• Científicos de la Universidad de Edimburgo crearon un método que transforma botellas de plástico en vainillina.
  • Esto es posible gracias a una bacteria del E. coli genéticamente modificada que transforma el ácido tereftálico (TA)—una molécula derivada del PET— en esta cotizada sustancia.
  • Los investigadores dicen que este proceso podría ser de gran ayuda en el reciclaje de PET y en la economía circular.

Además de la pandemia y el calentamiento global, la humanidad se enfrenta a otra gran crisis: la del plástico.

Se estima que anualmente se producen 380 millones de toneladas de plásticos en todo el mundo, con una parte considerable de estos utilizándose para envases (como botellas); sin embargo, solo 14% se recolecta para reciclaje. A su vez, de acuerdo con Statista, para 2021 se prevé que se producirán unas 583,300 millones botellas de plástico.

La abundancia de estos contaminantes y la falta de cultura de reciclaje provocan graves impactos económicos y medioambientales.

Para abordar este problema, científicos de la Universidad de Edimburgo crearon un método que transforma botellas de plástico en algo mucho más dulce y cotizado: vainillina, un compuesto químico de la vainilla que es utilizado ampliamente en la industria alimentaria y cosmética.

Esto es posible mediante una serie de reacciones químicas, donde una bacteria del E. coli genéticamente modificada, transforma el ácido tereftálico (TA)—una molécula derivada del PET— en esta cotizada sustancia.

En su estudio, publicado en Green Chemistry, los investigadores explican que calentaron un caldo microbiano a 37° Celsius durante un día. Esto convirtió el 79% del TA en vainillina.

Transformar botellas de plástico en vainillina tiene mucho potencial para la economía circular

Otros investigadores ya han desarrollado enzimas mutantes capaces de descomponer botellas de plástico en sus unidades básicas, lo que facilita el reciclaje de las mismas; sin embargo, este descubrimiento destaca por ser útil en términos de economía circular.

«Este es el primer ejemplo del uso de un sistema biológico para reciclar los desechos plásticos en un químico industrial valioso y esto tiene implicaciones muy interesantes para la economía circular», dijo Joanna Sadler de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Edimburgo.

“Los resultados de nuestra investigación tienen importantes implicaciones para el campo de la sostenibilidad del plástico y demuestran el poder de la biología sintética para abordar los desafíos del mundo real», agrega.

Los investigadores dicen que la vainillina producida sería apta para el consumo humano; sin embargo, se requieren más pruebas experimentales.

A su vez, los científicos dijeron que trabajarán en modificar aún más las bacterias para aumentar la tasa de conversión. También trabajarán en la ampliación del proceso para convertir grandes cantidades de plástico en vainillina.

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