- Aunque el regreso a clases presenciales ahora es voluntario, el retorno a los salones es inevitable.
- Business Insider México habló con tres expertas en psicopedagogía, que nos compartieron algunos consejos para cuidar la salud mental de los alumnos que regresan a los salones.
- De acuerdo con las expertas cuidar la salud emocional de los alumnos y generar espacios de comunicación y confianza será primordial.
La reapertura de escuelas ha causado controversia entre la ciudadanía. Aunque el regreso a clases presenciales ahora es voluntario, el retorno a los salones es inevitable.
Para marzo de 2020, 44% de los estudiantes del mundo se encontraba fuera de las aulas de forma parcial o permanente. Y ese mismo año, millones de niños y jóvenes cambiaron abruptamente su dinámica escolar. De estos, 60% pertenecen a América Latina y el Caribe, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El lunes 30 de agosto se espera que estudiantes de diferentes grados comiencen el ciclo escolar 2021-2022. Business Insider México habló con tres expertas en psicopedagogía, que nos compartieron algunos consejos para cuidar la salud mental de los alumnos que regresan a los salones.
1. Dar prioridad a la salud mental más que a lo académico
Las expertas explican que la educación socioemocional jugará un papel clave en el retorno académico presencial o híbrido en el nuevo ciclo escolar. Es por eso que la prioridad debe ser la salud mental de los alumnos.
Los niños esperan que volver a la escuela sea igual que antes de la pandemia; esto es jugar con sus amigos y convivir. Sin embargo, cuando regresen notarán que el panorama es distinto; es posible que no tengan receso con sus amigos o que no puedan acercarse como antes.
«Viene una cuestión de desapego; vamos a volver a aprender a ir a la escuela, a estar fuera de casa ya que ya nos habíamos acostumbrado a estudiar y convivir de tiempo casi completo con la familia», dijo en entrevista con Business Insider México Cimenna Chao, doctora en psicología educativa de la Universidad Iberoamericana.
En este sentido, Raquel Elías, especialista de La Salle, añadió que podría existir cierto temor a que el vínculo tan cercano que se pudo haber formado con sus padres, se rompa o disminuya.
En los alumnos más grandes el entusiasmo es más marcado, ya que volverán a ver a sus amigos; sin embargo, esto no significa que no vayan a necesitar apoyo. «Con ellos se va a necesitar trabajar mucho el tema de la sana distancia», según Chao.
Para Fernanda Carranza, psicopedagoga y terapeuta cognitivo emocional, es difícil saber el impacto que tendrá el regreso a clases a los alumnos. Menciona que «según una encuesta a 37,000 estudiantes, la mayoría ellos quiere volver a las aulas para ver a sus amigos. Sin embargo, los que tienen alguna discapacidad física no tienen ganas de regresar»
2. Generar espacios receptivos donde los estudiantes puedan expresarse
Chao menciona que generar espacios de comunicación efectiva depende principalmente del docente.
Su actitud, su tono de voz, la manera en que se presente y qué tan receptivo se muestre ante los estudiantes modelarán este espacio.
También se necesitarán crear acuerdos de convivencia colectivos; externar y llegar a un consenso de cómo quieren sentirse en ese lugar, cómo quieren convivir, cómo identificar lo que se necesita para que sea posible.
Esto también permitirá saber qué se puede hacer o qué medidas tomar si un estudiante llega afligido o en un estado de ánimo bajo.
Carranza comentó a Business Insider México que lo que ha funcionado para ella y sus alumnos es darles un espacio para contar lo que les ha pasado y platicar con sus amigos; dejarlos expresarse y sacar lo que les molesta o incomoda.
3. Preparar un regreso a clases afectivo
Necesitan regresar a la escuela en un ánimo de reconstruir desde lo aprendido, no desde la percepción de pérdida.
Si regresamos a la escuela viendo desde el inicio cuánto se perdió durante el confinamiento se va a generar más desesperanza. Y esto es importante ya que hubieron estudiantes con diferentes tipos acceso a la educación. No todos pudieron continuar con su educación ya sea por una falta de equipo adecuado o por temas familiares.
Entonces, de acuerdo con las expertas, se necesita partir desde la idea de que no todos los alumnos llegarán con el mismo nivel académico, por lo que será necesario un diagnóstico.
«No juzguemos a los jóvenes en tanto a lo que saben o no saben, sus alcances u oportunidades para seguir aprendiendo (…) generemos estas estructuras de apoyo diferenciadas; cada quien necesitará distinto tipo de apoyo»
Para resolver esto, Chao menciona que se pueden organizar tutorías dentro de la escuela, tutorías entre pares— ya que siempre hay alumnos que dominan más algún tema que otros— y grupos de coaprendizaje.
4. Referir a niños y jóvenes con algún especialista de ser necesario
Es importante que los docentes no crucen el límite de su papel e intenten aconsejar a sus alumnos sobre lo que deberían hacer si les platican algún problema.
Es necesario revisar todos los días el estado de ánimo de los estudiantes, como se sienten, «pero siempre guardando un cierto respeto a saber que los docentes no somos terapeutas y por lo tanto no podemos entrar en el campo, ni de la interpretación ni de la recomendación» recalcó Chao.
