• Cordada Obscuras, integrada por los mexicanos Rafael Jaime y Omar Álvarez, busca hacer historia como la primera cordada con un integrante ciego que sube las siete montañas más altas del mundo.  
  • Hasta el momento, los alpinistas ya conquistaron el Aconcagua, el Denali, el Monte Elbrus y el Kilimanjaro. En 2022 subirán al Everest. 
  • Business Insider México platicó con Jaime y Álvarez para conocer cómo inicio este proyecto, cómo se preparan y por qué quieren ser los “ojos” de los mexicanos y latinoamericanos en el mundo. 

Rafael Jaime se considera una persona muy inquieta desde que era muy niño. Desde los cuatro años salía de su casa para andar en bicicleta y, en una ocasión, sufrió un accidente en el que se golpeó la frente con un poste. Sus padres, preocupados, lo llevaron al oftalmólogo para asegurarse de que no tuviera un problema de visión.

Desgraciadamente, sí lo tenía, pero no a consecuencia del golpe. La revisión, que Rafael pensaba que concluiría con unos lentes «como los que usaba RoboCop», derivó en un diagnóstico de retinoblastoma lateral, que es cáncer en las retinas de sus ojos.

Durante una conferencia TEDx que dio en el Tecnológico de Monterrey Campus Laguna en 2015, Jaime contó que superó el cáncer tras perder la vista en su ojo derecho.

A los 16 años, el nacido en Salamanca, Guanajuato, se convirtió en un “caos” para su familia, ya que dejó sus estudios, se salió de su casa y se refugió en el alcohol y los excesos.

“La vida no se equivoca”, dijo en la conferencia. “A los 18 años me surgió un nuevo cáncer en mi vista y los doctores ahora me daban un panorama muy diferente. No solamente podía perder la vista, podía perder la vida”.

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Con el deseo de seguir viviendo, Jaime optó por someterse a una cirugía en la que perdió la vista de su ojo izquierdo y tuvo que adaptarse a una nueva realidad.

Asimismo, enfrentó otros grandes temores, como la incertidumbre sobre qué sería su vida y la inseguridad en sí mismo; también, se replanteó las capacidades que tenía para vivir sin depender de nadie.

Jaime retomó sus estudios y se convirtió en licenciado en Derecho. Además, encontró en el deporte la manera de canalizar la depresión que padeció, sumando múltiples éxitos en maratones, triatlones (incluyendo el Ironman) y Ultramaratones (como el Ultraman).

En una montaña te sientes “pequeño” e “insignificante” ante la inmensidad del mundo

En entrevista con Business Insider México, Jaime platicó que el deporte lo ha llevado a conocer a muchísimas personas, quienes también lo han invitado a vivir nuevas experiencias. Una de ellas fue subir a la montaña más alta de México: el Pico de Orizaba, que tiene una altura de 5,636 metros.

“La verdad, en ese momento se me hizo fácil decir que sí”, dijo. “Me aventuré y realmente fue muy dura mi primera vez, porque no tenía ni la más mínima idea de lo que se trataba”.

“Me sentía mal, tenía ganas de vomitar y llegué con poca energía”, continuó. “Pero al estar parado con mis dos pies sobre esa cima, aunque no veía el magnifico paisaje que había frente a mí, tenía una percepción de la inmensidad que estaba enfrente”.

El triatleta describió que estar en la cima lo hizo sentir “pequeñito” e “insignificante” ante el mundo que hay allá afuera, algo que jamás había vivido en su vida.

“Fue reafirmar que la vida no es tan difícil. No es tan mala”, compartió. “La vida tiene sus contrastes naturales. Vale la pena luchar por muchas cosas, para el precio. Ese fue el momento que me lo recordó”.

Omar Álvarez se convirtió en alpinista para cumplir el último deseo de su padre

Omar Álvarez dijo en entrevista con Business Insider México que la mayor parte de su vida estuvo alejado del deporte de alto rendimiento, hasta que su padre falleció y tuvo que cumplir con su última voluntad.

“Él pidió a la familia que sus cenizas fueran llevadas a la cumbre del Pico de Orizaba”, aseguró. “Mi papá tuvo un lazo muy estrecho con esta montaña porque de niño iba a un pueblito en Veracruz llamado Coscomatepec, que está en las faldas de este volcán”.

Álvarez se preparó durante un año y en el primer aniversario luctuoso de su padre, cumplió su su último deseo.

“¿Qué pasó después? Por supuesto que me enamoré del deporte, de la filosofía de la montaña y se convirtió en mi gran pasión”, aseguró.

“Lo tomé como un propósito de vida. La montaña es mi más grande maestra. Todo lo que he aprendido, también quería compartirlo con la gente”, añadió.

Omar Álvarez pidió que la vida le mandara una señal y conoció a Rafael Jaime

En 2019, Álvarez se preparó para una expedición a los Andes escalando el Iztaccíhuatl con un grupo de montañistas, pero ninguno de ellos tenían los mismos sueños, convicción ni determinación.

Al llegar a la zona del volcán llamada «La Rodilla», el mexicano se detuvo a esperar al resto de sus compañeros y mientras se hidrataba volteó a ver al Popocatépetl.

“La vista parecía una postal y le dije a la vida: ‘Necesito un crack con el que verdaderamente pueda llegar a estos grandes sueños que tengo. Hoy no tengo ese equipo’”, recordó.

Como si se tratara una película de Hollywood, en ese momento pasaron frente a él tres montañistas. Uno de ellos era Jaime, quien iba agarrado de la mochila de los otros dos, lo que despertó la curiosidad de Álvarez.

“Me pareció algo increíble. Ese día llegue a mi casa y dije: ‘No puede ser. Le pides a la vida a un crack, te lo pone enfrente y ni siquiera vas y te presentas’”, narró Álvarez, quien tuvo que apoyarse en la tecnología para encontrar al alpinista que llamó su atención.

“Omar siempre dice que buscó mi nombre en Google y le salió un despliegue de información. Dice que lo más sencillo fue buscar ‘Atleta ciego mexicano’ o ‘Montañista ciego mexicano’. Yo siempre le digo que seguramente busco ‘El ciego más guapo de México’ y me encontró”, bromeó Jaime.

Cuando Álvarez dio con el perfil de Instagram de Jaime, le envió un mensaje y comenzaron a hablar. Después decidieron intercambiar números e hicieron una llamada telefónica.

El triatleta invitó a su nuevo contacto a Ecuador, en donde tenía planeado escalar montañas. Ahí, ambos se dieron cuenta que tenían muy buena química y nació un sueño: escalar las siete montañas más altas del mundo.

Cordada Obscuras y el Seven Summit

El Seven Summit, que también es conocido como el Explorers Grand Slam, es un desafío para aventureros en el que deben alcanzar la cima de las siete montañas más altas de todo el mundo:

  1. Jaya (4,884 metros)
  2. Macizo Vinson (4,892 metros)
  3. Monte Elbrus (5,642 metros)
  4. Kilimanjaro (5,893 metros)
  5. Aconcagua (6,962 metros)
  6. Denali (6,198 metros)
  7. Everest (8,848 metros)

Jaime y Álvarez se unieron y lanzaron Cordada Obscuras, un proyecto que quiere pasar a la historia del alpinismo mexicano e iberoamericano como la primera cordada con un integrante ciego que conquista el Seven Summit.

Cordada Obscuras
Cortesía: Cordada Obscuras

“Son expediciones muy caras. En un inicio, nosotros hicimos una inversión. Si no fue un préstamo, fue vender un automóvil o romper el cochinito. Era parte de ese compromiso de cada uno de nosotros”, dijo Álvarez.

Sin embargo, ese primer impulso económico no era suficiente para cumplir el sueño y el dúo tuvo que considerar otras opciones. Una de ellas fue el apoyo de la iniciativa privada a través de patrocinios.

“Hoy Rafa y yo podemos decirle a una marca: ‘Sí queremos que nos apoyes, pero no estás apoyando el hobby de dos amigos. Aquí hay un compromiso y hay resultados’”, explicó Álvarez, enfatizando que Cordada Obscuras ya subió a la cima de cuatro montañas del Seven Summit. El proyecto actualmente cuenta con el apoyo de empresas como The North Face, Nivea, Toyota y GoPro.

Los mexicanos también lanzaron un crowdfunding en el que cualquier persona puede ayudarlos a cumplir con la meta donando la cantidad de dinero que desee.

“Este es un reto para México. Es algo que hacemos como mexicanos y para poner la bandera de nuestro país y toda Latinoamérica muy alto”, añadió Álvarez. “Rafa y yo estamos liderando esta cordada, pero vamos con esa cuerda con todo México”.

La confianza entre Jaime y Álvarez es la clave de Cordada Obscuras

Rafa Jaime Omar Álvarez
Cortesía: Cordada Obscuras

Álvarez vive en Ciudad de México, mientras que Jaime en el estado de Durango, por lo que es un reto prepararse para subir las montañas más altas de la Tierra. Sin embargo, lo han logrado gracias a la sincronía y la confianza que ambos han construido.

“Muchas personas me preguntan: ‘¿Qué se siente llevar a Rafa a la montaña’ y lo que les respondo es: ‘Yo no llevo a Rafa a la montaña. Rafa y yo nos acompañamos’”, enfatizó el alpinista.

“Por muy c****** que se ponga la montaña, la situación y el estrés que estemos arriba, lo que nos mantiene sólidos y con los pies en la tierra es ese nivel de compromiso y confianza”, dijo el triatleta.

“No hay un nivel máximo y ahí termina. Todos los días crece con las experiencias que tenemos dentro de la montaña y abajo de ella”.

“Si no hubiera este match entre los dos de lo que pensamos, sentimos y la coherencia de nuestros actos, yo no daría un paso para caminar en la montaña”, agregó. “En mis manos está su vida y en sus manos está la mía”.

Físicamente, él entrena individualmente y se enfoca en el tema cardiovascular, la resistencia y la fuerza de los trenes superior, medio e inferior.

“Hay días en los que dices: ‘Híjole, no quiero entrenar’; pero también reconoces: ‘¡No! Si no entreno, ¿cómo le llevo el paso a este ultraman?’”, compartió Álvarez.

Otro punto fundamental en su preparación es escalar otras montañas (que también se conoce como “hacer horas montaña”), donde entrenan a más de 5,000 metros de altura técnicas de progresión en conjunto, mejoran sus tiempos, aclimatan sus cuerpos y aumentan sus niveles de glóbulos rojos.

Cordada Obscuras
Cortesía: Cordada Obscuras

La pareja cumple con un estricto calendario en el que Jaime viaja a la Ciudad de México, para de ahí partir a destinos como el Pico de Orizaba, el Iztaccíhuatl, el Nevado de Toluca y el Ajusco.

En la preparación mental, el nacido en Salamanca reconoció que no hay una fórmula secreta, pues cada persona tiene que ir superando los retos que implican subir una montaña.

“Hay veces que se te va el oxígeno, te cuesta respirar, sientes tus pulsos a tope, mucho frío, no puedes dormir y mal comes. Una cabeza fuerte y unos pensamientos sólidos permiten lograrlo”, dijo.

“No podemos desvariar ni estar poco concentrados en la montaña, porque un mal paso o una mala decisión pueden provocar un accidente en el que perdamos la vida”, añadió.

Cada montaña del Seven Summit tiene su propio reto

Las cuatro montañas del Seven Summit que Cordada Obscuras ya conquistó son el Aconcagua, la más alta de América del Sur y la más fría del mundo; el Denali, la más alta de América del Norte; el Monte Elbrus, la más alta de Europa; y el Kilimanjaro, la más alta de África.

Jaime compartió que el Denali es una de las más complicadas del reto por la logística que se necesita, el tiempo que se pasa en ella y su clima, ya que las temperaturas alcanzan los -35ºC, hay vientos, avalanchas y grietas de entre 200 y 400 metros de profundidad.

El dúo pasó 24 días dentro de la montaña para poder llegar a la cumbre y bajar con éxito. Por si esto fuera poco, pasaron nueve días encerrados en una carpa de dos metros cuadrados por una tormenta.

“Independientemente de que Rafa y yo estábamos juntos conviviendo 24/7, también pasamos mucho tiempo con nosotros mismos en nuestras cabezas”, dijo Álvarez. “Estábamos aislados”.

“Fue un reto de introspección. Hay que tener paciencia para pasar tantos días esperando esa ventana para poder atacar la cumbre. Fue un nuevo reto que, personalmente, enfrenté y me volvió un montañista más fuerte y un ser humano más grande”.

El Monte Elbrus también es considerada una montaña sumamente fría y Jaime enfatizó que uno de sus principales retos es su “pegue”, como dicen los montañistas, que es cuando salen desde su campamento hasta la cumbre.

“(El Monte Elbrus) tiene un pegue de casi 2,000 metros de ascenso acumulado, que es un pegue largo”, afirmó.

En contraste, el Kilimanjaro lo subieron cuando no había nieve, lo que la volvió una montaña rocosa y complicada para su navegación. En este tipo de superficie, los alpinistas deben cuidar cada paso y concentrarse en no lastimarse los tobillos o rodillas.

“Es una montaña sumamente larga, alrededor de 100 kilómetros de tracking, pero preciosa”, dijo.

Cordada Obscuras subirá el Monte Everest en 2022

En enero y febrero, Cordada Obscuras tiene programado regresar a los Andes para entrenar altura, escalada en hielo y progresión en glaciar, todo con el objetivo de cumplir un reto más grande este 2022: subir al Monte Everest, la montaña más alta del mundo.

“La preparación para el Everest inició desde 2019, desde el momento en el que nos afianzamos y decidimos llevar nuestra carrera como montañistas a otro nivel”, afirmó el triatleta.

Cordada Obscuras
Cortesía: Cordada Obscuras

No obstante, también confirmó que para subir el Everest necesitan mucho trabajo de cardio para tener una capacidad aeróbica mayor para superar la “Zona de la Muerte”, que es cuando se supera los 7,500 metros de altura y el ser humano ya no puede aclimatarse.

Jaime explicó que ambos alpinistas necesitan mejorar su VO2, que es la capacidad de transportar oxígeno por la sangre y, por ende a los músculos. Esa es la clave para tener un menor impacto después de los 8,000 metros de altura, donde los niveles de oxigenación son mínimos y empieza a haber una muerte lenta de las neuronas.

“Evidentemente, después de los 8,000 metros, el trabajo que tenemos que hacer es movernos rápido, buscar la cumbre y bajar, porque ahí es donde está la mayor parte del riesgo de la montaña”, añadió.

Cordada Obscuras son los “ojos” de México y Latinoamérica

Durante su entrevista con Business Insider México, Jaime y Álvarez reconocieron que han tenido que superar múltiples retos financieros para continuar con el proyecto de Cordada Obscuras.

Además, al igual que millones de personas en todo el mundo, también tuvieron que frenar sus actividades y confinarse en 2020 por la pandemia del Covid-19.

Dicho periodo sirvió a ambos para reflexionar, pasar tiempo con sus familias y reafirmar su compromiso para cumplir con el Seven Summit, ya que es un sueño que comparten con todos los mexicanos.

“Aunque suene irónico que yo lo digo, queremos ser los ojos de muchos mexicanos para que puedan ver la cultura que hay allá afuera, lo hermoso que tiene la naturaleza y lo alto que se puede llegar”, dijo Jaime.

“Esto es va en analogía para que la gente escale sus propias montañas, se atreva a romper la puerta de su casa, las inercias y las dinámicas que existen”.

“Es para que a la hora de querer inspirarse o motivarse, la gente no busque esos ejemplos en América del Norte, Europa o Asia. Que vean que entre los mexicanos y los latinos podemos crear esas historias que trascienden en el mundo”, finalizó.

Puedes apoyar a Cordada Obscuras a cumplir con el Seven Summit donando aquí.

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