• Hoy el mercado requiere especialistas en todo tipo de tecnologías digitales, y que son difíciles de encontrar.
  • Este tipo de talento se caracteriza por optar por modelos de trabajo no tradicionales, son conocidos como nómadas digitales.
  • Ellos buscan trabajar desde cualquier sitio, ¿cómo se debería preparar tu empresa para contratarlos? Te lo decimos.

La pandemia aceleró el desarrollo de plataformas que las empresas veían a mucho más largo plazo. Hoy el mercado requiere especialistas en todo tipo de tecnologías digitales, y que son difíciles de encontrar.

Este tipo de talento se caracteriza por optar por modelos de trabajo no tradicionales, son conocidos como nómadas digitales.

Ellos buscan trabajar desde cualquier sitio, en sus dispositivos electrónicos de preferencia, y sin horarios laborales estrictos, a cambio prefieren objetivos bien definidos.

El fenómeno se ha extendido rápidamente por todo el mundo, especialmente porque implica peculiares prácticas laborales y un estilo de vida en el que buscan equilibrio entre el ocio, vida personal y alta independencia en el trabajo.

Estos profesionales quieren trabajar con empresas con un alto foco en el uso de tecnologías punteras en todos los procesos y áreas de negocio, desde su contratación hasta sus objetivos laborales y la relación con sus colegas y jefes.

Los contratos inteligentes, una forma de acceder al talento de los nómadas digitales

En ausencia de regulaciones universales que respalden este cambio, el vacío está lleno de ambigüedad en las regulaciones de visas, permisos de trabajo y declaraciones de impuestos.

Con el fin que las empresas puedan aprovechar el talento de los nómadas digitales, tienen que visualizar el uso de los contratos inteligentes ya que la primera barrera de entrada para estos profesionales es pedirles que se presenten a firmar un documento físico en alguna locación.

Además con estas tecnologías las empresas resuelven problemas de contratación transfronteriza y jurisdicciones aplicables, propiciando seguridad legal en la relación contractual tanto para el trabajador como para la empresa.

“Hoy las empresas no solo cuentan con opciones jurídicas que antes no estaban reguladas, sino que también con tecnología que facilita los procesos de contratación. Al llevar todo de manera digital, todos los participantes estarán enterados de los derechos y obligaciones que tienen; el sistema se encargará de recordarles lo que tienen que hacer”, comenta Ignacio Bermeo, Fundador y CEO de TRATO.

Un contrato electrónico es mucho más complejo que ser solo digital

A simple vista, parece que la única diferencia entre un contrato electrónico y uno físico es que el primero es digital.

Sin embargo, un contrato electrónico es mucho más complejo que eso; se trata de un mensaje de datos que gracias a un CLM (Contract Lifecycle Management), se almacena en el interior de una cadena de bloques en el sistema “blockchain”; y registra la manifestación de la voluntad de las partes para comprometerse en un contrato.

Consecuentemente, la existencia del comercio electrónico, el mensaje de datos y los Contract Lifecycle Management permiten que la gestión de los contratos electrónicos sea sencilla y eficaz; incluso el usuario puede cargar su repositorio de contratos digitales desde cualquier dispositivo.

Se trata de aprovechar la tecnología que ya está disponible con el fin de integrar el mejor talento en los equipos; y que les permitirán crecer en esta era de mayor consumo en canales digitales.

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