• Tomar un refresco u otra bebida dulce a diario puede estar relacionado con un mayor riesgo de cáncer de hígado, según sugiere un nuevo estudio.
  • El azúcar añadido en las bebidas puede alterar los niveles de insulina y de azúcar en sangre, lo que puede estresar al hígado.
  • El azúcar también está relacionado con la inflamación y la acumulación de grasa alrededor del hígado, ambos factores de riesgo de cáncer.
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Beber al menos una bebida azucarada o refresco al día está relacionado con un riesgo mayor de desarrollar cáncer de hígado, reveló una investigación. Los hallazgos se presentaron en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición del 14 al 16 de junio.

Investigadores de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de Harvard y otras instituciones, analizaron los datos de 90,504 mujeres posmenopáusicas. Su edad oscilaba entre 50 y 79 años, y se hizo seguimiento por casi 19 años. Buscaban averiguar si existía relación entre el consumo de bebidas azucaradas —como refrescos y jugos— y el riesgo de cáncer de hígado.

Descubrieron que las mujeres que consumían al menos una al día tenían 73% más de probabilidades de desarrollar cáncer de hígado que las que tomaban tres o menos bebidas dulces al mes. Las mujeres que tomaban una o más bebidas dulces al día tenían 78% más de riesgo, según los datos.

El cáncer de hígado es la sexta forma de cáncer más diagnosticada en todo el mundo, según el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer Internacional.

Antes del estudio, las pruebas sugieren que otros hábitos de bebida pueden afectar al riesgo de cáncer de hígado, como el consumo de alcohol, vinculado a un mayor riesgo, y el de café, vinculado a un menor riesgo.

Los resultados de este estudio sugieren que reducir las bebidas azucaradas podría ayudar a reducir el riesgo de cáncer de hígado. Pero esto solo si más investigaciones confirman la relación, dice Longgang Zhao, autor principal del estudio.

«Sustituir las bebidas azucaradas por agua y café o té no azucarados podría reducir significativamente el riesgo de cáncer de hígado», dijo Zhao en un comunicado de prensa.

Las bebidas azucaradas pueden alterar la sensibilidad a la insulina, causando diversos problemas de salud

Los investigadores habían planteado la hipótesis de que las bebidas dulces aumentarían el riesgo de cáncer de hígado debido a los efectos secundarios del azúcar. Comer demasiada azúcar puede hacer que las personas sean menos sensibles a la insulina, la hormona que ayuda a controlar el azúcar en la sangre. Su consumo elevado también puede hacer que se gane peso, lo que aumenta el riesgo de desarrollar grasa alrededor del hígado. Según los investigadores, ambos factores pueden ser perjudiciales para la salud del órgano y se han relacionado fuertemente con el riesgo de cáncer.

Sin embargo, se necesita más investigación para comprender mejor la relación entre las bebidas dulces y el cáncer de hígado. El estudio es limitado en el sentido de que es observacional, ya que señala una relación entre el cáncer de hígado y las bebidas azucaradas, y no demuestra directamente que las bebidas dulces causen cáncer. Y no está claro si la relación podría ser cierta para otras poblaciones, como los hombres y las mujeres más jóvenes, escribieron los investigadores.

Dado que algunos datos sugieren que la gente mantiene sus hábitos de consumo de bebidas azucaradas o aumenta su consumo, comprender los riesgos podría ayudar a la gente a tomar decisiones más saludables sobre sus elecciones de bebidas diarias, dijo Zhao en la presentación.

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