• La startup estadounidense ByFusion tiene un plan más sostenible para los plásticos de un solo uso: darles una segunda vida como ladrillos de construcción.
  • Mediante una combinación de vapor y compresión, los plásticos se convierten en bloques de construcción estándar llamados ByBlocks.
  • La compañía procesa actualmente 450 toneladas de plástico al año, pero espera llegar a los 100 millones de toneladas para 2030.

El océano esta cada vez más saturado por los plásticos de un solo uso. Este problema medioambiental es uno que muchas startups intentan solucionar con tecnología y creatividad. Por ejemplo, ByFusion, con sede en Los Ángeles, quiere usar incluso aquel plástico no reciclable, convirtiéndolo en ladrillos de construcción.

ByFusion.

Sus bloques se llaman ByBlocks y ByFusion, los obtiene con una técnica que combina vapor y compresión.

El procedimiento patentado se conoce como RePlast y se lleva a cabo por máquinas conocidas como Blockers. Estas aprietan y comprimen el plástico dando como resultado coloridos ladrillos similares a los de hormigón.

Los aparatos vienen en dos tamaños: uno puede procesar 30 toneladas de plástico al mes y la más grande, 90. Esta última se vende a un precio de 1.3 millones de dólares, aunque otra opción es alquilarlas a partir de 280,000 dólares anuales.

La idea de la startup es comercializar sus máquinas, contribuyendo a que cualquier empresa o municipio tenga capacidad de controlar sus desechos plásticos. Planean instalar 9,000 sistemas Blocker en todo el mundo para 2025.

Según explica Fast Company, los bloques destacan por su versatilidad y pueden utilizarse para construir cualquier cosa, desde cercas y muros de contención hasta terrazas públicas y paradas de autobús.

ladrillo plástico | Business Insider Mexico
ByFusion

Hasta la fecha ByFusion ha reciclado 103 toneladas de plástico, pero tiene el propósito de reciclar 100 millones de toneladas para 2030. Esto supondría una cuarta parte de la producción anual de plástico de Estados Unidos.

Ya colaboran con ciudades como Boise en Idaho o Tucson en Arizona. En la isla hawaiana de Kauai la compañía construyó un pabellón para una escuela primaria con bloques hechos a partir de desechos marinos y redes de pesca recolectados a nivel local.

La forma de los ladrillos puede tener 3 variaciones distintas: algunos están moldeados con clavijas para entrelazarse, otros son planos y algunos combinados. Por el momento todos tienen un tamaño de 40x20x20 centímetros, aunque la compañía ya trabaja en algunos más pequeños en forma de cubo.

Entre sus ventajas con respecto a los bloques huecos de cemento, son más livianos y duraderos. Se recomienda revestir con pintura transparente o materiales resistentes para los que se vayan a exponer el aire libre, por la degradación que la luz solar produce en el plástico.

Además, pueden reciclar y comprimir cualquier clase de plástico, incluyendo las redes de pesca, y solo excluyendo la espuma de poliestireno. El procedimiento se basa en la fusión, por lo que no requiere pegamentos ni mortero. Tampoco produce ninguna clase de residuo.

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