Ford han hecho declaraciones a Business Insider.

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