Rosalinda Ballesteros

Rosalinda Ballesteros

La Ciencia de la Felicidad

Las generaciones más jóvenes en edad de trabajar suelen ser muy pesimistas: el futuro lo ven negro y consideran muy difícil alcanzar su propio bienestar y felicidad.

No es sólo una percepción empírica, hay estudios que avalan su forma de sentir la vida.

Para no ir tan lejos, citaré los resultados de una encuesta que realizó Deloitte en 44 países entre jóvenes nacidos de 1980 a 1994, los llamados millennials, y de 1995 a 2015, llamados generación Z.

Más de la mitad de ellos creen que no van a lograr un aumento de sueldo (55% millennials, 56% Z), que no van a conseguir un mejor trabajo (51% y 52%, en el mismo orden) o mucho menos un ascenso (49% y 50%).

Su pesimismo es tal, que 62% de los millennials y 61% de los generación Z creen imposible o muy difícil comprar una casa, y la mitad de ellos también ven imposible o difícil formar una familia.

Si perteneces a una de esas generaciones seguramente estarás diciendo, “pues es cierto”, “claro”, “para los mayores todo fue más fácil”, “nosotros tenemos que ahorrar para nuestro retiro”, y un largo etcétera.

Probablemente tengas razón, pero los mayores tenemos una opinión distinta: “a nosotros nos tocaron muchas crisis”, “nuestra inflación era de dos o tres dígitos”, “vimos la guerra fría y muchas guerras calientes”, “nuestros padres no tenían la información que nosotros tenemos” o “estamos dispuestos a seguir adelante”, con otro etcétera.

Son percepciones de la vida que se amoldan a cada tiempo; si eres Z, millennial o generación X (ahí me ubico), percibes el mundo como corresponde a tus circunstancias. No sólo es la época que te tocó vivir, sino también el lugar donde viviste, los recursos económicos, la cultura o las herramientas emocionales con las que te has equipado.

Muchos se sorprenden cuando en los estudios sobre felicidad, algunos países menos desarrollados parecen ser más felices que otros que son relativamente más ricos. Ahí la cultura hace gran diferencia. Algunas sociedades son más solidarias, agradecidas, ven por su comunidad y, aunque son más pobres, son más igualitarias.

¿Pero por qué la época cambia la percepción de las personas?, ¿por qué hoy, con el mayor desarrollo científico y tecnológico de la historia, con una relativa mayor equidad e igualdad, las personas son más pesimistas?

¿Qué podemos hacer contra el pesimismo de estas generaciones?

Me enfocaré en algunas soluciones, lo cual implicará un mayor esfuerzo para tí si perteneces a la parte pesimista de tu generación (también las X y baby bloomers podemos ser negativos).

Un primer paso es que no te sientas mal por ser pesimistas, la humanidad lo es por naturaleza. El nivel de desarrollo que hoy tenemos es producto de esa búsqueda para anticiparnos a lo que va a salir mal. Es una reacción instintiva de tu cerebro que te mantiene vivo y competitivo.

Sin embargo, ese hábito nos puede hacer infelices, debemos cambiarlo sin entorpecer nuestra capacidad de reaccionar con eficiencia ante las amenazas y peligros.

Estar preocupado, estresado, triste sin una razón clara, es una actitud que nos puede llevar a contraer enfermedades física o mentales.

La acción a tomar, un segundo paso, es experimentar emociones positivas, aquellas que te hacen sentir bien. Las más conocidas son la alegría, la gratitud, el amor, el interés, el orgullo, la serenidad o la esperanza, entre otras.

Romper el hábito

En efecto, te estoy invitando a forzar esos momentos placenteros porque posiblemente tu mente no está habituada a vivirlos. Dos ejemplos, sencillos, espero que ya los estés imaginando.

  1. Introduce momentos de alegría al reunirte con personas a jugar o contar chistes, te dará bastante combustible para el día. 
  2. Agradece por las cosas pequeñas que te brindan un beneficio real. Por ejemplo, la persona que limpia tu lugar de trabajo, hazle ver que es útil lo que hace con un gran “gracias”; a tu pareja o al amigo por el raid, la compañía, la plática. Observa cómo te sientes tú después de agradecer.

Prueba con las emociones positivas, empezarás a notar que hay más posibilidades de estar contento que infeliz.

La esperanza como primer paso para las nuevas generaciones

¿La esperanza? Claro, empezamos esto porque las generaciones más jóvenes en edad de trabajar estaban desesperanzadas.

Pues si te preocupa tu futuro económico, un buen ejercicio es tomar un buen curso de finanzas personales, verás que no todo está perdido, que será difícil, pero que puedes lograrlo.

¿El medio ambiente?, toma una acción concreta y compártela con los demás, motívalos a hacer algo (no los fuerces). Los cambios sólo pueden ser posibles cuando empezamos por nosotros mismos.

Pero también hay cursos para mejorar tu curriculum vitae, para negociar aumentos, para que te contraten o para mejorar tu desempeño técnico o profesional, muchos de ellos hasta gratuitos.

La esperanza es una emoción positiva que nos impulsa a trabajar por el futuro, debemos experimentarla cada día. 

Todas las noches sabemos que podemos esperar el amanecer, de igual forma debemos esperar la disolución de un problema, siempre pasará, ya sea porque lo resolvamos, se solucione solo o porque descubramos que en realidad nunca fue un problema.

El futuro no es negro si empiezas a vivir tu bienestar y felicidad hoy.

generaciones | business insider mexico
Brenda Peralta | Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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