• El verano aún no ha terminado, aunque el regreso a clases parece cada vez más cercano.
  • Estoy absorbiendo cada rayo de sol, creando recuerdos que nos ayudarán a superar los fríos días de invierno.
  • Quiero que este verano sea memorable después de que el Covid-19 le ha quitado tanto a mis hijos.

No quiero alarmar a nadie, pero mientras conducía recientemente, noté un pequeño parche de hojas naranjas en un árbol. 

Cuando lo hice, mi corazón comenzó a acelerarse. “¿Por qué me está pasando esto a mí?”, lloré internamente. Es solo principios de agosto.

Fue entonces cuando juré disfrutar al máximo el resto del verano, antes de que llegue el regreso a clases.

El Covid-19 nos ha quitado mucho a nosotros y a nuestros hijos. Antes de que nos demos cuenta, la magia del verano se irá y la brisa fresca del otoño llegará. El año escolar volverá y regresaremos a la rutina, a los días estructurados y a la realidad. 

Sé que viene. Pero no quiero verlo antes de que sea necesario. Por lo tanto, aquí está una lista de actividades que me entusiasma realizar con mis hijos antes del regreso a clases.

Comerme un cono de helado del tamaño de mi cabeza

Preferiblemente un creemee de maple en Vermont, para ser específica. No me obligaré a conseguir uno de ese tamaño para mis niños. Tengo la intención de satisfacer mis más profundos deseos de helado y festejar como lo hacen mis hijos.

Cenar en familia en la playa

Me encantaría comprar comida (para no tener que cocinar por una vez), colocar algunas sillas, extender una manta y disfrutar de una noche en la arena. 

Dominar una ronda de minigolf

Los niños no tienen que llevar la cuenta (probablemente es mejor si no lo hacen), pero lo único que importa es que logre derrotar a mi marido.

Escuchar música en vivo

Imagínate esto: una hermosa puesta de sol como telón de fondo, una gran banda de covers en vivo, cómodas sillas para sentarse, divertidos pasos de baile con mis hijos, todos riendo y cantando. Es pura perfección. 

Ver una película en el autocinema

Preferiblemente con los cinco amontonados en la cajuela de nuestra camioneta, con almohadas, mantas, muchas palomitas y abrazos.

Tener un día de películas, un día de “no hacer absolutamente nada en casa» 

Un día en el que podamos descansar en el sillón, hacer un fuerte y quedarnos con nuestra ropa cómoda. Este escenario de ensueño incluiría a los tres niños escogiendo la misma película dentro de los primeros cinco minutos de búsqueda.

Dar un paseo largo con una playlist épica y mucho canto

Idealmente, donde al menos podamos turnarnos para elegir canciones para que no tenga que escuchar “Fired Up” de la banda sonora de la película “Zombies” de Disney Channel unas 5,000 veces seguidas.

Tener una cita en solitario con cada uno de mis tres hijos

Descubrir cómo y cuándo pasar tiempo a solas con mis hijos es una de las partes más difíciles de la paternidad para mí. Simplemente no sucede. Pero les prometí a cada uno de ellos pasar tiempo juntos antes de que terminen las vacaciones de verano, y no puedo esperar por eso.

Caminar por la playa y recolectar conchas

Un paseo con brisa por la orilla en busca de conchas es exactamente como me gustaría pasar la mayor parte de mis tardes en agosto. 

Nadar

Quiero saltar del trampolín y correr en la alberca; saltar sobre las olas, hacer boogie board y jugar a las sirenas en el océano. 

Quiero divertirme y estar presente con mis hijos. Dejar las distracciones y prestar atención a lo que es realmente importante: pasar tiempo con ellas. 

Quiero grabar estos sentimientos en mi memoria para poder recuperarlos en enero. Espera tu turno, regreso a clases. Ahora mismo, el verano todavía está terminado.

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