• Un estudio estimó que los bebés alimentados con biberón en todo el mundo consumen, en promedio, más de 1.5 millones de partículas microplásticas al día.
  • La agitación y el calentamiento involucrados en la preparación de la fórmula promueven la liberación de microplásticos.
  • No está claro cómo el consumo de microplásticos afecta la salud humana a largo plazo, pero el estudio hace que sea más urgente descubrir cómo podrían afectar los órganos en rápido desarrollo de los bebés.
  • Para reducir los riesgos potenciales, los padres deben enfriar la fórmula a la temperatura de alimentación antes de verterla en un biberón de plástico enfriado y esterilizado.

Los bebés alimentados con biberón pueden ingerir millones de microplásticos al día, o pequeños restos de plásticos creados al preparar la fórmula de acuerdo con el procedimiento estándar, encontró una investigación publicada el lunes. Las botellas de polipropileno probadas representan el 82% del mercado mundial. 

Los autores del estudio instaron a los padres a no entrar en pánico, diciendo que todavía no se sabe exactamente si los microplásticos afectan la salud de los bebés o la salud de los adultos. Los adultos también ingieren microplásticos en todo (desde cerveza hasta mariscos) aunque en cantidades mucho más pequeñas. 

Si bien los padres pueden tomar algunas medidas para hacer que sus prácticas de alimentación con biberón sean más seguras, escribieron los investigadores, la verdadera responsabilidad recae en los formuladores de políticas, las agencias reguladoras y los fabricantes.

«Tenemos que aceptar que los plásticos son omnipresentes en la vida moderna y que liberan micro y nano plásticos a través del uso diario», dijeron los autores principales, el doctor Dunzhu Li y el doctor Yunhong Shi, en un comunicado de prensa

«Aún no conocemos los riesgos para la salud humana de estas pequeñas partículas de plástico, pero podemos desarrollar soluciones y estrategias de comportamiento y tecnológicas para mitigar su exposición».

Cuanto más caliente es la temperatura, más microplásticos se liberan 

Para realizar el estudio, publicado en la revista Nature Food, los investigadores midieron los niveles de microplásticos liberados mientras preparaban fórmula infantil en 10 tipos de botellas de polipropileno. 

Descubrieron que agitar las botellas con agua a temperatura ambiente liberaba cientos de miles de microplásticos, y que calentar las botellas a al menos a 70º C, según las recomendaciones de la OMS, puede liberar hasta 16 millones por litro.

Cuanto más alta es la temperatura, más microplásticos se liberan. Otros productos de polipropileno como las loncheras liberan una cantidad similar, anotaron. 

Luego, los investigadores utilizaron datos de ventas globales de biberones de plástico e información sobre las tasas nacionales de lactancia materna para estimar la exposición potencial a los microplásticos de los bebés de todo el mundo en los primeros 12 meses de vida. 

Al observar otros datos, como cuántos biberones de plástico se venden en todo el mundo y cuántas madres amamantan en diferentes regiones, el equipo estimó que el bebé promedio ingiere más de 1.5 millones de partículas microplásticas al día. Los bebés en América del Norte y Europa estuvieron sujetos a los niveles más altos de exposición, ya que es menos probable que las madres amamanten y es más probable que usen biberones de plástico, no de vidrio. 

Los hallazgos sorprendieron al doctor Rashmi Jain, pediatra y fundador de BabiesMD.com. Rashmi señaló que la investigación sugiere que se estima que los adultos consumen muchos menos microplásticos: 100,000 partículas al año

«Esta cantidad desproporcionada de partículas microplásticas que ingiere cada día el más pequeño de nuestros hijos es alucinante para mí y, honestamente, casi impensable», dijo Jain a Insider. «Esto requiere más investigación y recomendaciones inmediatas para reducir las cantidades de ingestión de microplásticos por parte de los bebés». 

No sabemos cómo los microplásticos podrían afectar la salud de los bebés a largo plazo

No está claro cómo la ingestión de microplásticos afecta la salud humana, pero un estudio de 2017 mostró que cuando los microplásticos se acumulan en los órganos de los ratones, parecen afectar los marcadores de energía e inflamación que podrían afectar la digestión de los alimentos.

También sabemos que los órganos de los bebés humanos crecen rápidamente en el primer o segundo año de vida, y el cerebro ya tiene la mitad de su tamaño adulto a los dos años, dijo Jain. 

En conjunto, esto plantea la preocupación de que los microplásticos puedan acumularse en los órganos de los bebés de una manera que podría afectarlos a largo plazo. 

«Me tranquiliza el hecho de que la gran mayoría de micro y nanopartículas plásticas se excretan una vez que se mueven a través del tracto gastrointestinal de los mamíferos», dijo Jain. «Sin embargo, me preocupa que se pueda encontrar que la acumulación de partículas microplásticas en los órganos de un bebé, con exposiciones de volumen tan alto, cause consecuencias indeseables a largo plazo en la función de los órganos con la edad». 

Los autores del estudio actual dicen que sus hallazgos traen una mayor urgencia para encontrar esto y otras preguntas importantes sobre el impacto de los microplásticos en los humanos.  

Ciertos procedimientos de preparación pueden reducir el riesgo  

Los autores del estudio recomendaron a los padres que siguieran ciertos procedimientos para reducir el riesgo de que sus bebés ingieran microplásticos; como dejar que los biberones se enfríen por completo después de esterilizarlos en agua caliente y luego enjuagarlos en agua a temperatura ambiente, la cual también se ha dejado enfriar después de esterilizarla. 

La fórmula en polvo debe prepararse en un recipiente de vidrio, aconsejan, y luego enfriarse a temperatura ambiente antes de verterla en el biberón de plástico. Los padres no deben recalentar la fórmula (o la leche materna) en el microondas o «agitar vigorosamente» la fórmula en el biberón. 

Jain dijo que estas recomendaciones probablemente no sean muy diferentes de lo que los padres ya están haciendo. Pero, si lo son, la experta les recuerda lo siguiente a los padres: «lo más importante es recordar que antes de tener este conocimiento, siempre hacíamos lo que sabíamos que era mejor para nuestros hijos. Cambiemos la forma en que hacemos las cosas en el futuro sin preocuparnos sobre lo que sucedió en el pasado».

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